Nestor ¿un santo?

No, no era un santo... pero tampoco un demonio.
Al cumplirse un mes de la partida de Nestor Kirchner se superponen una gran cantidad de balances, conmemoraciones, recordatorios, homenajes.
Desde los militantes que intentan preservar la fuerza de los apoyos recibidos durante los funerales a los críticos que intentan llevar al paroxismo la imagen santificada del expresidente en un intento de desgaste y polarización que urge a ciertos sectores.
Justamente los mismos sectores que fogonearon el apoyo masivo a la gestión ante la muerte de Nestor porque a ver si estamos de acuerdo, se nos decía que Kirchner era un genio entre las sombras que planificaba y ejecutaba las políticas más nefastas mientras los otros actores no eran más que veladores desinteresados del bien común. Y tanto se repetía el canto del apocalipsis que la juventud se fue cargando al contrastar la realidad de un país en crecimiento cuando nos decían que se fundía, en paz mientras Europa se sacude, un país donde cualquiera dice lo que se le antoja y se lo compara con la dictadura y hasta con los nazis! (mmhhh!?).
Y al fin ocurrió lo último que hubieran deseado estos profetas: la gente se convenció exactamente de lo contrario de lo que nos anunciaban. Porque se hartó, y salieron los jovenes a la plaza, sin agrupaciones, sin logística, sin convocatorias ni publicidad y se acabaron los argumentos ¿qué se podía decir ahora? ¿que fueron a llorar por el choripan y la coca?. Silencio.
Si los medios nos han conformado a su imagen y semejanza debemos preguntarnos quienes hacen/hacemos los medios, ahora vendrán las interpretaciones políticas, las operaciones que nunca se detuvieron y fuertes campañas que intentarán desarticular esto que se conformó pero ya está instalado y flota en el aire la sensación de que una gran parte de la población ha dejado de comprar las ideas en paquete cerrado. Y lo que más crispa (justamente a quienes instalaron este término) es el componente que se ha movilizado porque se trata de jovenes independientes transversales en cuando a niveles económicos, educativos (el futuro abc1 que tanto les interesa?) en edad de multiplicar participación e ideas, realmente un fenómeno que está por interpretarse.
Habrá quienes adviertan este cambio y quienes se obstinen en la persistencia con sus viejos métodos, es natural la resistencia a los cambios cuando se tiene el poder, basta recorrer los acontecimientos que llevaron a la revolución francesa cuando algunos perdieron la cabeza convencidos de que la monarquía era eterna.
Y ¿cual es el reinado que hoy está en decadencia?

IXX
(I Xavier X)

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