Mentiras asesinas

Las increíbles afirmaciones del "escribidor" peruano devenido operador político de intereses ajenos en el diario argentino La Nación a partir de la respuesta crítica de Borón y luego una nota de un periodista británico simpatizante del gobierno venezolano que expone otras miradas.
Las tres notas para que saquemos conclusiones o al menos dudemos una vez más de ciertos relatos

IXX-2014



Vargas Llosa y las mentiras asesinas
Buenos Aires, 6 Mayo 2014

(Por Atilio A. Boron) Pocas veces leí tantas mentiras y calumnias como en la nota de Mario Vargas Llosa en La Nación de ayer titulada “La gesta libertaria de los estudiantes venezolanos”.  (La nota se encuentra disponible en http://www.lanacion.com.ar/1687598-la-gesta-libertaria-de-los-estudiantes-venezolanos ) Pocas veces vi a un gran escritor arrastrarse tan bajo para complacer a sus mecenas imperiales o ser víctima de una menopausia intelectual tan profunda que lo impulse a mentir descaradamente y a escupir sobre su propio pasado, cuando defendía con ardor a la Revolución Cubana. Ejemplos de esas mentiras: "millones de estudiantes en las calles" protestando contra el gobierno bolivariano, cuando fueron unos pocos miles los que ganaron las calles sobre los casi dos millones y medio de universitarios que hay en Venezuela; Leopoldo López elevado a la categoría de "preso político" por perpetrar crímenes que en Estados Unidos o Francia lo condenarían a prisión perpetua; exaltar a los "guarimberos" como una amable tertulia de estudiantes e intelectuales, mientras tienden un alambre de púa a ambos lados de la calle para, en la noche, decapitar a motociclistas desprevenidos; "por doquier se levantaron barricadas", dice el escribidor, cuando en el momento de su apogeo había guarimbas en 18 de los 335 municipios existentes en Venezuela(¿qué quiere decir “doquier”?); “cerca de cincuenta compañeros que han perdido ya la vida” a manos del gobierno, cuando la realidad es que la mayoría de las víctimas de la violencia de la derecha han sido chavistas o funcionarios del gobierno y sus fuerzas de seguridad. Son estos “pacíficos disidentes” quienes incendian universidades y edificios públicos, destruyen parques y plazas, pegan fuego a automóviles o transportes colectivos, y quienes han salido a las calles dispuestos a matar.

La densidad de mentiras por cada línea de esa nota no tiene parangón, prueba  irrefutable de lo que decía en una de sus novelas Alejo Carpentier acerca del "ultraje irreparable de los años." Sólo que en el caso de Vargas Llosa es un proceso muy agudo y que comenzó hace mucho tiempo, antes de que llegara a su actual decrepitud intelectual y moral. Habría que estudiar las razones por las que un gran escritor, que sin duda lo es, y que conoce los crímenes y las artimañas del imperialismo y sus secuaces locales como pocos (quien lo dude le recomiendo leer lo que pone en boca de Roger Casement, el luchador anticolonialista de El Sueño del Celta) puede llegar a arrastrarse en el fango inmundo en que hoy se revuelca Vargas Llosa contando sus “mentiras que parezcan verdades”, como el mismo definió el arte del novelista. Sólo que cuando escribe ensayos sobre la realidad contemporánea de Venezuela esas mentiras no son un inocente entretenimiento sino que se convierten en una siniestra coartada para alentar y justificar en ese país un desenlace sangriento como el producido por las hordas neonazis en Ucrania. Y de eso, tarde o temprano, tendrá que hacerse responsable.



fuente:http://www.atilioboron.com.ar/2014/05/vargas-llosa-y-las-mentiras-asesinas.html


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Lunes 05 de mayo de 2014 | Publicado en edición impresa
Movilización
La gesta libertaria de los estudiantes venezolanos
Por Mario Vargas Llosa |  Para LA NACION

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CARACAS.- Las palabras también se gastan con el uso. Libertad, democracia, derechos humanos, solidaridad, vienen a nuestros labios a menudo y no quieren decir ya casi nada porque las utilizamos para decir tantas cosas o tan pocas que se desvalorizan y afantasman al extremo de convertirse en meros ruidos. Pero, de pronto, unas circunstancias sociales y políticas las recargan de contenido y de verdad, las impregnan de sentimiento y de razón y es como si resucitaran y expresaran de nuevo el sentir de todo un pueblo.

