Demasiada agua bajo el puente. (Mabaires)
http://mabaires.blogspot.com.ar/2015/08/demasiada-agua-bajo-el-puente.html
En los últimos 10 días no ha parado de llover sobre centro y norte de Buenos Aires. Aparentemente tampoco sobre Santa Fe, y Entre Rios, pero los medios se concentraron en los inundados de Buenos Aires. Tal vez porque la polarización en la campaña electoral, quedó marcada por unos comicios pasados por agua y con gusto a poco.
Como los medios y los políticos en general, usan el drama de quienes perdieron todo como bandera para hacer alharaca, me gustaría ir un poquito más allá de lo que nos muestran.
Los medios de comunicación hacen aparecer todo como una noticia. Es su negocio. De eso viven. Pero si usamos la lógica y sobre todo nuestra memoria, veremos que no es algo nuevo que se inunde la provincia de Buenos Aires en la cual incluyo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Vayamos a los mapas, esos que las maestras nos hacían calcar o comprar y colorear y nunca prestábamos mucha atención.
En el siguiente mapa (perdón por usar uno extranjero pero no encontré otro tan detallado en castellano) se ven las cuencas que irrigan el NEA, el Litoral, la selva tucumano oranense, y las cuencas de los ríos Salado. Sí, tenemos dos ríos con el mismo nombre porque somos poco originales. Si miran bien el mapa, ven que todos llegan a Buenos Aires. Todos traen el agua desde el norte del país, para desembocar en el estuario del Río de la Plata. Y como dice la canción , todos los ríos van al mar.
El agua no tiene un GPS. El agua se mueve de norte a sur por gravedad.
El norte está más alto, al igual que el oeste. Y el sur y el este están más bajos.
Ahora imaginemos un lugar más chico, un patio por ejemplo. Cuando llueve, si tiene esa pendiente, no se inunda, sino que desagua en esa rejilla que representa el estuario.
Pero qué pasa si la rejilla se obstruye con hojas y ramitas? Se inunda.
El agua empieza a acumularse, hace presión sobre las hojas amontonadas que a su vez, generan una fuerza reactiva en contrario, empujando el agua hacia atrás.
Básicamente esto es lo que hoy está pasando en todas las cuencas de los ríos que pueden verse arriba.
Pero además, por las pendientes, por el tipo de suelo y los desmontes, el agua no viene sola. Llega a los ríos a través de arroyos y en ellos se van depositando sedimentos: hojas, barro, limo, piedritas, restos de caracoles, ramitas, troncos, animales muertos... Son materia orgánica que se irá descomponiendo lentamente, pero que mientras tanto colmatan el curso de agua. Es decir, reducen su cauce.
Un ejemplo de colmatación lo podemos ver hoy en la embocadura, es decir en el nacimiento del rio Pilcomayo en Paraguay:
http://www.abc.com.py/nacionales/preocupa-colmatacion-en-el-pilcomayo-1397299.html
Si a nuestros ríos, le sumamos bidones de glifosato, botellas de gaseosas, latitas, bolsas de plástico, coches incendiados, botes hundidos... el cauce se reduce aún más.
Con un agravante particular: la degradación de estos elementos, más la descomposición de los anteriores, más los agrotóxicos, los detergentes, hidrocarburos y otros contaminantes que suelen llegar a los cursos de agua ya sea por derrame, por lavar las avionetas fumigadoras, o a través de las napas donde se infiltran los contenidos de los pozos ciegos, cambian o matan la microfauna que degrada esos componentes, al punto tal, de que en algunos lugares, se han convertido en verdaderos cursos de agua muerta, tal como pasó con el Riachuelo. Se eutrofizó.
Naturalmente, cuando el agua no encuentra por dónde salir, se estanca o retrocede y se formaron de ese modo los valles de inundación: una zona muy fértil, siempre húmeda, con abundante vegetación y fauna. Son los llamados humedales.
En la provincias de Corrientes, el valle de inundación del Iberá, tiene escasa pendiente. Entonces, se forman los esteros o bañados. Una zona donde el agua circula muy lentamente, y es filtrada por la flora autóctona, dando refugio a la fauna y convirtiéndose en un punto de atracción turística por su majestuosidad y extensión.
Son 13.000 km cuadrados.
Donde está el ciervo, es una masa flotante de camalotes, sedimentos, ramas y raíces, que conforman una isla móvil dentro del bañado. Más atrás, se ve la flora típica en forma de "pastos".
Las masas flotantes de vegetación, van atrapando materia orgánica que flota por el río, limpiándolo como si le pasara un colador. Los pastizales, de las costas con sus juncos, sus espadañas, sirven de retén a las aguas que bajan con mayor velocidad.
Esta es la función de los humedales. Filtrar y retener el agua que desciende hacia los ríos desde la tierra. Pero también, la de absorber el agua de las crecientes con su vegetación.
Siempre que hay un espejo o curso de agua, hay un humedal. Un terreno muy suelto, liviano, conformado básicamente por resaca y restos vegetales de la misma flora en descomposición, sobre el cual se arraigan. Es técnicamente una esponja. Toma agua, la retiene y la va soltando lentamente durante la sequía.
Otra función del humedal es retener en su vegetación los contaminantes que pudieran llegar con el río: exceso de sales minerales, o contaminantes de la industria.
Sin la intervención humana, los ríos, la flora y la fauna se han llevado muy bien. Pero a partir de la revolución industrial, en el siglo XVIII, las cosas cambiaron.
Todos los deshechos de las fábricas, encontraban su destino en los ríos y arroyos. Y las poblaciones fueron creciendo en torno a esos lugares donde estaba el trabajo.
De un modo poco o nada sustentable, las ciudades fueron expandiéndose sin planificación, en cercanías a los cursos de agua.
Fueron ocupando los lugares donde los ríos se explayaban cuando aumentaban su cauce.
Basta con ver un mapa de cotas (niveles de terreno) para verificar que el barrio de Belgrano, tiene zonas a 0,5m por debajo del nivel del mar.
