El arco y el cesto (Pierre Clastres)
www.public.asu.edu/~krhill3/Ache.html Casi sin transición, la noche se ha apoderado de la selva, y la masa de los grandes árboles parece acercarse. Con la oscuridad también se instala el silencio; pájaros y monos se han callado y sólo se dejan oír, lúgubres, las seis notas desesperadas del urutaú. Y, como por tácito acuerdo con el recogimiento general en que se disponen seres y cosas, ningún ruido surge ya de este espacio furtivamente habitado donde acampa un pequeño grupo de hombres. Allí descansa una banda de indios guayakíes. Avivada a veces por un ventarrón, la luz de cinco o seis fogatas arranca a la sombra el círculo vago de los refugios de palmas cada uno de los cuales, endeble y pasajera morada de los nómadas, protege el reposo de una familia. Las conversaciones susurradas que siguieron a la cena se han apagado poco a poco, las mujeres que abrazan todavía a los hijos acurrucados duermen. Pareciera que también duermen los hombres, los cuales sentados cerca de sus fogatas mon...