Es lo que vivo en estos días en Venezuela escuchando a dirigentes estudiantiles y líderes de oposición, a hombres y mujeres comunes y corrientes que nunca antes hicieron política y ahora la hacen, jugándose los trabajos, la tranquilidad, la libertad y hasta la vida, impelidos por la conciencia de que, si no hay un sobresalto nacional democrático que lo despierte y movilice, su país se va a la ruina, a una dictadura totalitaria y a la peor catástrofe económica de toda su historia.

Aunque el proceso viene de atrás -las últimas elecciones han visto crecer de manera gradual la oposición al régimen chavista-, el cambio cualitativo tuvo lugar a comienzos de febrero de este año, en San Cristóbal, Estado de Táchira, cuando un intento de violación de una joven en la Universidad de los Andes llevó a los estudiantes a convocar una gran marcha contra la inseguridad, la falta de alimentos, los secuestros, los desmanes de los sicarios y la sistemática restricción de las libertades ciudadanas. El régimen decidió aplicar la mano dura. La Guardia Nacional y las fuerzas paramilitares -individuos armados con pistolas, cuchillos y garrotes, montados en motos y con las caras cubiertas- atacaron a los estudiantes, los golpearon y abalearon, matando a varios de ellos. A las decenas de detenidos los llevaron a cuarteles alejados donde fueron torturados con picanas eléctricas, golpes, sodomizados con palos y fusiles y las muchachas violadas.

La ferocidad represiva resultó contraproducente. La movilización estudiantil se extendió por todo el país y en todas las ciudades y pueblos de Venezuela gigantescas manifestaciones populares expresaron su repudio del régimen y su solidaridad con las víctimas. Por doquier se levantaron barricadas y el país entero pareció vivir un despertar libertario. Los 500 abogados voluntarios que han constituido el Foro Penal Venezolano, para defender a los detenidos y denunciar los asesinatos, desapariciones y torturas, han elaborado un informe que documenta con lujo de detalles el salvajismo con que los herederos del comandante Chávez tratan de hacer frente a esta formidable movilización que ha cambiado la correlación de fuerzas en Venezuela, atrayendo a las filas de la oposición a una inequívoca mayoría de venezolanos.

Mi impresión es que este movimiento es indetenible y que, incluso si Maduro y sus cómplices tratan de aplastarlo con un baño de sangre, fracasarán y la matanza sólo servirá para acelerar su caída. La libertad ha ganado las calles de la tierra del verdadero Bolívar (no la caricatura que hizo de él el chavismo) y el pregonado "socialismo del siglo veintiuno" está herido de muerte.

Mientras más pronto se vaya, será mejor para Venezuela y para América latina. La manera como el régimen, en su empeño frenético de colectivizar y estatizar la nación, ha empobrecido y destruido a uno de los países potencialmente más ricos del mundo, quedará como un caso emblemático de los desvaríos a que puede conducir la ceguera ideológica en nuestro tiempo. Además de tener la inflación más alta del mundo, Venezuela es el país de menor crecimiento en todo el continente, el más violento, y en el que la asfixia burocrática se reproduce más rápido al extremo de mantener en la parálisis casi total a la administración pública. El régimen de controles, precios "justos", intervencionismo estatal, ha vaciado todos los almacenes y mercados de productos, y el mercado negro y el contrabando han alcanzado extremos de vértigo. La corrupción es el único rubro en el que el país progresa a pasos de gigante.

