Marilyn en la playa


Aquella tarde se despidió del mar.
El sol se puso rojo lentamente y mientras ella lo seguía se fue aplastando sobre la comba oscura del océano.
Las burbujas del champán aún le hacían cosquillas en la nariz y la brisa salada acompañaba el suave aroma de su piel hacia las dunas.
Se abrazó como intentando contener esa mezcla de gozo momentáneo y una leve melancolía.
Muy cerca, no hace tanto, una pequeña jugueteaba y bailaba en la arena, hacía piruetas y bailaba en torno a una sombrilla a rayas.

IXX-mar2015

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