Sí, están en un pozo. Se van a seguir inundando por la sencilla razón de que el río suele entrar por los desagües pluviales.
La Ciudad de Buenos Aires es el ejemplo más práctico para entender cómo las leyes y normas, que fueron creadas por quienes tenían el patrimonio, generaron este descalabro ecológico, al construir sobre cinco arroyos, cementar los humedales y construir encima, asfaltar las calles que antes, siendo empedradas, filtraban algo del agua y reducir la superficie verde que servía de amortiguador a las aguas que se precipitan hacia las zonas más bajas.
En amarillo están las zonas más bajas de la Ciudad. En marrón las más altas.
Las zonas anegables coinciden con los arroyos Maldonado, Vega y Medrano en el centro y norte. La zona sur, anegable por el Riachuelo, era el Bañado de Flores. Hoy es Villa Soldati, Floresta, Nueva Pompeya y Lugano.
"Cuando los decentes se van a su casa, los ladrones ocupan la casa de gobierno", decía Sarmiento, que se apoderó de las estancias de Rosas y se las regaló a los Sáenz Valiente y los Bullrich que construyeron sobre Avenida Libertador, al ladito del río. Pero tuvo la decencia de iniciar la red de tendido de agua potable y cloacas para la Ciudad de Buenos Aires. Endeudándonos, claro.
En este esquema de economía centrada en el dinero y no en las personas, el neoliberalismo de los últimos años, el más reaccionario, se dedicó al lavado de dinero proveniente de delitos graves como el narcotráfico, la trata, el juego clandestino, a través de negocios inmobiliarios.
Compran tierras baratas, las inundables, y modifican los códigos de planeamiento urbano con sus intendentes amigos.
Muchos de los emprendimientos privados que se hicieron ocupando los humedales de los ríos, fueron realizados con dinero proveniente del delito, ya sea de la estafa, del desfalco, o de la mafia.
Tenemos countries como Pilará, realizados en terrenos comprados caros con dinero de la AFJP Máxima, vendidos muy baratos al señor Ruete Aguirre (del directorio de Máxima) a través de una sociedad fantasma, y vueltos a vender a un grupo inmobiliario con sede en EEUU para desarrollar el country a una suma sustancialmente mayor.
Es decir, con el dinero de los aportantes a la AFJP, un director de esa AFJP se hizo una diferencia de varios millones de dólares.
El señor Ruete se compró un castillo en Italia y vive allá.
El grupo empresario argentino con sede en EEUU, multiplicó con creces a inversión.
Por supuesto, ningún Lanata hizo una investigación sobre los dineros que las AFJP le robaban a los aportantes.
Y cuando hubo una denuncia seria, como la realizada en 2004 contra Remes Lenicof, presidente del Grupo Orígenes del Banco Provincia, ex ministro pesificador, devaluador y estatizador de deuda privada de Duhalde, los jueces la cajonearon. En realidad, un juez: Marcos Aguinsky, el que reemplazó al primer juez de la causa que se fue de la función pública a poco de tomarla.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-37087-2004-06-22.html
En cambio la gente del Grupo Eidico, vinculada a Sergio Massa (FR) a través de Jorge O'Reilly, se dice que lava dinero de algunos cárteles de droga y que está vinculado al Opus Dei.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-207563-2012-11-11.html
Los O'Reilly están emparentados con los Lanusse.
Como Dolores O'Reilly Lanusse Becerra Grondona, la asesora de comunicación del hasta ahora gobernador Daniel Scioli (FPV) .
O con el ex fiscal Pablo Lanusse, (PRO), que renunció a su cargo luego de que se supiera que estaba protegiendo al tío Antonio en el lavado de dinero de la mafia del oro, por lo tanto hoy es un simple abogado, pero con muy buenos contactos en todos los tribunales de la Provincia y en algunos federales.
Como vemos, tiene acceso y amistad con los referentes de los principales partidos políticos incluyendo en el Partido Judicial, si tenemos en cuenta al fiscal Julio Novo que protege narcos, o a Sandra Arroyo Salgado y su primo González Charvay.
Como no le basta con la provincia de Buenos Aires, también en Neuquén tiene contactos ya que Carolina Lanusse es la esposa de Felipe Sapag. Que casualmente tiene una empresa inmobiliaria creada en 2007: Pléyades SRL; y anduvo haciendo lobby para acomodar la ley de bosques nativos de esa provincia a la conveniencia de EIDICO, según denuncian algunos legisladores neuquinos. Esto afectaría el bosque en Villa La Angostura, donde la empresa había puesto a la venta lotes en internet por un total de 340 hectáreas.
http://argentina.indymedia.org/news/2012/07/818107.php
En 1988, Gino Maini, representante de Raúl Moneta, junto a María Cristina Graffier, madre de la hija más pequeña del empresario Francisco Macri, Carlos Alberto Anzorreguy y Gustavo Adolfo Anzorreguy, hermanos del afable titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy; le cambiaron once hectáreas de terrenos tosqueros al Municipio de Pilar, dirigido entonces por Alberto Di Meola, por las 11 hectáreas en Tortuguitas, una zona de humedales. Ideal para un country con club de Polo y otras actividades carísimas y exclusivas donde reunir a empresarios. Eso les evitaba costosos trabajos de jardinería, y tenían depresiones naturales sobre un valle fértil para construir canchas de golf de un modo más económico.
El Tortugas Country Club estaba en marcha sobre el humedal del río Luján.
(ver Pmto. regio lote p/otro mayor valor)
http://www.pagina12.com.ar/1999/99-06/99-06-15/pag03.htm
En el afán de ser un poco más millonarios cada día, estos empresarios constructores, destruyen los ecosistemas y con ellos las vidas de los más vulnerables.
Porque en las grandes inundaciones, muere gente.
Algo que lamentablemente, ni los políticos, ni los jueces, tienen en cuenta a la hora de aprobar o prohibir estas construcciones que alteran el natural curso de las aguas.
Los ejemplos se repiten a lo largo de la cuenca del Río Luján y los arroyos que la componen. Taparon algunos, rellenaron lagunas, movieron tierras...