Desconcertado por la movilización popular encabezada por los estudiantes que no consigue aplastar mediante la represión, el gobierno de Maduro, con la complicidad de los países del Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), trata de ganar tiempo, abriendo unos diálogos de paz. La oposición ha hecho bien en acudir a ellos, pero sin desmovilizarse y exigiendo, en prueba de buena fe gubernamental, por lo menos la liberación de los presos políticos, empezando por la de Leopoldo López, a quien, al encarcerlarlo, lo ha convertido, según todas las últimas encuestas, junto con María Corina Machado, en el líder político más popular de Venezuela. He conocido a su madre y a su esposa, dos mujeres admirables que enfrentan con coraje fuera de lo común el hostigamiento de que son víctimas por estar en la vanguardia de la batalla pacífica que da la oposición para impedir la desaparición de los últimos resquicios de libertad que aún quedan en Venezuela.

Pero quisiera subrayar una vez más el papel principalísimo que juegan los estudiantes en la gran gesta libertaria que vive Venezuela. La chavista debe ser la única revolución en su historia que se las arregló para, desde el principio, merecer la hostilidad casi generalizada de los intelectuales, escritores y artistas, así como la de los estudiantes, que, en este caso, dieron mucha más muestra de lucidez y olfato político que, en el pasado, sus congéneres latinoamericanos.

Es estimulante y rejuvenecedor ver que el idealismo, la generosidad, el desprendimiento, el amor a la verdad, el coraje están tan vivos entre la juventud venezolana. Quienes, frustrados por la inanidad de las luchas políticas en sus países de democracia adocenada y rutinaria, se vuelven cínicos, desprecian la política y optan por la filosofía de "lo peor es lo mejor", deberían darse una vuelta por las guarimbas venezolanas, por ejemplo, aquella de la Avenida Francisco de Miranda, en el centro de Caracas, donde muchachos y muchachas conviven ya desde hace varias semanas, organizando conferencias, debates, seminarios, explicando a los transeúntes sus proyectos y anhelos para la futura Venezuela, cuando la libertad y la legalidad retornen y el país despierte de la pesadilla que vive hace quince años.

Quienes han llegado a la deprimente conclusión de que la política es un quehacer inmundo, de mediocres y ladrones, y que por lo tanto hay que darle la espalda, vengan a Venezuela y, hablando, oyendo y aprendiendo de estos jóvenes, comprobarán que la acción política puede ser también noble y altruista, una manera de enfrentarse a la barbarie y derrotarla, de trabajar por la paz, la convivencia, la justicia y la libertad, sin pegar tiros ni poner bombas, con razones y palabras, como hacen los filósofos y los poetas, y creando cada día gestos, espectáculos, ideas, como hacen los artistas, que conmuevan y eduquen a los otros y los embarquen en la empresa libertaria. Cientos de miles, millones de jóvenes venezolanos están dando en estos días a América latina y al mundo entero un ejemplo de que nadie debe renunciar a la esperanza, de que un país, no importa cuán profundo sea el abismo en el que la demagogia y la ideología lo han precipitado, siempre puede salir de esa trampa y redimirse.

Algunos de estos jóvenes han pasado ya por la cárcel y sufrido torturas, y algunos de ellos pueden morir, como los cerca de cincuenta compañeros que han perdido ya la vida en manos de los asesinos con capuchas con que pretende acallarlos Maduro. No los silenciarán, pero no es justo que estén tan solos, que los gobiernos y las organizaciones democráticas no los apoyen y más bien, a veces, hagan causa común con sus verdugos. Porque la más importante batalla por la libertad de nuestros días se da en las calles de Venezuela y tiene un rostro juvenil..

fuente: http://www.lanacion.com.ar/1687598-la-gesta-libertaria-de-los-estudiantes-venezolanos

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[VIDEO] Periodista británico reconoce que viajó a Venezuela engañado por los medios, y que allí hay `una revuelta de ricos´ Destacado
por Cubainformación
Viernes, 28 de Marzo de 2014 09:26
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 Periodista británico reconoce que viajó a Venezuela engañado por los medios, y que allí hay una revuelta de ricos
Periodista británico reconoce que viajó a Venezuela engañado por los medios, y que allí hay una revuelta de ricos
El actor norteamericano Danny Glover hacía un llamado a la prensa internacional para que deje la exageración y la mentira sobre la situación en Venezuela. Su denuncia, por supuesto, no ha llegado a los medios que el actor critica. Como tampoco ha sido reproducida –más allá de su propio medio- la den


Cubainformación TV – Basado en un texto publicado en Aporrea.org.- El actor norteamericano Danny Glover hacía un llamado a la prensa internacional para que deje la exageración y la mentira sobre la situación en Venezuela. Su denuncia, por supuesto, no ha llegado a los medios que el actor critica.

