Socialdemocracia y neoliberalismo. Definiciones
Desde una visión histórica el liberalismo es el movimiento que nace al final del antiguo régimen (primero en Inglaterra) que se opone a las ideologías conservadoras del sistema previo. Durante años, liberalismo político (aumento de los derechos individuales y de las libertades políticas) y liberalismo económico (libre mercado, auto regulación, oposición al proteccionismo) formaron parte de un mismo movimiento que se oponía tanto a los conservadores como a los marxistas. Durante el siglo XIX las políticas liberales proporcionaron una época de crecimiento económico sin precedentes, pero resultaron ser un completo fracaso social. Se mostraron incapaces de garantizar los derechos humanos y sociales básicos. La polarización social (diferencias entre ricos y pobres) se acrecentaba sin parar, y esto tuvo como consecuencia la aparición de la lucha de clases (burguesía-proletariado). Se expandieron ideologías de aspiraciones revolucionarias, como el socialismo marxista o el anarquismo. Ambos movimientos coincidían en su rechazo del liberalismo tanto en su vertiente económica, como en su vertiente política (la democracia parlamentaria).
PUBLICADO POR PROFESOR FRANCISCO
ACLARACIÓN DE CONCEPTOS; LIBERALISMO SOCIALDEMOCRACIA Y NEOLIBERALISMO.
http://www.neoliberate.com.es/2011/02/aclaracion-de-conceptos.html
Pero las cosas cambiaron cuando en el seno del movimiento obrero apareció la vía reformista, a la que se llamó socialdemócrata. Desde que apareció la socialdemocracia, la explicación anterior queda totalmente fuera de lugar. Los socialdemócratas eran liberales en el terreno político, partidarios de la democracia y de los derechos individuales, pero en economía no eran partidarios del libre mercado absoluto, no creían que el libre mercado pudiera auto regularse gracias a una providencial mano invisible(como argumentó su fundador Adam Smith). Estos defendían un intervencionismo en la economía distinto del intervencionismo proteccionista, pero dentro del capitalismo (precisamente por estas diferencias rompieron con los marxistas de inspiración leninista).
Podemos definir socialdemocracia como aquella doctrina que defiende medidas o políticas de intervención en la economía desde el Estado. El intervencionismo se hace para corregir los errores del capitalismo evitando los desequilibrios derivados de la libertad total de mercado. Sobre todo aquellos relacionados con la concentración de capital y el aumento de la polarización. Las políticas socialdemócratas son de dos tipos; regulando la economía mediante leyes y limitaciones al libre comercio, e interviniendo directamente en la producción de bienes y servicios con las empresas públicas. En conclusión, la socialdemocracia es un intervencionismo que se hace para lograr una redistribución más equilibrada de la riqueza y los servicios.
La primera manifestación generalizada de socialdemocracia (pero no la única) es la de tipo keynesiano (predominante desde el fin de la 2ª Guerra Mundial hasta la crisis de los 70) aunque anteriormente ya se habían aplicado estas medidas a menor escala. Por ello en lo sucesivo me referiré al periodo que va 1945 a 1975 como etapa socialdemócrata. Durante estos años aumentó el intervencionismo del Estado en la economía tanto como regulador como productor.
Evidentemente hay personas que sí están interesadas en mantener la confusión y siguen usando el término liberalismo cuando en realidad se refieren a neoliberalismo. Primero los marxistas antiparlamentarios. Ya que así destacando la parte económica (el neoliberalismo) pueden rechazar la parte política (la democracia parlamentaria). Igualmente los propios neoliberales están muy interesados en seguir llamándose a sí mismos liberales (no hay más que ver como llaman a sus medios de comunicación). La razón es la contraria que los anteriores; pueden rechazar la crítica que se hace a sus políticas económicas, desatacando el aspecto político. De este modo, con un infantil razonamiento lógico concluyen: Los que no nos apoyan son partidarios del totalitarismo.
