Apostillas de la derrota (3)

http://polipolitoelpolitologo.blogspot.com.ar/2015/11/por-280-ajustadisimo-el-procesado.html
23 de noviembre de 2015

¡POR 2,80%! AJUSTAdísimo EL PROCESADO

Por primera vez en la historia de la política mundial, un procesado con doble confirmación de cámara llegó a la presidencia de un país. Esto es un triste record Guinness para la imagen de la Argentina, que debilita a las instituciones todas, a la división de poderes de Montesquieu, y a la honorabilidad de la justicia independiente.
Algo que indignaría a republicanos y honestistas declamativos, de la talla de una Mirta Tilingrand o incluso de un Luis Estúpido Majul, si no fuera porque estuvieron festejando con globería de colores, el triunfo de dicho homúnculo sospechado de cometer un grave delito.

Asimismo, un Maurizzio presi nos arroja varias situaciones paradojales:

En primer lugar, dado que el suscripto es un futbolero insano, un "9" obsesionado con el gol que fatiga campeonatos de ligas amateurs desde hace lustros, se empezará aquí por lo políticamente más lúdico.
En ese sentido, es un misterio como un escuálido tirifilo como ese muchacho Maurizzio, con un eje corporal propio de una ojota, es decir de un sujeto inepto para la práctica activa de cualquier deporte, pudo dominar con cierta básica destreza, la técnica para la ejecución de un tiro libre, con la rosca justa como para permitir que la bocha supere la barrera, e ingrese a media altura junto al palo izquierdo del arco rival, en su cancha privada de Los Abrojos.
No habrá sido un tiro libre folha seca de Cristiano, un zapatazo de imposible trayectoria de Roberto Carlos, o (para dar un ejemplo más xeneize) un tres dedos del Chelo Delgado, empero, por tratarse de un partido de nivel casa-quinta concheta, fue un más que bonito gol.

Pues bien, hasta una ojota que logra ascender a zapatilla, merece un pizca de respeto.
No es el caso de Maurizzio bailarín, quien debería ser amarrado en el piso de una bicisenda para que sea atropellado por la silla de ruedas de Gabriela Michetti, cada vez que ejecuta alguno de esos extraños movimientos espasmódicos que llama "coreo", insultando con ello al arte de la danza como manifestación milenaria de la cultura humana.

Otra curiosidad, ya yendo al terreno de las ciencias sociales, es la extraña combinación de debilidad y fortaleza con la cual asumirá el ajustador amarillo.
El margen diferencial es estrechísimo, un poco más de dos puntos y medio, denotando un país casi partido en mitades.
La cantidad de gobernaciones que gestionará Cambiemos para Atriqui, es insólitamente ínfima para un oficialismo: 5 de 24 distritos. No obstante, es cualitativamente muy importante, al gobernar en dos de los principales: Provincia de Buenos Aires y la Ciudad homónima.
La bancada Pro-radical es minoritaria en diputados y ultra minoritaria en senadores.
Sin embargo, el partido judicial, la justicia ilegítima que detenta la corleónica famiglia judicial, está colonizada por el macrismo-radicalismo. Sobre todo el fuero contencioso administrativo, que es el que revisaría y podría hacer la vista gorda con los eventuales DNUs ajustadores de los yellows.
Maniobra con la cual Garcambios buscaría gambetear votaciones legislativas perdidosas, para por ejemplo, imponer un programa regresivo made in Fondo Monetario Internacional.
La experticia de Maurizzio en comprar sindicalistas no es para subestimar tampoco, como alcalde de Asco City puso en caja (en el cabal sentido de la palabra) los conflictos gremiales en su jurisdicción, y ya cuenta con el moyanismo como intere$$ado aliado.