Como tampoco ha sido reproducida –más allá de su propio medio- la denuncia del periodista británico Mark Weisbrot, enviado especial en Caracas del diario The Guardian.

En una crónica resumen de sus vivencias de más de un mes en Venezuela, afirma que acudió a aquel país engañado por las imágenes mediáticas, y que las protestas son “una revuelta de los ricos” incitada por el Departamento de Estado norteamericano.

Los medios dan falsas informaciones “de Venezuela como un Estado fallido en medio de una rebelión popular”, dice el periodista, que asegura que no estaba preparado para lo que vio allí: normalidad absoluta en la mayoría del país, salvo en unas pocas áreas acomodadas, donde las supuestas “masas descontentas” llevaban jeeps Cherokee de 40.000 dólares pintados con la frase SOS Venezuela.

Mark Weisbrot afirma que se equivocan quienes creen que la economía venezolana va a colapsar y así una parte de los pobres –bastión de la Revolución- se sumará a la protesta. La situación económica se estabiliza en el país, la inflación ha bajado y el dólar ha caído en el mercado informal.

Por último, el periodista de The Guardian lanza una sentencia sobre el destino de la oposición venezolana: volverá a perder las próximas elecciones parlamentarias, como ha perdido todas las anteriores. Porque la violencia ha conseguido dividir sus filas y, además, unir al chavismo.

Pero ni sobre el apoyo de Danny Glover, Olivar Stone o Sean Penn al presidente Nicolás Maduro, ni sobre este testimonio revelador de un periodista británico, leeremos una línea en los grandes medios internacionales.

Texto original

Periodista de The Guardian que estuvo en Venezuela califica el clima como “una revuelta de los ricos”

Aporrea.- El periodista Mark Weisbrot fue enviado a Caracas por el prestigioso medio inglés apenas comenzaron los primeros brotes de protestas en Venezuela. Allí, según escribe en una crónica publicada en la edición de este jueves de The Guardian, se fue distanciando de la percepción que traía desde su país, modelada por “Los medios de comunicación principales”.

A su regreso las conclusiones de Waisbrot respecto a la situación venezolana eran claras: acepta haber sido engañado por las imágenes mediáticas y se convence que las revueltas son financiadas por los ricos de Caracas e incitadas por el departamento de Estado norteamericano.

“Imágenes forjan la realidad, la concesión de un poder de la televisión e incluso fotografías fijas pueden zambullirse profundamente en la conciencia de la gente sin que ellos lo sepan. Pensé que yo también era inmune a las representaciones repetitivas de Venezuela como un Estado fallido en medio de una rebelión popular. Pero yo no estaba preparado para lo que vi en Caracas este mes: poco de la vida cotidiana parecía estar afectada por las protestas, la normalidad se impuso en la gran mayoría de la ciudad. Yo, también, había sido engañado por las imágenes mediáticas”, así parte la crónica del periodista Mark Weisbrot titulada “La verdad sobre Venezuela: una revuelta de los ricos, no una ‘campaña de terror”.

La crónica redactada para el periódico The Guardian sigue: “Los medios de comunicación principales ya han informado de que los pobres de Venezuela no se han unido a las protestas de la oposición de derecha , pero eso es un eufemismo : no se trata sólo de los pobres que están en abstinencia, en Caracas casi todo el mundo, con excepción de unas pocas áreas ricas como Altamira , donde pequeños grupos de manifestantes participan en batallas nocturnas con las fuerzas de seguridad, tirando piedras y bombas incendiarias y corriendo por los gases lacrimógenos” .

Weisbrot aterrizó en Carcas en el mes de febrero, cuando se inició el conflicto tildado de crisis por la prensa del mundo y permaneció allí un par de semanas, recorriendo las calles, subiéndose al transporte público, observando in-situ los movimientos del chavismo y de la oposición de derecha.