Lo paradójico es que es justo al contrario. Su rechazo al intervencionismo económico es tan fuerte que puede ser superior a su lealtad a la democracia liberal. Durante la edad fría, principalmente en la época de Nixon, tuvo mucho éxito la doctrina Kirkpatrick. Esta doctrina dividía las dictaduras en dos categorías: las pro-soviéticas a las que se llama totalitarias, y las pro-occidentales a las que se llama eufemísticamente autoritarias. Simultáneamente se desarrolló una doctrina equivalente referida a lo económico, la doctrina Friedman. Según esta doctrina lo que marca el mayor o menor liberalismo no es la existencia de democracia política, sino la existencia de desregulación económica, libertad empresarial y libertad financiera. Desde este razonamiento una dictadura sanguinaria como la de Pinochet, fue considerada “liberal” porque aplicó las propuestas económicas de los neoliberales. La posición relativista de los neoliberales respecto a la democracia queda clara en estas declaraciones de 1981 que hace Hayek* (Friedrich von Hayek, el padre del neoliberalismo), el principal ideólogo del neoliberalismo, a un periodista chileno:
Un dictador puede gobernar de manera liberal, así como es posible que una democracia gobierne sin el menor liberalismo. Mi preferencia personal es una dictadura liberal y no un gobierno democrático donde todo liberalismo está ausente. [1]
Más claras son las declaraciones del famoso economista neoliberal Alain Minc. Antepone las recetas neoliberales a cualquier consideración de tipo democrático:
El capitalismo no puede desfondarse, es el estado natural de la sociedad. La democracia no es el estado natural de la sociedad. El mercado sí.[2]
El éxito de la teoría neoliberal entre la opinión pública se debe a su control de la mayoría de los medios de comunicación de masas. El resultado es sorprendente y paradójico, han conseguido que la población que será la más perjudicada defienda las propuestas neoliberales porque creen que así defiende sus intereses. Se razona en estos términos: enriqueciéndote, enriqueces a los demás. Esta invocación al egoísmo tiene una pega, es más falsa, es una mentira monumental. Si no formas parte de la élite económica, al apoyar al neoliberalismo te estás perjudicando a ti mismo y estas beneficiando a otros. Creen actuar por egoísmo y resulta que su ingenuidad los convierte en los mayores altruistas. A un asalariado que defienda el neoliberalismo le hago esta pregunta: ¿Realmente eres tan generoso que estás dispuesto a sacrificarte, a reducir tu nivel de vida para que los que más tienen puedan tener aun más?
Hace falta insistir en la importancia de difundir estas ideas para evitar que un grupo de sinvergüenzas se aprovechen de la ignorancia de los demás de esta forma tan mezquina.
[1] Declaraciones de Hayek a la publicación chilena El Mercurio (12-4-1981) Pauvreté et inégalités dans le tiers monde de Pierre Salama y Jacques Valier (La Découverte, Paris, 1994).
[2] Cambio 16, Madrid, 5 diciembre 1994.
Pero las cosas cambiaron cuando en el seno del movimiento obrero apareció la vía reformista, a la que se llamó socialdemócrata. Desde que apareció la socialdemocracia, la explicación anterior queda totalmente fuera de lugar. Los socialdemócratas eran liberales en el terreno político, partidarios de la democracia y de los derechos individuales, pero en economía no eran partidarios del libre mercado absoluto, no creían que el libre mercado pudiera auto regularse gracias a una providencial mano invisible(como argumentó su fundador Adam Smith). Estos defendían un intervencionismo en la economía distinto del intervencionismo proteccionista, pero dentro del capitalismo (precisamente por estas diferencias rompieron con los marxistas de inspiración leninista).
Podemos definir socialdemocracia como aquella doctrina que defiende medidas o políticas de intervención en la economía desde el Estado. El intervencionismo se hace para corregir los errores del capitalismo evitando los desequilibrios derivados de la libertad total de mercado. Sobre todo aquellos relacionados con la concentración de capital y el aumento de la polarización. Las políticas socialdemócratas son de dos tipos; regulando la economía mediante leyes y limitaciones al libre comercio, e interviniendo directamente en la producción de bienes y servicios con las empresas públicas. En conclusión, la socialdemocracia es un intervencionismo que se hace para lograr una redistribución más equilibrada de la riqueza y los servicios.
La primera manifestación generalizada de socialdemocracia (pero no la única) es la de tipo keynesiano (predominante desde el fin de la 2ª Guerra Mundial hasta la crisis de los 70) aunque anteriormente ya se habían aplicado estas medidas a menor escala. Por ello en lo sucesivo me referiré al periodo que va 1945 a 1975 como etapa socialdemócrata. Durante estos años aumentó el intervencionismo del Estado en la economía tanto como regulador como productor.
Después de los años 30 apareció un nuevo movimiento que recibe en nombre de neoliberalismo. Mientras que el liberalismo es un concepto mixto (política-economía) apropiado para referirse a la época previa a la crisis de 1929, neoliberalismo ("nuevo liberalismo") es un concepto distinto porque sólo se usa en su vertiente económica, y no en la política. Aparece tras la 2ª guerra mundial como oposición a las nuevas políticas socialdemócratas keynesianas, pero sólo alcanzará el poder tras la crisis de los 70. Su fundador fue Mises, y sus principales ideólogos fueron Hayek (escuela austriaca) y Friedman (escuela de Chicago o monetarista). Aunque normalmente trabajaban por su cuenta, los tres formaron parte de la sociedad Mont Pelerín, dirigida por Hayek. Ellos quieren lo contrario que lo anteriores, quieren que el Estado reduzca su intervencionismo en la economía. Las políticas neoliberales son aquellas que proponen desregulaciones (financieras, comerciales, laborales…) a las que llaman políticas de libre mercado, e igualmente quieren que el Estado deje de formar parte de la economía como productor, por eso defienden la privatización de las empresas públicas. Este giro en las políticas económicas se dio a partir de finales de los años 70. Desde entonces y progresivamente estas políticas han ido sustituyendo a las anteriores políticas socialdemócratas. Por ello en lo sucesivo cuando hable deetapa neoliberal me referiré a aquella que va desde 1975 hasta el presente. .