En esta página se puede ver claramente con imágenes satelitales, como la construcción de uno de esos barrios, afectó el valle de inundación del río. En este caso, el country San Sebastián, de EIDICO.
http://vecinosdelhumedal.blogspot.com.ar/2014/11/inundaciones-el-avance-del-mega-barrio.html
También se puede observar, cómo el country se encuentra seco aunque fue construído sobre el valle de inundación.
Una foto muy esclarecedora, sobre cómo funcionan como dique de contención de la escorrentía las megaconstrucciones, es la que circula por las redes sociales.
El alteo realizado por el barrio privado, mantiene secos los terrenos del interior, mientras que el agua se acumula al chocar contra el murallón de tierra, sobre la calle, y retrocede buscando su nivel, inunda al resto de los pobladores.
En la siguiente imagen se pueden observar los 128 km del Río Luján y las poblaciones más relevantes
Para graficarlo, si taponamos la desembocadura del Río Luján, si lo vamos trabando en su recorrido, si modificamos las costas, las poblaciones más lejanas se verán anegadas.
Observando la foto, uno puede ver cómo a medida que el río se acerca a la desembocadura, sus márgenes se tornan de un verde más intenso. Lo mismo pasa del otro lado del Paraná de las Palmas, donde los arroyos y riachos inundan frecuentemente la zona.
Puse el ejemplo de Buenos Aires, y Luján, porque es lo que está en los medios de todo el país. Pero también se inundaron Rosario y Salto.
Y hace 3 meses, Tucumán y Córdoba.
El fenómeno de las fuertes tormentas de características subtropicales a lo largo del territorio, ya se instaló.
Entre otras cosas, favorecido por el desmonte. No hay arboledas que frenen el agua, no sólo a nivel del suelo, sino también del aire.
La masa de aire cargada de humedad cuando viene del Brasil o Paraguay, no encuentra resistencia de bosques o montañas. Sigue avanzando y se va calentando con la irradiación del suelo .
Aumenta la temperatura del aire, y por ende, la evaporación. Las nubes suben más, a donde menos trabas tienen para seguir avanzando.
Cuando encuentran una masa de aire frío, ya se cargaron de tanta humedad , que producen copiosas precipitaciones en zonas que antes no las tenían.
El agua caída se infiltra aumentando también el nivel de las napas freáticas, con lo que la inundación se produce desde arriba,pero también desde abajo, porque esas napas desaguan en los ríos, generando una rápida subida del caudal.
Este es el efecto de los desmontes descontrolados para extender la frontera agrícola.
Si miramos fotos satelitales de cualquiera de los ríos argentinos o de cualquier lugar del mundo con la suerte de conservar despoblados sus márgenes, vamos a observar exactamente lo mismo.
No es un problema bonaerense. No es un problema argentino.
Es un problema mundial.
El narcocapitalismo, el que no tiene como función mejorar la vida de los hombres en general, sino la de un grupo reducido a expensas de las desgracias de los otros, es un problema mundial.
Argentina tiene la gran ventaja de ser un país con un extenso territorio, con muchísimos ríos y arroyos que irrigan sus tierras, y con muy poca población.
Desaprovechamos esa superlativa ventaja, repitiendo los errores de países vetustos y superpoblados.
Con la legislación adecuada y con el compromiso de los dirigentes políticos, podríamos ir a la vanguardia de la resolución de problemas ambientales como el que hoy está en todos los medios de comunicación.
Estas anárquicas aprobaciones de construcciones a gente muy adinerada para que hagan más dinero, generan desigualdad social, enormes perjuicios económicos a los pobladores y también a las provincias. Porque seamos sinceros: las pérdidas económicas de este desmadre noventista, no lo pagarán ni Constantini, ni O'Reilly, ni Ruete, ni Anzorreguy... Que además, tienen sus empresas radicadas en cuevas fiscales extranjeras, con lo que ni siquiera pagan todos sus impuestos.
Esta lógica del mercado como único jugador en la fijación de precios de las tierras, y sobrevalorándolas o devaluándolas a conveniencia de los más poderosos, nos hizo perder sobre el río Luján 9.200 hectáreas de humedales en 20 años.
Leíste bien.
El equivalente a 2/3 de la superficie de los Esteros del Iberá.
Estas obras que hoy hay que hacer para que no se nos mueran los ciudadanos y no perdamos nuestros bienes, lo pagaremos todos los argentinos.
Y no me parece muy justo que estos individuos se llenen los bolsillos con sus desmanes y nosotros debamos pagar las obras para subsanar el problema.
En principio, y como medida urgente, hay que frenar cualquiera de este tipo de construcciones en curso.
Pero después, habrá que pensar cómo hacerles pagar parte de las obras que hay que encarar para no seguir perdiendo bienes y fertilidad en nuestros suelos con cada inundación.
También estudiar el movimiento de mareas en las zonas donde construyeron marinas y embarcaderos y ver si se quedan o se derriban para que el río pueda seguir su curso sin entorpecimientos.
Leí a un candidato a intendente decir que "Hay que prohibir la construcción de barrios privados".
El problema no es si es privado o público; sino la forma en la que se está construyendo sobre terrenos anegables.
Los que hemos conocido el Tigre antes del "progreso", vimos las islas con sus viviendas construídas sobre palafitos.
Estas elevaciones, no modificaban el terreno, permitían el escurrimiento de las aguas, y hacía que, si estaban bien hechas, jamás el agua entrara a la casa.
En Castro, Chiloé, Chile, se observan algunas casas sobre palafitos.
Las de Tigre, solían ser solitarias:
Y una moderna, en Illinois, Estados Unidos, para que vean que hay que aguzar el ingenio y exigir construcciones razonables de acuerdo a la zona donde se emplazan :
Otra consecuencia del anarcocapitalismo, son los canales clandestinos que realizan algunos productores, de medianos a grandes , ya que al pequeño no le reditúa tanto hacerlo, para que no se les inunden sus campos, tirando el agua sobre los pueblo, otros campos, ríos o rutas, generan daños económicos invaluables, además de la pérdida de bienes y lucro cesante.