“La naturaleza de clase de esta lucha ha sido siempre cruda e ineludible , ahora más que nunca. Al pasar por la multitud que se presentó el 5 de marzo en las ceremonias para conmemorar el aniversario de la muerte de Chávez , era un mar de obreros venezolanos , decenas de miles de ellos . No había ropa cara o zapatos de 300 dólares. ¡Qué contraste con las masas descontentas de Los Palos Grandes, con jeeps Cherokee de 40.000 dólares con el lema del momento: SOS VENEZUELA” relata el periodista inglés.

Luego indaga en el rol que le asigna a Estados Unidos en el asunto. “La retórica ‘campaña de terror’ de Kerry es igualmente divorciada de la realidad; aquí está la verdad sobre los cargos de Kerry : desde que comenzaron las protestas en Venezuela , parece que más personas han muerto a manos de los manifestantes que de las fuerzas de seguridad . De acuerdo con las muertes reportadas por CEPR en el último mes , además de los que murieron por tratar de eliminar las barricadas , -incluyendo un motociclista decapitado por un cable se extendía a través de la carretera – y cinco agentes de la Guardia Nacional han sido asesinados”.

Waisbrot también se explaya sobre la realidad económica en Venezuela: “Quizás Kerry cree que la economía venezolana va a colapsar y que traerá algunos de los no ricos venezolanos a las calles en contra del gobierno. Pero la situación económica se estabiliza en realidad – la inflación mensual se redujo en febrero , y el dólar en el mercado negro ha caído fuertemente; el gobierno está introduciendo un nuevo tipo de cambio basado en el mercado”.

Finalmente el periodista de The Guardian lanza una sentencia luego de su estadía en Caracas: “La oposición entonces probablemente perderá las elecciones parlamentarias , ya que han perdido todas las elecciones en los últimos 15 años. Pero su estrategia insurreccional actual no está ayudando a su propia causa : parece haber dividido a la oposición y unido a los chavistas. El único lugar donde la oposición parece estar obteniendo un amplio apoyo es Washington”, culmina la crónica.

A continuación lea el artículo completo

Caracas, 21 Mar. AVN.- Publicamos el artículo integro, escrito por el economista estadounidense Mark Weisbrot, para el periódico inglés The Guardian, este jueves, donde describe la situación vivida en Venezuela, que contrasta abiertamente con su propia percepción previa, resultado de su exposición a piezas informativas de medios de comunicación de habla inglesa.

En el texto denuncia la falsedad de la información del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, quien ha dicho que el gobierno venezolano lleva adelante una supuesta "campaña de terror" en contra de la población, aún cuando la realidad demuestra que esta campaña es realizada por sectores de la ultraderecha radical de la oposición con apoyo de Estados Unidos.

La verdad sobre Venezuela: Una revuelta de ricos, no una "campaña de terror"

Las imágenes forjan la realidad, lo que da a la televisión, los videos y hasta a las fotografías un poder con el que pueden cavar profundo en la mente de las personas, incluso sin que ellas se den cuenta. Pensé que también yo era inmune a los repetitivos retratos de Venezuela como Estado fallido en medio de una rebelión popular. Pero no estaba preparado para lo que vi en Caracas este mes: qué poco de la vida cotidiana parecía estar afectado por las protestas, la normalidad que reina en la gran mayoría de la ciudad. También yo había sido engañado por la imaginería mediática.

Grandes medios han reportado que los pobres en Venezuela no se han unido a las protestas de la oposición de derecha, pero esto es un eufemismo: no es solamente que los pobres se abstienen – en Caracas, son casi todos excepto pocas áreas como Altamira, donde pequeños grupos de manifestantes se meten en batallas nocturnas con las fuerzas de seguridad, lanzan piedras y bombas incendiarias y corren del gas lacrimógeno.

Caminando desde el barrio de clase trabajadora Sabana Grande hasta el centro de la ciudad, no hay señales de que Venezuela esté al borde de una "crisis" que requiera la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de lo que John Kerry diga. El Metro también trabajaba muy bien, aunque no pude bajarme en la estación Altamira, donde los rebeldes habían puesto su base de operaciones hasta que los sacaron esta semana.