Quiero insistir en una idea. Después de 1945 no es correcto usar el término liberal, ya que este se refiere a los que defienden simultáneamente el liberalismo político y económico. Ahora hay dos grupos socialdemócratas y neoliberales, ambos liberales en el aspecto político, pero discrepan en la parte económica. Evidentemente hay personas que sí están interesadas en mantener la confusión y siguen usando el término liberalismo cuando en realidad se refieren a neoliberalismo. Primero los marxistas antiparlamentarios. Ya que así destacando la parte económica (el neoliberalismo) pueden rechazar la parte política (la democracia parlamentaria). Igualmente los propios neoliberales están muy interesados en seguir llamándose a sí mismos liberales (no hay más que ver como llaman a sus medios de comunicación). La razón es la contraria que los anteriores; pueden rechazar la crítica que se hace a sus políticas económicas, desatacando el aspecto político. De este modo, con un infantil razonamiento lógico concluyen: Los que no nos apoyan son partidarios del totalitarismo.
Lo paradójico es que es justo al contrario. Su rechazo al intervencionismo económico es tan fuerte que puede ser superior a su lealtad a la democracia liberal. Durante la edad fría, principalmente en la época de Nixon, tuvo mucho éxito la doctrina Kirkpatrick. Esta doctrina dividía las dictaduras en dos categorías: las pro-soviéticas a las que se llama totalitarias, y las pro-occidentales a las que se llama eufemísticamente autoritarias. Simultáneamente se desarrolló una doctrina equivalente referida a lo económico, la doctrina Friedman. Según esta doctrina lo que marca el mayor o menor liberalismo no es la existencia de democracia política, sino la existencia de desregulación económica, libertad empresarial y libertad financiera. Desde este razonamiento una dictadura sanguinaria como la de Pinochet, fue considerada “liberal” porque aplicó las propuestas económicas de los neoliberales. La posición relativista de los neoliberales respecto a la democracia queda clara en estas declaraciones de 1981 que hace Hayek* (Friedrich von Hayek, el padre del neoliberalismo), el principal ideólogo del neoliberalismo, a un periodista chileno:
Víctimas de Pinochet, el amigo de los neoliberales
Un dictador puede gobernar de manera liberal, así como es posible que una democracia gobierne sin el menor liberalismo. Mi preferencia personal es una dictadura liberal y no un gobierno democrático donde todo liberalismo está ausente. [1]
Más claras son las declaraciones del famoso economista neoliberal Alain Minc. Antepone las recetas neoliberales a cualquier consideración de tipo democrático:
El capitalismo no puede desfondarse, es el estado natural de la sociedad. La democracia no es el estado natural de la sociedad. El mercado sí.[2]
¿Puede seguir admitiéndose el termino liberal para referirse a estos individuos? Invito a todas las personas que creen en la democracia a que no caigan en esta trampa. Que jamás llamen liberal o liberalista a un defensor del neoliberalismo. Es muy fácil encontrar contradicciones entre los que se autodenominan liberales. Es suficiente con poner de manifiesto que en los países donde se han aplicado con más intensidad sus medidas neoliberales, son aquellos donde menos libertad individual existe para la mayoría de la población. Esto se debe a que la polarización social la hace imposible. Difícilmente podemos ser libres si no tenemos trabajo, si no tenemos un salario suficiente, si no tenemos acceso a unos servicios sociales mínimos, etc. y esa es la realidad a la que nos lleva la aplicación de las propuestas neoliberales en la práctica. De modo que si hay que llamar liberal a alguien, debería ser a los socialdemócratas, y a los actuales neoliberales se les debería llamar Pseudoliberales.
El éxito de la teoría neoliberal entre la opinión pública se debe a su control de la mayoría de los medios de comunicación de masas. El resultado es sorprendente y paradójico, han conseguido que la población que será la más perjudicada defienda las propuestas neoliberales porque creen que así defiende sus intereses. Se razona en estos términos: enriqueciéndote, enriqueces a los demás. Esta invocación al egoísmo tiene una pega, es más falsa, es una mentira monumental. Si no formas parte de la élite económica, al apoyar al neoliberalismo te estás perjudicando a ti mismo y estas beneficiando a otros. Creen actuar por egoísmo y resulta que su ingenuidad los convierte en los mayores altruistas. A un asalariado que defienda el neoliberalismo le hago esta pregunta: ¿Realmente eres tan generoso que estás dispuesto a sacrificarte, a reducir tu nivel de vida para que los que más tienen puedan tener aun más?
Hace falta insistir en la importancia de difundir estas ideas para evitar que un grupo de sinvergüenzas se aprovechen de la ignorancia de los demás de esta forma tan mezquina.
[2] Cambio 16, Madrid, 5 diciembre 1994.
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