La oposición es peronista y está fracturada. Querrá mojar el pancito en la salsa, algún traidor trasnochado como un vergonzante Sota, virtualmente el facilitador de una presidencia del ajuste (Nota: en Córdoba, Garcambios tuvo el apoyo del "cordobesismo", y logró una diferencia más alta que en la misma CABA. Ese diferencial mediterráneo se condice, casi exactamente, con la cantidad de votos de ventaja que obtuvo el procesado para llegar a presi). O un Massita que, con su voz finita, ya se postula afiebradamente temprano para el 2019.
Empero, Matheu 130 no paga traidores, se tendrán que poner en fila en la interna, o seguir su ruta de partidito demoliberal de la avenida del medio (del ort).

Los encuestadores la pifiaron otra vez, algunos de delincuencial práctica numerológica como Gonzalez y Vaya a darles (el mismo que decía que Massita iba al balotaje...tras ser contratado por el tigrillo, obvio) hablaban de más de 15 puntos de diferencia en favor del Pro. La clarinista Menage and Fruit y la mitrista Poligarquía, le daban nueve puntos arriba a Macri, y así.
Ninguno tuvo en cuenta la conmovedora campaña de la militancia que se puso al hombro a un Pichichi que no dio la talla, que de ganador natural en primera vuelta terminó, al hacerlo pírricamente, como sparring en el balotaje.
Y si bien lo del piberío militante no alcanzó para evitar la restauración noventista, puso una pica en Flandes. Esto es: ante la ola amarilla de "cambio", coadyuvó a mantener para el FPV, la primera y tercera secciones conurbanas y con eso el triunfo en la Provincia. Lo cual, junto con los resultados del Norte del país y la Patagonia, estrecharon los margenes del  triunfo macrista, hasta tornarlo también a lo Pirro (incluso por una menor diferencia porcentual que la de Scioli en octubre).
Esto significa que su planificado ajuste para transferirle riqueza al mega empresariado exportador, que luego "derrame" hacia abajo al estilo de los noventa, ya no podrá ser en shock devaluatorio.
No tiene margen político con un triunfo tan finito.
Deberá hacer gradualismo, no precisamente keynesiano.
Macri depende de su quimera amarilla, la famosa lluvia de dólares que según los cráneos Pro vendrá por el voluntarista eslogan que esgrime implícitamente: "yo le transmito confianza a los mercados" (ergo: se ofrece como gendarme de su rentabilidad).
Más factible es que pueda negociar con "el campo" (léase: las cerealeras y los pools sojeros que constituyen el sector agrofinanciero concentrado) el cual encanutó soja en silo bolsas en los últimos dos años por valores astronómicos, para que deje en Tesorería un porcentaje de sus dólares de exportación, previo asegurarle por supuesto, un incremento astronómico en sus ganancias netas.
Sólo si una entrada masiva de capitales ocurre, Macri podría devaluar sentado en una caja de dólares que impida el desmadre, a esperar que se recuperen en un corto o mediano plazo, los precios de las commodities, como para luego ir revirtiendo el impacto de la caída sobreviniente en el nivel de vida de la población.
Es que no es descabellado un contexto inflacionario para 2016 del 50% o más, sobre todo si va a ser motorizado por la quita de subsidios que encarezca los transportes y servicios públicos, las subas en los precios de los alimentos "desretencionados", y la desaparición de los Precios Cuidados.
Si no llueven dólares, si sólo garúan finito algunos verdes por breve lapso, solo le quedaría a Macri, tras hincarse rápidamente ante los buitres, volver desesperado al FMI para comprar más tiempo.
Luego nos aguardaría  transitar el camino de Grecia.
Y el Tsipras argentino que emerja en el Syriza peronista de la vuelta, no tendrá el euro corset que amedrentó al ateniense.
Tendrá el ejemplo histórico de Néstor para negociar con los tiburones financieros con un arpón en la mano. O el de Cristina para resistir el aleteo de los rapaces con la bandera bien en alto.

Ya lo dijo el filósofo nacido en Paraná, valeriano del mar por adopción, Carlos Alberto Solari:
El futuro llegó, todo un palo.
Pese al consejo del sabio Marx (Groucho): "si lo ves al futuro, dile que no venga".