El 13 de junio el parlamento bonaerense sancionó la ley 14.703, que multa con hasta 120.000 litros de gasoil grado 3 (quince pesos el litro), los canales clandestinos, dejando el poder de policía a los intendentes.
http://infonoroeste.com.ar/nota/11751/promulgan_ley_que_castiga_con_multas_a_quienes_construyen_canales_clandestino/
Sin embargo, no escuché a nadie hablar de esto. Ni a los intendentes, ni al gobernador.
Mucho menos escuché que se hubiera sancionado a alguien, aún cuando desde un helicóptero hoy es posible ver exactamente dónde están esos canales y a dónde desaguan, fotografiarlos, multarlos y emplazar tal como dice la ley a que en 90 días ese canal ya no exista.
Esta lentitud, es la madre de la injusticia.
También es cierto que hay que sentarse con ellos y consensuar algunas medidas, ya sea reservorios artificiales de agua, que más tarde podrían utilizar durante las sequías, por ejemplo.
Al pequeño productor que hoy perdió la cosecha, que no le hagan pagar el impuesto inmobiliario rural, lo alivia un poquito, pero el dinero invertido, ya lo perdió.
No es algo disparatado lo que digo.
El INTA tiene cartas de suelos por zonas de todo el país, con las cotas de nivel de todo el territorio. Se puede diseñar un plan de evacuación de aguas por zonas, en lugar de que cada productor desagüe como le parece su campo.
Tenemos excelentes ingenieros hidráulicos.
Hacer lagunas artificiales, no es tan loco. Lo hacían los mayas y no tenían retroexcavadoras.
Serían una garantía para cuando vengan los 3 años de Corriente de la Nïña, que serán cada vez más secos, hasta la próxima corriente del Niño.
Si además esas lagunas, se hicieran entre varios campos, podrían asociarse los dueños de esas parcelas, y con la capacitación pertinente, sembrarse con pejerreyes o truchas y vender lo producido, generando un nuevo ingreso.
O hacer un emprendimiento turístico para pesca deportiva.
Plantar cortinas de árboles en los límites de los campos cortando las pendientes, cada determinada cantidad de hectáreas, generaría una pequeña zona sombreada al productor que le toque, que no permitirá proveer una buena cosecha en ese sector, pero que se compensaría con la venta de madera al cabo de cierto tiempo. Esa cortina arbórea serviría para evitar la erosión tanto eólica, como hídrica, cuando actúe como freno a las aguas de escorrentía.
Soluciones hay, pero hay que sentarse con todos los sectores, y explicarles que ese dinero que hoy no quieren perderse de ganar, los hace perder mucho más dinero a la larga.
Tiene que coordinarse desde los estados municipales y provinciales. Y hay que legislar a nivel nacional, para partir de una base única.
Hay que cambiar el paradigma de que el más grande arrase al más chico. Porque siempre habrá alguien más grande que termine con todos.
Es cierto que el subsuelo pertenece a las provincias desde la Constitución reformada de 1994. Para lo bueno y también debería serlo para lo malo.
Cuando una provincia hace prácticamente un monocultivo, y lixivia los agrotóxicos y fertilizantes hacia las napas y esos contaminantes van a parar al río del que toma agua la población, se convierte en una cuestión de salud pública.
Hay maneras de producir humedales artificiales que reducen la velocidad de las aguas que llegan al río y donde se puede generar con fitorremediación (plantas que retienen los contaminantes o excesos de Nitrógeno o Fósforo producido por las fertilizaciones o los excrementos de los animales que eutrofizarían los cursos de agua) un saneamiento de las mismas.
Hay que legislar sobre medioambiente. Pero sobre todo hay que educar a los señores jueces para que puedan cumplir con esas leyes.
Hay que divulgar y difundir entre la población, a través de la educación.
Las normas punitivas no dan resultado, porque en general no se aplican.
No conozco a nadie que haya ido preso por contaminar.
Y a veces, es preferible para los productores o los empresarios, arriesgarse a que los multen, a tener que hacer una obra que saldría más cara.
Se le da el carnet de piloto al señor que hace la fumigación aérea. Se le hace una revisión médica. Pero lo que hace después el piloto con la avioneta, rara vez es controlado.
¿Cuál es la manera correcta de deshacerse de los envases de agrotóxicos sin enfermar a la población?
¿Y la legislación para lavar las avionetas fumigadoras?
¿De dónde sacan el agua con la que lavan los tanques las avionetas?
¿A dónde tiran esa agua cuando terminaron de enjuagar los tanques?
Esa agua con la que lavó la avioneta en el arroyito que hay en Suipacha, hoy está flotando en medio de la casa de alguien en Luján.
Hay que explicarle a los señores jueces que no pueden dormir indefinidamente las causas por daño ambiental. Porque mientras ellos toman whisky y juegan al golf, el daño se profundiza y genera perjuicios graves, en la salud de la población, además de en los bienes materiales.
No puede ser que un productor, haga un recurso de amparo cuando se denuncia su canal clandestino que inunda pueblos o campos vecinos, y el juez se lo otorge ad infinitum, sin resolver jamás el tema...
Sobre un puente precario en Garín, el sábado con la tormenta, estaba un chiquito de 13 años intentando cruzarlo. Se resbaló y cayó al arroyo que desagua en el río y que cuando llueve, se vuelve caudalosamente violento. Se llamaba Rodrigo. Se ahogó. Murió. Su hermano menor se tiró a rescatarlo y debió ser rescatado él.
No tiene solución.
Apenas habían llovido 137 mm en 7 horas. Es bastante, pero tampoco para semejante correntada.
No puede haberse inundado de ese modo a no ser por los canales clandestinos, que desaguan en poco tiempo los campos llevando grandes caudales extra hacia los ríos y arroyos.
Mientras tanto el dueño del campo que hizo el desagüe clandestino que ayudó a inundar; el juez que otorgó el amparo y se olvidó del tema; el dueño de la fastuosa casa en el country construído con alteos y bombas para no inundarse; el constructor que hizo el country con los dineros sucios de sangre o corrupción; el intendente y los concejales que aprobaron la obra del country o los que no hicieron un puente seguro para la población del lugar; disfrutaban del día de descanso, pensando en que el domingo, irían a votar.
