Quizás el mayor hallazgo de “Cambiamos”, el libro de Hernán Iglesias Illa, sea su capacidad de modular el inconsciente de una nueva burguesía sublevada: el pasaje que fue haciendo una elite de ex jóvenes desde la vida privada a la vida pública a partir de la “crisis” y los instrumentos de un nuevo conocimiento de esa sociedad. Iglesias Illa conoce a su jefe, Marcos Peña, en un asado en Palermo en 2002 y le impresiona su desafío verde: construir “lo nuevo” con Mauricio Macri. La usina de esa construcción es la Fundación Pensar. Si Durán Barba se ufana de algo es que ellos “investigan” la sociedad. Los focus groups y las encuestas los obsesionan porque les permiten llevarse la sociedad a sus casas, esa sociedad que imaginan cada vez más libre, menos atávica con las tradiciones políticas. De este modo, las acciones que más se repiten en el libro de Iglesias Illa son reuniones: en Parque Patricios, en el Botánico, en el subsuelo de Balcarce, reuniones de cuatro, de cinco, de siete, de dos,...