Pájaros de barro.

"Quieres decir con eso que si la red fuera levantada los pájaros huirían, preguntó incrédulo Tomás, Sí, si levantamos la red, los pájaros huirían" 




Fragmento de "El Evangelio según Jesucristo", José Saramago

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"Desde la multitud llegó entonces una voz, Danos una prueba de que eres el Hijo de Dios y yo te seguiré, Tú me seguirás siempre si tu corazón te atrajese a mí, pero tu corazón está aprisionado en un pecho cerrado, por eso me pides una prueba que tus sentidos puedan comprender, pues bien, voy a darte ahora una prueba que dará satisfacción a tus sentidos, pero que tu cabeza rechazará, y, estando tú dividido entre tu cabeza y tus sentidos, no tendrás más remedio que venir a mí por el corazón, Quien pueda entender que entienda, yo no entiendo, dijo el hombre, Cómo te llamas, Tomás, Ven aquí, Tomás, ven conmigo hasta la orilla del agua, ven a ver cómo hago unos pájaros con este barro que cojo a manos llenas, mira, es muy fácil, formo y modelo y el cuerpo y las alas, doy forma a la cabeza y al pico, engasto estas piedrecillas, que son los ojos, ajusto las largas plumas de la cola, equilibro las patas y los dedos y, habiéndolo hecho, hago once más, aquí los tienes, uno de tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce pajarillos de barro, imagina, hasta podemos, si quieres, darles nombres, éste es Simón, éste es Tiago, éste Andrés, éste Juan, y éste si no te importa, se llamará Tomás, en cuanto a los nombres vamos a esperar que aparezcan los nombres, que los nombres muchas veces se retrasan en el camino, llegan más tarde, y mira ahora lo que hago, lanzo esta red por arriba para que los pájaros no puedan huir, si no tenemos cuidado, Quieres decir con eso que si la red fuera levantada los pájaros huirían, preguntó incrédulo Tomás, Sí, si levantamos la red, los pájaros huirían, Y ésta es la prueba con que querías convencerme, Sí y no, Cómo sí y no, La mejor prueba, pero ésa no depende de mí, sería que no levantaras tú la red y creyeras que los pájaros huirían al levantarla, Son de barro, no pueden huir, También Adán, nuestro primer padre, era de barro y tu desciendes de él, A Adán le dio la vida Dios, No dude, Tomás, y levanta la red, yo soy el Hijo de Dios, Así lo quisiste, así lo tendrás, estos pájaros no volarán, con un movimiento rápido Tomás levantó la red, y los pájaros, libres, alzaron el vuelo, dieron, entre gorjeos, dos vueltas sobre la multitud maravillada y desaparecieron en el espacio. Dijo Jesús, Mira, Tomás, tu pájaro se ha ido, y Tomás respondió, No Señor, está aquí arrodillado a tus pies, soy yo." [...]

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