Como los medios y los políticos en general, usan el drama de quienes perdieron todo como bandera para hacer alharaca, me gustaría ir un poquito más allá de lo que nos muestran.
Los medios de comunicación hacen aparecer todo como una noticia. Es su negocio. De eso viven. Pero si usamos la lógica y sobre todo nuestra memoria, veremos que no es algo nuevo que se inunde la provincia de Buenos Aires en la cual incluyo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Vayamos a los mapas, esos que las maestras nos hacían calcar o comprar y colorear y nunca prestábamos mucha atención.
En el siguiente mapa (perdón por usar uno extranjero pero no encontré otro tan detallado en castellano) se ven las cuencas que irrigan el NEA, el Litoral, la selva tucumano oranense, y las cuencas de los ríos Salado. Sí, tenemos dos ríos con el mismo nombre porque somos poco originales. Si miran bien el mapa, ven que todos llegan a Buenos Aires. Todos traen el agua desde el norte del país, para desembocar en el estuario del Río de la Plata. Y como dice la canción , todos los ríos van al mar.
El agua no tiene un GPS. El agua se mueve de norte a sur por gravedad.
El norte está más alto, al igual que el oeste. Y el sur y el este están más bajos.
Ahora imaginemos un lugar más chico, un patio por ejemplo. Cuando llueve, si tiene esa pendiente, no se inunda, sino que desagua en esa rejilla que representa el estuario.
Pero qué pasa si la rejilla se obstruye con hojas y ramitas? Se inunda.
El agua empieza a acumularse, hace presión sobre las hojas amontonadas que a su vez, generan una fuerza reactiva en contrario, empujando el agua hacia atrás.
Básicamente esto es lo que hoy está pasando en todas las cuencas de los ríos que pueden verse arriba.
Pero además, por las pendientes, por el tipo de suelo y los desmontes, el agua no viene sola. Llega a los ríos a través de arroyos y en ellos se van depositando sedimentos: hojas, barro, limo, piedritas, restos de caracoles, ramitas, troncos, animales muertos... Son materia orgánica que se irá descomponiendo lentamente, pero que mientras tanto colmatan el curso de agua. Es decir, reducen su cauce.
Un ejemplo de colmatación lo podemos ver hoy en la embocadura, es decir en el nacimiento del rio Pilcomayo en Paraguay:
http://www.abc.com.py/nacionales/preocupa-colmatacion-en-el-pilcomayo-1397299.html
Si a nuestros ríos, le sumamos bidones de glifosato, botellas de gaseosas, latitas, bolsas de plástico, coches incendiados, botes hundidos... el cauce se reduce aún más.
Con un agravante particular: la degradación de estos elementos, más la descomposición de los anteriores, más los agrotóxicos, los detergentes, hidrocarburos y otros contaminantes que suelen llegar a los cursos de agua ya sea por derrame, por lavar las avionetas fumigadoras, o a través de las napas donde se infiltran los contenidos de los pozos ciegos, cambian o matan la microfauna que degrada esos componentes, al punto tal, de que en algunos lugares, se han convertido en verdaderos cursos de agua muerta, tal como pasó con el Riachuelo. Se eutrofizó.
Naturalmente, cuando el agua no encuentra por dónde salir, se estanca o retrocede y se formaron de ese modo los valles de inundación: una zona muy fértil, siempre húmeda, con abundante vegetación y fauna. Son los llamados humedales.
En la provincias de Corrientes, el valle de inundación del Iberá, tiene escasa pendiente. Entonces, se forman los esteros o bañados. Una zona donde el agua circula muy lentamente, y es filtrada por la flora autóctona, dando refugio a la fauna y convirtiéndose en un punto de atracción turística por su majestuosidad y extensión.
Son 13.000 km cuadrados.
Donde está el ciervo, es una masa flotante de camalotes, sedimentos, ramas y raíces, que conforman una isla móvil dentro del bañado. Más atrás, se ve la flora típica en forma de "pastos".
Las masas flotantes de vegetación, van atrapando materia orgánica que flota por el río, limpiándolo como si le pasara un colador. Los pastizales, de las costas con sus juncos, sus espadañas, sirven de retén a las aguas que bajan con mayor velocidad.
Esta es la función de los humedales. Filtrar y retener el agua que desciende hacia los ríos desde la tierra. Pero también, la de absorber el agua de las crecientes con su vegetación.
Siempre que hay un espejo o curso de agua, hay un humedal. Un terreno muy suelto, liviano, conformado básicamente por resaca y restos vegetales de la misma flora en descomposición, sobre el cual se arraigan. Es técnicamente una esponja. Toma agua, la retiene y la va soltando lentamente durante la sequía.
Otra función del humedal es retener en su vegetación los contaminantes que pudieran llegar con el río: exceso de sales minerales, o contaminantes de la industria.
Sin la intervención humana, los ríos, la flora y la fauna se han llevado muy bien. Pero a partir de la revolución industrial, en el siglo XVIII, las cosas cambiaron.
Todos los deshechos de las fábricas, encontraban su destino en los ríos y arroyos. Y las poblaciones fueron creciendo en torno a esos lugares donde estaba el trabajo.
De un modo poco o nada sustentable, las ciudades fueron expandiéndose sin planificación, en cercanías a los cursos de agua.
Fueron ocupando los lugares donde los ríos se explayaban cuando aumentaban su cauce.
Basta con ver un mapa de cotas (niveles de terreno) para verificar que el barrio de Belgrano, tiene zonas a 0,5m por debajo del nivel del mar.
Sí, están en un pozo. Se van a seguir inundando por la sencilla razón de que el río suele entrar por los desagües pluviales.
