la libertad... esa promesa!

Una rosa es una rosa es una rosa…
En el nombre de la cosa está la cosa misma.
"Al decir su nombre uno no dice quien es, sino apenas como se llama."
La palabra permite comunicar algo que existe, que ya es. Y tiene la precisión de determinarlo de manera tal que los demás lo entiendan. Puede que eso sea una creación, algo nuevo pero de todos modos desde que es enunciado tiene entidad, es.
Pervertir la palabra es dotarla de un sentido ambiguo o distinto del que debe ser.
La metáfora lo tiene permitido porque es una creación poética en un lugar que se puede comprender y por ello se disfruta y se comparte, hay una complicidad literaria en ese caso.
La mentira en cambio, es una deformación de la palabra que tarde o temprano se devela como falsa, es una traición al sentido, y como tal es repudiable. Inaceptable.
Tergiversar el sentido de la palabra o utilizarla con un fin distinto es mentir y traicionar pero cuando todo ésto es aceptado por el grupo social se está en presencia de una ruptura, ante un hito de cambio perverso a veces, ante una ruptura comunicacional de dimensiones. Porque dar vuelta el sentido nunca es total y absoluto, para todos, en este giro la sociedad se parte, se rompe la comunión y lo que era ya no es para unos y lo que viene no tiene sentido para los otros.
Lo falso produce un enorme grieta social porque hasta la verdad pierde valor y deja de tener sentido. 
Ixx, 2025


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