Intelectuales - Sebreli y la decadencia

P. ¿Y la intelectualidad argentina por qué está tan volcada con Cristina?R. Porque forma parte del clima del país. No todos. Algunos apoyamos a Cambiemos, el único partido que está a favor de la democracia. (fragmento de la entrevista)

De acuerdo con los dichos de Juan Jose Sebreli en la entrevista concedida al diario El País(1) la intelectualidad argentina se repartiría entre "formar parte del clima del país" y "estar a favor de la democracia". Es una pena esta caracterización incompleta que deja afuera a muchos otros sectores pero esperaremos que la complete.
Ahora bien, si la oposición se plantea entre clima y democracia estaríamos ante una suerte de alucinación antidemocrática colectiva solo detectada por la ilustración de derecha, vale decir algo así como la civilización y la barbarie. Pero esta idea atrasa bastante como nuestra derecha conservadora aferrada ahora a la balsa del neoliberalismo del cual no se habla.
Es habitual que los intelectuales vean lo que otros no ven pero en este caso Sebreli está convencido que hasta la intelectualidad oficialista está cegada y no puede ver sino su pasión mundana. ¿Será por este tipo de ideas que las campañas políticas de la derecha terminan en manos de asesores de mercadeo?

Ixx, oct15
(1) http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/18/argentina/1445189230_237967.html

Sebreli: “Argentina no está en crisis sino en decadencia”

El veterano sociólogo, historiador, filósofo, es muy crítico con el kirchnerismo y el peronismo, que ha estudiado a fondo. Ahora apoya a la oposición de Cambiemos pero es pesimista.
CARLOS E. CUÉ / ALEJANDRO REBOSSIO 18 OCT 2015 - 21:38 CEST
Entrevista a Juan José Sebreli. / RICARDO CEPPI
Juan José Sebreli (Buenos Aires, 1930) sociólogo, historiador, filósofo, es uno de los intelectuales argentinos más conocidos. Estudió mucho el peronismo y siempre fue muy crítico. En estos años de kirchnerismo ha sido durísimo con el Gobierno. Pese a su edad, se mantiene hiperactivo y está terminando un libro muy crítico con las religiones. Sebreli apoya a la oposición de Mauricio Macri pero se muestra muy pesimista.