La Ciudad de Buenos Aires es el ejemplo más práctico para entender cómo las leyes y normas, que fueron creadas por quienes tenían el patrimonio, generaron este descalabro ecológico, al construir sobre cinco arroyos, cementar los humedales y construir encima, asfaltar las calles que antes, siendo empedradas, filtraban algo del agua y reducir la superficie verde que servía de amortiguador a las aguas que se precipitan hacia las zonas más bajas.
En amarillo están las zonas más bajas de la Ciudad. En marrón las más altas.
Las zonas anegables coinciden con los arroyos Maldonado, Vega y Medrano en el centro y norte. La zona sur, anegable por el Riachuelo, era el Bañado de Flores. Hoy es Villa Soldati, Floresta, Nueva Pompeya y Lugano.
"Cuando los decentes se van a su casa, los ladrones ocupan la casa de gobierno", decía Sarmiento, que se apoderó de las estancias de Rosas y se las regaló a los Sáenz Valiente y los Bullrich que construyeron sobre Avenida Libertador, al ladito del río. Pero tuvo la decencia de iniciar la red de tendido de agua potable y cloacas para la Ciudad de Buenos Aires. Endeudándonos, claro.
En este esquema de economía centrada en el dinero y no en las personas, el neoliberalismo de los últimos años, el más reaccionario, se dedicó al lavado de dinero proveniente de delitos graves como el narcotráfico, la trata, el juego clandestino, a través de negocios inmobiliarios.
Compran tierras baratas, las inundables, y modifican los códigos de planeamiento urbano con sus intendentes amigos.
Muchos de los emprendimientos privados que se hicieron ocupando los humedales de los ríos, fueron realizados con dinero proveniente del delito, ya sea de la estafa, del desfalco, o de la mafia.
Tenemos countries como Pilará, realizados en terrenos comprados caros con dinero de la AFJP Máxima, vendidos muy baratos al señor Ruete Aguirre (del directorio de Máxima) a través de una sociedad fantasma, y vueltos a vender a un grupo inmobiliario con sede en EEUU para desarrollar el country a una suma sustancialmente mayor.
Es decir, con el dinero de los aportantes a la AFJP, un director de esa AFJP se hizo una diferencia de varios millones de dólares.
El señor Ruete se compró un castillo en Italia y vive allá.
El grupo empresario argentino con sede en EEUU, multiplicó con creces a inversión.
Por supuesto, ningún Lanata hizo una investigación sobre los dineros que las AFJP le robaban a los aportantes.
Y cuando hubo una denuncia seria, como la realizada en 2004 contra Remes Lenicof, presidente del Grupo Orígenes del Banco Provincia, ex ministro pesificador, devaluador y estatizador de deuda privada de Duhalde, los jueces la cajonearon. En realidad, un juez: Marcos Aguinsky, el que reemplazó al primer juez de la causa que se fue de la función pública a poco de tomarla.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-37087-2004-06-22.html
En cambio la gente del Grupo Eidico, vinculada a Sergio Massa (FR) a través de Jorge O'Reilly, se dice que lava dinero de algunos cárteles de droga y que está vinculado al Opus Dei.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-207563-2012-11-11.html
Los O'Reilly están emparentados con los Lanusse.
Como Dolores O'Reilly Lanusse Becerra Grondona, la asesora de comunicación del hasta ahora gobernador Daniel Scioli (FPV) .
O con el ex fiscal Pablo Lanusse, (PRO), que renunció a su cargo luego de que se supiera que estaba protegiendo al tío Antonio en el lavado de dinero de la mafia del oro, por lo tanto hoy es un simple abogado, pero con muy buenos contactos en todos los tribunales de la Provincia y en algunos federales.
Como vemos, tiene acceso y amistad con los referentes de los principales partidos políticos incluyendo en el Partido Judicial, si tenemos en cuenta al fiscal Julio Novo que protege narcos, o a Sandra Arroyo Salgado y su primo González Charvay.
Como no le basta con la provincia de Buenos Aires, también en Neuquén tiene contactos ya que Carolina Lanusse es la esposa de Felipe Sapag. Que casualmente tiene una empresa inmobiliaria creada en 2007: Pléyades SRL; y anduvo haciendo lobby para acomodar la ley de bosques nativos de esa provincia a la conveniencia de EIDICO, según denuncian algunos legisladores neuquinos. Esto afectaría el bosque en Villa La Angostura, donde la empresa había puesto a la venta lotes en internet por un total de 340 hectáreas.
http://argentina.indymedia.org/news/2012/07/818107.php
En 1988, Gino Maini, representante de Raúl Moneta, junto a María Cristina Graffier, madre de la hija más pequeña del empresario Francisco Macri, Carlos Alberto Anzorreguy y Gustavo Adolfo Anzorreguy, hermanos del afable titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy; le cambiaron once hectáreas de terrenos tosqueros al Municipio de Pilar, dirigido entonces por Alberto Di Meola, por las 11 hectáreas en Tortuguitas, una zona de humedales. Ideal para un country con club de Polo y otras actividades carísimas y exclusivas donde reunir a empresarios. Eso les evitaba costosos trabajos de jardinería, y tenían depresiones naturales sobre un valle fértil para construir canchas de golf de un modo más económico.
El Tortugas Country Club estaba en marcha sobre el humedal del río Luján.
(ver Pmto. regio lote p/otro mayor valor)
http://www.pagina12.com.ar/1999/99-06/99-06-15/pag03.htm
En el afán de ser un poco más millonarios cada día, estos empresarios constructores, destruyen los ecosistemas y con ellos las vidas de los más vulnerables.
Porque en las grandes inundaciones, muere gente.
Algo que lamentablemente, ni los políticos, ni los jueces, tienen en cuenta a la hora de aprobar o prohibir estas construcciones que alteran el natural curso de las aguas.
Los ejemplos se repiten a lo largo de la cuenca del Río Luján y los arroyos que la componen. Taparon algunos, rellenaron lagunas, movieron tierras...
En esta página se puede ver claramente con imágenes satelitales, como la construcción de uno de esos barrios, afectó el valle de inundación del río. En este caso, el country San Sebastián, de EIDICO.
http://vecinosdelhumedal.blogspot.com.ar/2014/11/inundaciones-el-avance-del-mega-barrio.html
También se puede observar, cómo el country se encuentra seco aunque fue construído sobre el valle de inundación.
