Los riesgos de salir de Copas
La historia de los torneos sudamericanos está manchada de violencia y corrupción. La final entre San Pablo y Tigre demostró que se puede festejar de manera obscena donde hubo sangre minutos antes. Por Gustavo Veiga (publicado en Pagina 12 el domingo 16 de diciembre de 2012) Un mes antes de entregarle la Copa Sudamericana al arquero Rogerio Ceni, Nicolás Leoz había sido operado del corazón en San Pablo. Tenía una arteria obstruida, pero ni siquiera ésa, la cuarta intervención quirúrgica a que se sometió por problemas coronarios, le impediría regresar a la misma ciudad y participar en la premiación del campeón brasileño. El viejo dinosaurio que preside la Conmebol desde 1986 sonreía entre serpentinas y papel picado mientras a pocos metros de ahí, los jugadores de Tigre mostraban los golpes y cortes que les habían propinado policías y personal de seguridad del estadio Morumbí. Unos, los ganadores de un partido trunco de apenas 45 minutos, exteriorizaban su alegría; los otros, perdedores