Pregunta: ¿Cómo está la Argentina?
Respuesta: Pésimo, pésimo, como nunca. Por lo menos desde la democracia en adelante. Estamos en la peor de las épocas. Perón se fue, económicamente, en el mejor momento, justamente por eso lo sacaron. No lo voltean los liberales, sino los nacionalistas católicos.
P: ¿La iglesia manda mucho en Argentina? Ahora tienen al Papa.
R: El catolicismo ha sido decisivo, está muy unido al peronismo. Perón ganó gracias a la Iglesia que ordenó no votar por la oposición en el 45. Cayó por la Iglesia paradójicamente en el 55. Y después se amigaron. Y ahora, las relaciones con Bergoglio con el kirchnerismo fueron malas pero después se amigaron. Ahora el Papa apoya a Scioli porque es el hombre sumiso que va a hacer lo que quieren los suyos.
P. Usted cree que están fatal pero mucha gente dice que la Argentina ha salido del agujero en el que se metió en el 2001, que la gente está mejor, que hay consumo…
R. Mentira, eso es porque leen las estadísticas del Indec que son falsas. Las villas miserias crecen y crecen en una forma espectacular. La gente duerme en la calle. Yo tengo muchos años, he vivido todos los regímenes. Yo me acuerdo la sorpresa que sentí por primera vez en mi vida cuando fui a Brasil y a Chile y vi gente durmiendo en la calle. A mí me parecía que estaba en África. Y hoy los tengo en la esquina de mi casa. Hablo de una decadencia que empieza ya después de la Segunda Guerra Mundial por causas económicas, políticas y sociales y de todo tipo. Después de 50 años no es crisis, es decandencia. Un estado fallido que llega a la culminación con el kirchnerismo.
P. ¿Qué Argentina cree que viene si gana Scioli como todo parece indicar?
R. Scioli es un hombre que no sabe nada de política, no le interesa la política. Es un caso único de un político que llegue a eso. Lo llevó el viento, todo se lo han dado, él ni tenía idea de llegar a ser político, se lo dio en bandeja Menem. Y después se lo dio en bandeja Duhalde y después Néstor y después Cristina, que lo convirtió en un trapo. Carece por completo de dignidad.
P. Hay quienes dicen que es una muestra de ambición, de resistir para ser presidente.
R. Sí, pero ser presidente no es ser político. La única ambición que él tuvo fue ser presidente y la táctica fue dejarse estar, hacer la plancha, dejarse basurear por Néstor y por Cristina adelante del público. Yo no conozco ningún político igual, es único.
P. ¿No cree que el peronismo gana porque protege las clases populares con las asignaciones universales por hijo, con este tipo de cuestiones?
R. Las asignaciones universales por hijo revelan el fracaso del modelo. Porque en un país próspero no hay asignaciones universales, quiere decir que hay una pobreza enorme que no pueden mantener a los hijos. Además no sirve para nada porque la inflación se lo traga. La inflación sube por un ascensor, es un viejo adagio argentino, y los sueldos suben por la escalera. No hay que aumentar los sueldos, eso es una droga. Hay que terminar con la inflación. El kirchnerismo no inventó nada, todo lo inventó Perón, antes de él en Argentina no había inflación.
P. Pero conserva mucho apoyo.
R. La clase alta porque hacen sus negocios apoyados por el Estado, las clases medias porque son clases consumistas, van a Miami, cambian de auto y eso es lo único que quieren, no piensan que llega el momento de pagar a eso. Eso les pasó a todos. Perón sube en un país riquísimo porque teníamos todas las reservas de la guerra. Perón dijo, una de sus humoradas cuando recién sube, que visitó el Banco Central y no se podía caminar por los pasillos porque están llenos de pilas de oro. A los cinco años se podía caminar perfectamente. Gastó todo. Ahora, esos cinco años fueron el paraíso, lo que se llama la fiesta peronista. Duró cinco años. Después de la euforia hay que pagar.
P. ¿Pero eso es algo que le sucede especialmente a los argentinos?
R. Antes el argentino era el inmigrante que ahorraba un pesito, que hacía una vida austera, como lo cuenta el propio Papa que sus padres eran inmigrantes italianos y él sigue esa austeridad. La Argentina que yo conocí era así. Cuando sube Perón y empieza a tirar la plata por la ventana ahí se acabó y eso se va heredando, heredando. Y después llega el momento de pagar la fiesta.
P. Usted que ha estudiado los mitos de Argentina, ¿Cree que Kirchner se está convirtiendo en un mito?
R. Lo están convirtiendo pero hay que esperar un tiempo. Hay que ver cuando se vaya Cristina qué pasa con el mito de Néstor… Ya lo dijo Coppola cuando vino a Argentina, Cristina es una actriz, no una política. Y la gente acá es muy sensible. Acá y en otras partes porque imagínense que profesores universitarios famosos como Heidegger hayan quedado encandilados con un payaso como Hitler revela que hay algo en la condición humana que no es en la Argentina solamente. Mire Maradona, era un personaje despreciable, ética y estéticamente, y sin embargo todavía hoy se lo sigue adorando.
P. ¿Y la intelectualidad argentina por qué está tan volcada con Cristina?
R. Porque forma parte del clima del país. No todos. Algunos apoyamos a Cambiemos, el único partido que está a favor de la democracia.
P. ¿Ese apoyo de la intelectualidad tiene que ver con la recuperación de los 70?
R. El kirchnerismo es una mezcla de los 40 y los 70. Porque la política económica del kirchnerismo es de los 40, esa que fracasó del 45 al 50 y que ahí, en el 50, Perón cambia. Nadie habla de que Perón del 50 para adelante era casi un liberal.
P. ¿Qué quedará de estos años?
R. La década perdida. Yo no creo que quede nada. Estamos peleados con todo el mundo menos con Venezuela.
P. Debe ser frustrante para usted ver al peronismo casi en un partido único.
R. Es muy deprimente. Yo me considero siempre un exiliado interior. Consideré que había retornado al país después del exilio interior en el 83 y me equivoqué. Ahora sigo estando y probablemente muera en el exilio interior.
P. Es un éxito del peronismo y un fracaso de la alternativa.
R. Sí, desde ya, eso lo admito. El siglo XX fue dominado por el fascismo y el stanilismo, y duró más que lo que está durando el peronismo. Llevó al mundo a la destrucción total. Y se salió. Yo creo que no lo voy a ver pero uno mantiene siempre un poco de esperanza.

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