Una foto muy esclarecedora, sobre cómo funcionan como dique de contención de la escorrentía las megaconstrucciones, es la que circula por las redes sociales.
El alteo realizado por el barrio privado, mantiene secos los terrenos del interior, mientras que el agua se acumula al chocar contra el murallón de tierra, sobre la calle, y retrocede buscando su nivel, inunda al resto de los pobladores.
En la siguiente imagen se pueden observar los 128 km del Río Luján y las poblaciones más relevantes
Para graficarlo, si taponamos la desembocadura del Río Luján, si lo vamos trabando en su recorrido, si modificamos las costas, las poblaciones más lejanas se verán anegadas.
Observando la foto, uno puede ver cómo a medida que el río se acerca a la desembocadura, sus márgenes se tornan de un verde más intenso. Lo mismo pasa del otro lado del Paraná de las Palmas, donde los arroyos y riachos inundan frecuentemente la zona.
Puse el ejemplo de Buenos Aires, y Luján, porque es lo que está en los medios de todo el país. Pero también se inundaron Rosario y Salto.
Y hace 3 meses, Tucumán y Córdoba.
El fenómeno de las fuertes tormentas de características subtropicales a lo largo del territorio, ya se instaló.
Entre otras cosas, favorecido por el desmonte. No hay arboledas que frenen el agua, no sólo a nivel del suelo, sino también del aire.
La masa de aire cargada de humedad cuando viene del Brasil o Paraguay, no encuentra resistencia de bosques o montañas. Sigue avanzando y se va calentando con la irradiación del suelo .
Aumenta la temperatura del aire, y por ende, la evaporación. Las nubes suben más, a donde menos trabas tienen para seguir avanzando.
Cuando encuentran una masa de aire frío, ya se cargaron de tanta humedad , que producen copiosas precipitaciones en zonas que antes no las tenían.
El agua caída se infiltra aumentando también el nivel de las napas freáticas, con lo que la inundación se produce desde arriba,pero también desde abajo, porque esas napas desaguan en los ríos, generando una rápida subida del caudal.
Este es el efecto de los desmontes descontrolados para extender la frontera agrícola.
Si miramos fotos satelitales de cualquiera de los ríos argentinos o de cualquier lugar del mundo con la suerte de conservar despoblados sus márgenes, vamos a observar exactamente lo mismo.
No es un problema bonaerense. No es un problema argentino.
Es un problema mundial.
El narcocapitalismo, el que no tiene como función mejorar la vida de los hombres en general, sino la de un grupo reducido a expensas de las desgracias de los otros, es un problema mundial.
Argentina tiene la gran ventaja de ser un país con un extenso territorio, con muchísimos ríos y arroyos que irrigan sus tierras, y con muy poca población.
Desaprovechamos esa superlativa ventaja, repitiendo los errores de países vetustos y superpoblados.
Con la legislación adecuada y con el compromiso de los dirigentes políticos, podríamos ir a la vanguardia de la resolución de problemas ambientales como el que hoy está en todos los medios de comunicación.
Estas anárquicas aprobaciones de construcciones a gente muy adinerada para que hagan más dinero, generan desigualdad social, enormes perjuicios económicos a los pobladores y también a las provincias. Porque seamos sinceros: las pérdidas económicas de este desmadre noventista, no lo pagarán ni Constantini, ni O'Reilly, ni Ruete, ni Anzorreguy... Que además, tienen sus empresas radicadas en cuevas fiscales extranjeras, con lo que ni siquiera pagan todos sus impuestos.
Esta lógica del mercado como único jugador en la fijación de precios de las tierras, y sobrevalorándolas o devaluándolas a conveniencia de los más poderosos, nos hizo perder sobre el río Luján 9.200 hectáreas de humedales en 20 años.
Leíste bien.
El equivalente a 2/3 de la superficie de los Esteros del Iberá.
Estas obras que hoy hay que hacer para que no se nos mueran los ciudadanos y no perdamos nuestros bienes, lo pagaremos todos los argentinos.
Y no me parece muy justo que estos individuos se llenen los bolsillos con sus desmanes y nosotros debamos pagar las obras para subsanar el problema.
En principio, y como medida urgente, hay que frenar cualquiera de este tipo de construcciones en curso.
Pero después, habrá que pensar cómo hacerles pagar parte de las obras que hay que encarar para no seguir perdiendo bienes y fertilidad en nuestros suelos con cada inundación.
También estudiar el movimiento de mareas en las zonas donde construyeron marinas y embarcaderos y ver si se quedan o se derriban para que el río pueda seguir su curso sin entorpecimientos.
Leí a un candidato a intendente decir que "Hay que prohibir la construcción de barrios privados".
El problema no es si es privado o público; sino la forma en la que se está construyendo sobre terrenos anegables.
Los que hemos conocido el Tigre antes del "progreso", vimos las islas con sus viviendas construídas sobre palafitos.
Estas elevaciones, no modificaban el terreno, permitían el escurrimiento de las aguas, y hacía que, si estaban bien hechas, jamás el agua entrara a la casa.
En Castro, Chiloé, Chile, se observan algunas casas sobre palafitos.
Las de Tigre, solían ser solitarias:
Y una moderna, en Illinois, Estados Unidos, para que vean que hay que aguzar el ingenio y exigir construcciones razonables de acuerdo a la zona donde se emplazan :
Otra consecuencia del anarcocapitalismo, son los canales clandestinos que realizan algunos productores, de medianos a grandes , ya que al pequeño no le reditúa tanto hacerlo, para que no se les inunden sus campos, tirando el agua sobre los pueblo, otros campos, ríos o rutas, generan daños económicos invaluables, además de la pérdida de bienes y lucro cesante.
