La leyenda del retorno
fuente: http://www.cinefania.com/cinebraille/cantilo.shtml Durante ese sangriento y politizado 1972, buena parte de la gente de la casa de Conesa (aunque no Durietz, por ejemplo) se fue a Las Golondrinas, en el paradisíaco Valle de El Bolsón, en los Andes Patagónicos, a hacer realidad el sueño de transformar el mundo por la vía del cambio interior. Allí encontraron a muchos de los miembros del primer elenco argentino de la ópera rock "Hair", que ya estaban desde hacía unos meses. Cantilo y el guitarrista de La Cofradía, el dotado Kubero Díaz, cultivaban la tierra, amasaban pan, leían, miraban arrobados el límpido cielo patagónico, vivían con alegría el amor y el descubrimiento de la paternidad... y componían canciones: en general Kubero hacía la música y Cantilo la letra. Ambos escuchaban en esos días los primeros discos de Led Zeppelin: una enorme banda inglesa que hacía un rock vital y desenfrenado que no perdía por ello elaboración, y no despreciaba experimentar con tranqu