Logré ver las barricadas por primera vez en Los Palos Grandes, área de clase alta donde los manifestantes sí tienen apoyo popular y los vecinos gritarán a cualquiera que trate de remover las barricadas – algo arriesgado de intentar (al menos cuatro personas aparentemente han sido asesinadas a tiros por hacerlo). Pero incluso aquí en las barricadas, la vida era bastante normal, excepto por algún tráfico fuerte. El fin de semana, Parque del Este estaba lleno de familias y corredores sudando en un calor de 32 grados – antes de Chávez, había que pagar para entrar y los habitantes, según me dijeron, estaban decepcionados porque a los menos acomodados se les permitía entrar de gratis. Los restaurantes siguen llenos en la noche.

Viajar ayuda a verificar la realidad un poco más, por supuesto, y yo visité Caracas principalmente para obtener información en el área económica. Pero vine escéptico respecto al cuento, reportado a diario en los medios, de que el desabastecimiento de productos básicos era la razón para las protestas. La gente a la que la escasez le crea más molestias es, por supuesto, los pobres y las clases trabajadoras. Pero los habitantes de Los Palos Grandes y Altamira, donde vi verdaderas protestas, tienen sirvientes que hacen cola para lo que necesitan y tienen el ingreso y el espacio para acumular algo de existencias.

Esta gente no está sufriendo – les está yendo muy bien. Sus ingresos han aumentado a buen paso desde que el gobierno de Chávez tomó control de la industria petrolera hace una década. Incluso tienen un gran apoyo del gobierno: cualquiera con una tarjeta de crédito (excepto pobres y millones de la clase trabajadora) tiene derecho a $3.000 por año, a una tasa de cambio subsidiada. Después, pueden vender los dólares seis veces más caros de lo que pagaron, en lo que suma un subsidio anual multimillonario en dólares para los privilegiados – y todavía estos son los que abastecen la base y a las tropas de la sedición.

La naturaleza de clase de esta lucha siempre ha sido cruda e irrefutable, ahora más que nunca. Caminando entre las masas que fueron a las ceremonias por el aniversario de la muerte de Chávez, el 5 de marzo, se veía un mar de venezolanos de la clase trabajadora, decenas de miles de ellos. No había ropas caras o zapatos de $ 300. Qué contraste con las masas descontentas de Los Palos Grandes, que tenían camionetas todoterreno Grand Cherokee de $ 40.000 portando el eslogan del momento: SOS VENEZUELA.

En lo que se refiere a Venezuela, John Kerry sabe de que lado de la guerra de clases está. La semana pasada, justo cuando me iba, el Secretario de Estado de Estados Unidos duplicó su descarga de retórica contra el gobierno, acusando al presidente Nicolás Maduro de fomentar una "campaña de terror contra su propio pueblo". Kerry también amenazó con invocar la Carta Democrática Interamericana de la OEA contra Venezuela, así como de aplicar sanciones.

Alardear sobre la Carta Democrática contra Venezuela es casi como amenazar a Vladimir Putin con un voto de la ONU sobre la secesión en Crimea. Quizás Kerry no se dio cuenta, pero apenas unos días antes de sus amenazas, la OEA votó una resolución que Washington introdujo contra Venezuela y le dio la vuelta, declarando la "solidaridad" del organismo regional con el gobierno de Maduro. Veintinueve países la aprobaron y sólo los gobiernos de derecha de Panamá y Canadá se aliaron con Estados Unidos contra ella.

El artículo 21 de la Carta Democrática de la OEA aplica ante la "interrupción inconstitucional del orden democrático de un Estado miembro" (como el golpe militar de 2009 en Honduras, al cual Washington ayudó a legitimar, o el golpe militar de 2002 en Venezuela, que tuvo aún más colaboración del gobierno estadounidense). Debido a este voto reciente, la OEA podría invocar la Carta Democrática más en contra del gobierno de Estados Unidos, por las muertes que causan sus drones a ciudadanos estadounidenses sin juicio, de lo que podría hacerlo contra Venezuela.