El 13 de junio el parlamento bonaerense sancionó la ley 14.703, que multa con hasta 120.000 litros de gasoil grado 3 (quince pesos el litro), los canales clandestinos, dejando el poder de policía a los intendentes.
http://infonoroeste.com.ar/nota/11751/promulgan_ley_que_castiga_con_multas_a_quienes_construyen_canales_clandestino/
Sin embargo, no escuché a nadie hablar de esto. Ni a los intendentes, ni al gobernador.
Mucho menos escuché que se hubiera sancionado a alguien, aún cuando desde un helicóptero hoy es posible ver exactamente dónde están esos canales y a dónde desaguan, fotografiarlos, multarlos y emplazar tal como dice la ley a que en 90 días ese canal ya no exista.
Esta lentitud, es la madre de la injusticia.
También es cierto que hay que sentarse con ellos y consensuar algunas medidas, ya sea reservorios artificiales de agua, que más tarde podrían utilizar durante las sequías, por ejemplo.
Al pequeño productor que hoy perdió la cosecha, que no le hagan pagar el impuesto inmobiliario rural, lo alivia un poquito, pero el dinero invertido, ya lo perdió.
No es algo disparatado lo que digo.
El INTA tiene cartas de suelos por zonas de todo el país, con las cotas de nivel de todo el territorio. Se puede diseñar un plan de evacuación de aguas por zonas, en lugar de que cada productor desagüe como le parece su campo.
Tenemos excelentes ingenieros hidráulicos.
Hacer lagunas artificiales, no es tan loco. Lo hacían los mayas y no tenían retroexcavadoras.
Serían una garantía para cuando vengan los 3 años de Corriente de la Nïña, que serán cada vez más secos, hasta la próxima corriente del Niño.
Si además esas lagunas, se hicieran entre varios campos, podrían asociarse los dueños de esas parcelas, y con la capacitación pertinente, sembrarse con pejerreyes o truchas y vender lo producido, generando un nuevo ingreso.
O hacer un emprendimiento turístico para pesca deportiva.
Plantar cortinas de árboles en los límites de los campos cortando las pendientes, cada determinada cantidad de hectáreas, generaría una pequeña zona sombreada al productor que le toque, que no permitirá proveer una buena cosecha en ese sector, pero que se compensaría con la venta de madera al cabo de cierto tiempo. Esa cortina arbórea serviría para evitar la erosión tanto eólica, como hídrica, cuando actúe como freno a las aguas de escorrentía.
Soluciones hay, pero hay que sentarse con todos los sectores, y explicarles que ese dinero que hoy no quieren perderse de ganar, los hace perder mucho más dinero a la larga.
Tiene que coordinarse desde los estados municipales y provinciales. Y hay que legislar a nivel nacional, para partir de una base única.
Hay que cambiar el paradigma de que el más grande arrase al más chico. Porque siempre habrá alguien más grande que termine con todos.
Es cierto que el subsuelo pertenece a las provincias desde la Constitución reformada de 1994. Para lo bueno y también debería serlo para lo malo.
Cuando una provincia hace prácticamente un monocultivo, y lixivia los agrotóxicos y fertilizantes hacia las napas y esos contaminantes van a parar al río del que toma agua la población, se convierte en una cuestión de salud pública.
Hay maneras de producir humedales artificiales que reducen la velocidad de las aguas que llegan al río y donde se puede generar con fitorremediación (plantas que retienen los contaminantes o excesos de Nitrógeno o Fósforo producido por las fertilizaciones o los excrementos de los animales que eutrofizarían los cursos de agua) un saneamiento de las mismas.
Hay que legislar sobre medioambiente. Pero sobre todo hay que educar a los señores jueces para que puedan cumplir con esas leyes.
Hay que divulgar y difundir entre la población, a través de la educación.
Las normas punitivas no dan resultado, porque en general no se aplican.
No conozco a nadie que haya ido preso por contaminar.
Y a veces, es preferible para los productores o los empresarios, arriesgarse a que los multen, a tener que hacer una obra que saldría más cara.
Se le da el carnet de piloto al señor que hace la fumigación aérea. Se le hace una revisión médica. Pero lo que hace después el piloto con la avioneta, rara vez es controlado.
¿Cuál es la manera correcta de deshacerse de los envases de agrotóxicos sin enfermar a la población?
¿Y la legislación para lavar las avionetas fumigadoras?
¿De dónde sacan el agua con la que lavan los tanques las avionetas?
¿A dónde tiran esa agua cuando terminaron de enjuagar los tanques?
Esa agua con la que lavó la avioneta en el arroyito que hay en Suipacha, hoy está flotando en medio de la casa de alguien en Luján.
Hay que explicarle a los señores jueces que no pueden dormir indefinidamente las causas por daño ambiental. Porque mientras ellos toman whisky y juegan al golf, el daño se profundiza y genera perjuicios graves, en la salud de la población, además de en los bienes materiales.
No puede ser que un productor, haga un recurso de amparo cuando se denuncia su canal clandestino que inunda pueblos o campos vecinos, y el juez se lo otorge ad infinitum, sin resolver jamás el tema...
Sobre un puente precario en Garín, el sábado con la tormenta, estaba un chiquito de 13 años intentando cruzarlo. Se resbaló y cayó al arroyo que desagua en el río y que cuando llueve, se vuelve caudalosamente violento. Se llamaba Rodrigo. Se ahogó. Murió. Su hermano menor se tiró a rescatarlo y debió ser rescatado él.
No tiene solución.
Apenas habían llovido 137 mm en 7 horas. Es bastante, pero tampoco para semejante correntada.
No puede haberse inundado de ese modo a no ser por los canales clandestinos, que desaguan en poco tiempo los campos llevando grandes caudales extra hacia los ríos y arroyos.
Mientras tanto el dueño del campo que hizo el desagüe clandestino que ayudó a inundar; el juez que otorgó el amparo y se olvidó del tema; el dueño de la fastuosa casa en el country construído con alteos y bombas para no inundarse; el constructor que hizo el country con los dineros sucios de sangre o corrupción; el intendente y los concejales que aprobaron la obra del country o los que no hicieron un puente seguro para la población del lugar; disfrutaban del día de descanso, pensando en que el domingo, irían a votar.
Comentarios
Publicar un comentario