PD: Otra curiosidad, sigue la maldición. Después de Juan Manuel de Rosas, ningún gobernador de la Provincia de Buenos Aires pudo llegar a mandar en el país.
Hada Mariu Vidal, no se haga los rulos.
Publicado por Polito

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http://gerardofernandez.net/primeras-impresiones-sobre-la-derrota/

Primeras impresiones sobre la derrota

El miércoles 26 de octubre del 2011, a tres días de la victoria arrasadora, escribí el post “Ser inteligentes en la victoria” donde anticipaba qué podía suceder si se realizaba una lectura equivocada de los resultados. Te propongo que lo releas y luego sigas con este texto.

http://tirandoalmedio.blogspot.com.ar/2011/10/ser-inteligentes-en-la-victoria.html

No voy a decir muchas cosas que no haya dicho en los posteos posteriores al 25 de octubre, por ejemplo, acá. Esta derrota es, antes que nada, la consecuencia de una multiplicidad de factores, externos e internos, sucintamente anotaré los últimos.

El triunfo del 2011 se debió en gran parte a la buena situación económica, a la ausencia de una alternativa opositora consistente, a esa recomposición fenomenal que se dio luego de la derrota de 2009 y, fundamentalmente, al impacto de la muerte de Néstor Kirchner. La lectura de esa victoria fue muy defectuosa y a partir de ahí el 54 % fue como una suma de dinero importantísima depositada en el cajero que se fue gastando con los días, los meses y los años sin prisa pero sin pausa, hasta que se acabó: consumo de poder le dicen. Da bronca perder así, pero como en todo en la vida, se pierde como se puede, no como se debe.

La ausencia de Néstor dejó a Cristina con un vacío inmenso en lo referido a la construcción y acción política que no logró llenar. De un día para otro se encontró sin su compañero que, entre otras cosas, le solucionaba los asuntos de rosca política -algo que no pudo reemplazar- y con una cantidad de votos histórica, un combo muy difícil de manejar. A eso se suma la lectura errónea que se hizo de la victoria, empezando por suponer que todos esos votos contenían un compromiso K que, en realidad, sólo existió en análisis infectados de voluntarismo. Ni todos los que votaron al FPV en 2011 eran kirchneristas furibundos ni todos los que acaban de ungir presidente a Mauricio Macri son del PRO. Más que nunca debemos recurrir al lugar común de que el voto va y viene y el elector no se casa con nadie. El que hoy te votó mañana te pasa la factura sin miramientos.

El 54 % creó para adentro un estado de “Sí Cristina” que terminó siendo nefasto. A su sombra se creó un microclima que nos hizo creer que todo lo que sucedía ahí dentro también sucedía en la vida real del conjunto de los argentinos. Ese error nos fue aislando progresivamente hasta que ya en 2013 salimos a hacer campaña con una consigna que evidenciaba el encierro: “Elegir seguir haciendo” y en 2015 fue la propia ciudadanía la que el 25 de octubre nos lo facturó. En un ambiente ensimismado, estábamos convencidos que si llevábamos como candidato a un compañero que, independientemente de su valor y compromiso, para afuera tenía una imagen negativa altísima, igual ganaríamos la provincia pues repetíamos la verdad revelada de que las dos puntas de la boleta lo remolcaban, hasta que se abrieron las urnas y comprobamos con amarga sorpresa que los comportamientos electorales un día se modifican y se perdió nada menos que la PBA. Quedó expuesto que un candidato con imagen negativa elevada era una pieza fácil de atacar, como efectivamente sucedió con la operación La Morsa. En líneas generales no se resolvió la interna de la mejor manera y si bien en su momento entendí que la forma en que se actuó desde la conducción era la mejor, hoy, con el diario del lunes, veo que ahí también dimos señales negativas para afuera. Todo esto hay que volcarlo en términos de enseñanza.

