Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2008

Arrancá el carro que los melones se acomodan solos

La frase del título no es otra cosa que una nueva versión del "laissez fasser" (dejar hacer) típico de los argentinos. Otra vez las situaciones, hasta las más simples, nos desbordan y las dejamos transcurrir sin que nadie con responsabilidad y competencia le ponga un marco. En esta oportunidad los colectiveros, hartos de sus inconvenientes aplican una solución a su alcance sin demasiada coordinación con otros porque cada línea tiene su método, cada partido o jurisdicción hace lo que le parece y lo que puede pero hace e implementa el sistema de tarjetas magnéticas. "Lo atamo con alambre" canta Copani y es una pintura. Si las autoridades y funcionarios del area dejaron pasar el tiempo a ver como se acomodan los melones, quizás más adelante cuando la cosa se descalabre aún más se pongan a pensar como arreglar otro entuerto que si se organizara desde el comienzo con personal idóneo sería más sencillo, pero parece que para nosotros hasta lo más sencillo es un drama. Bue

La Razón y La Voluntad

Imagen
La razón y la voluntad se pregona en la estación, la gente se choca y se apura, la sortija de papel baila, rota en el aire trazando arabezcos como borradores de las novedades. Los transeúntes más avezados saben a qué atenerse, los otros, circunstanciales se pueden ver sorprendidos tironeando de un periódico que no cede, que se queda en manos del voceante "La Razón a voluntaaaareoooo!" si no asoma la moneda compensatoria. Algunos cumplen timidamente su trabajo, otros cumplen ampulosamente su destino, de llegar a mañana o al menos de completar hoy, este rato que sigue. Entre el bien y el mal, el delito y los derechos más elementales, apurando su rutina mientras sea posible. Razón y voluntad, ni más.

Setenta toneladas de monedas

Ayer nos sorprendió a todos en Buenos Aires una noticia esperada: descubrieron un depósito con más de cien barriles de monedas. Parece que una empresa de caudales las acopiaba y andaban por los medios tratando de explicar para qué las tenían pero el vocero no me convenció y sigo sin saber de qué se trata. Se calculaba que había setecientos kilos por barril, un total de cinco millones de pesos, algunas legítimas, otras falsas, siguen las especulaciones... La cuestión es que al día siguiente (a decir verdad el mismo día por la noche) se alteró toda actividad relacionada con las monedas, se prolongaron las colas, el subte y el tren liberaron el paso por falta de monedas y otros hechos confusos más. En resumen lo que parecía una solución, justo a continuación de un anuncio del gobierno de la provincia de Buenos Aires de penalizar la venta de dinero metálico, termina siendo un problema, tal vez por alterar los circuitos habituales de circulación (especulaciones incluidas) o por lo que sea,