La retórica de "campaña de terror" de Kerry está igualmente divorciada de la realidad y como era de esperarse provocó una respuesta equivalente del canciller de Venezuela, que llamó "asesino" a Kerry. Esta es la verdad sobre las acusaciones de Kerry: desde que comenzaron las protestas en Venezuela, resulta que más personas han muerto de la mano de los manifestantes que de las fuerzas de seguridad. De acuerdo a las muertes reportadas por el CEPR (Centro de Investigación en Economía y Política) durante el último mes, además de los asesinados por tratar de remover las barricadas puestas por los manifestantes, por lo menos siete aparentemente han muerto debido a las obstrucciones creadas por los manifestantes – incluyendo un motorizado que se degolló con una guaya colocada en la carretera – y cinco oficiales de la Guardia Nacional han sido asesinados.

Respecto a la violencia por parte de cuerpos de seguridad, presuntamente tres personas podrían haber sido asesinadas por la Guardia Nacional u otras fuerzas de seguridad – incluyendo dos manifestantes y un activista que apoyaba al gobierno. Algunas personas acusan al gobierno de otras tres muertes por civiles armados; en un país con un promedio de más de 65 homicidios por día, es completamente posible que esta gente actuara por su cuenta.

Un total de 21 miembros de las fuerzas de seguridad están bajo arresto por supuestos abusos, incluyendo por algunos de los asesinatos. Esto no es una "campaña de terror".

Al mismo tiempo, es difícil encontrar una denuncia seria sobre la violencia opositora entre los más importantes líderes de la oposición. Según datos de encuestas, las protestas son rechazadas en gran medida en Venezuela, aunque se ven mejor afuera cuando son promovidas como "protestas pacíficas" por gente como Kerry. Las encuestas también sugieren que la mayoría de los venezolanos ven estos disturbios como lo que son: un intento de derrocar un gobierno elegido.

La política interna de la postura de Kerry es bastante simple. Por un lado, tienes el lobby cubano-americano de la derecha de la Florida y sus aliados neoconservadores gritando a favor del derrocamiento. A la izquierda de la extrema derecha, bueno, no hay nada. A esta Casa Blanca le importa muy poco América Latina y no hay consecuencias electorales por hacer que la mayoría de los gobiernos del hemisferio se molesten con Washington.

Quizás Kerry piensa que la economía de Venezuela colapsará y que eso llevará a algunos de los venezolanos no ricos a las calles contra el gobierno. Pero la situación económica en realidad se está estabilizando – la inflación mensual bajó en febrero y el dolar del mercado paralelo ha bajado drásticamente ante las noticias de que el gobierno está introduciendo una nueva tasa de cambio basada en el mercado. Los bonos soberanos de Venezuela tuvieron un rendimiento de 11,5% desde el 11 de febrero (el día que comenzaron las protestas) al 13 de marzo, el más alto rendimiento según el índice de bonos de mercados emergentes de Bloomberg. La escasez probablemente bajará en las próximas semanas y meses.

Por supuesto, esto es exactamente el principal problema de la oposición: la próxima elección será dentro de un año y medio y para esa fecha, la escasez económica y la inflación que han aumentado tanto en los últimos 15 meses se habrán aliviado. En este sentido, la oposición posiblemente perderá las elecciones legislativas, así como ha perdido cada elección en los últimos 15 años. Pero su actual estrategia insurreccional no está ayudando a su propia causa: parece que han dividido a la oposición y unido a los chavistas.

El único lugar donde la oposición parece estar ganando amplio apoyo es en Washington.

*Publicado en The Guardian, el jueves 20 de marzo de 2014.

http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/mar/20/venezuela-revolt-truth-not-terror-campaign

Enlace:http://www.cubainformacion.tv/index.php/objetivo-falsimedia/55541-periodista-britanico-reconoce-que-viajo-a-venezuela-enganado-por-los-medios-y-que-alli-hay-una-revuelta-de-ricos

fuente:http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/84146-video-periodista-brit%C3%A1nico-reconoce-que-viaj%C3%B3-a-venezuela-enga%C3%B1ado-por-los-medios-y-que-all%C3%AD-hay-una-revuelta-de-ricos%C2%B4.html

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