La derrota en la PBA y el margen estrecho de 3 puntos de Scioli en primera vuelta generó una campaña desordenada, sin dirección y plagada de un voluntarismo militante que si bien no alcanzó para ganar, es incontestable que contribuyó y mucho para que la diferencia final sea muy estrecha y no paliza. Escribí en su momento que la campaña del miedo parecía inservible y que no se ganan elecciones apelando al miedo, entre otras cosas porque se veía que el pueblo no creía en lo que desde el FPV se decía que le podía pasar. También hablé del voto en contra propia y creo que algo de eso ha sido ratificado, el problema es que si en la campaña electoral no se llega a hacer creíble un mensaje, de nada sirve que luego se confirme en la vida real lo anticipado. Si se comprobase que mucha gente votó en contra de sus intereses para manifestar su descontento con el kirchnerismo, será irremediablemente tarde.

Hubo también factores externos: 12 años de gobierno no son poca cosa y eso se nota cuando se verifica que arribamos a esta elección habiéndonos escindido de la idea de futuro y presentándonos como más de lo mismo. A veces las sociedades no quieren más de lo mismo, ansían otras cosas. Buscan futuro como sea y todo indica que el FPV no fue esta vez la herramienta más adecuada para conquistarlo. Nos quedamos inmersos en recordar muchas de las conquistas pero olvidamos que, una vez que éstas se naturalizan, a nadie le importa mucho quién las llevó adelante. Es el drama del político de ver cómo, llegado un punto ya nadie te rinde homenaje por lo que hiciste: Al fin y al cabo estás para eso. Te lo agradecen pero le dan el triunfo al opositor.

La sociedad argentina ha resuelto darse una representación política distinta y eso es sagrado para quienes creemos a fondo en la democracia. La gran mayoría de quienes han consagrado presidente a Macri le dará el crédito que se merece cada presidente ungido por el voto popular y se lo quitará cuando lo estime necesario. A nosotros nos queda el honor de haber dejado un país mucho mejor que como lo encontramos y de seguir trabajando para ver cómo corregimos los errores propios y cómo planificamos las acciones para saltar en un futuro las barreras que en estos años no pudimos/supimos enfrentar. Me refiero a la corporación judicial: ahí habrá que ver cuánto hay de externo y cuánto de errores propios. Desde el vamos digo que es imposible gobernar con la justicia en contra. Habrá que ver cómo se lo hace en el futuro.

Lo importante hoy es mirar para adelante, estamos obligados a ello. Tenemos muchísimas cosas para revisar pero también para celebrar. De nuevo, dejamos el país muchísimo mejor que como lo encontró Néstor el 25 de mayo de 2003. Ahora, no obstante, empezará un tiempo sin dudas arduo donde todo lo antipopular que haga el nuevo gobierno será justificado por la herencia recibida. Dirán que se ven obligados a tomar estas medidas por el estado calamitoso en que lo dejó kirchnerismo. Es algo inevitable y debemos estar preparados para soportarlo. Por lo demás, no hay dudas de que la mejor forma de salir adelante en este momento es seguir convencidos de que en los ejes de fondo, nuestras certezas siguen siendo correctas: sigue siendo correcta la estrategia de jugar en torno a las BRICS, porque el mundo que viene pasa por ahí. Por supuesto que Cambiemos piensa exactamente lo contrario y obrará en ese sentido, volviendo a colocar al país como satélite de Estados Unidos y todo lo que ello significa. Dirán que Argentina “vuelve al mundo”, al Fondo, a los Buitres, etc. Si en tiempos de gloria kirchnerista se decía “a la izquierda del kirchnerismo, la pared”, ahora será “A la derecha de Macri, la pared”. Pero a no confundirse: es poco probable que salgan a decretar medidas drásticas desde el primer día. Desde mañana hasta el 10 de diciembre irán trabajando la idea de gradualidad que empezó a desplegar Macri en la semana pasada. No son suicidas: Los mercados aprendieron la lección y ahora vendrán predispuestos a prestar mucha mayor atención a los efectos colaterales de su gestión en el poder.

El principal problema en estos 20 días lo tendrá el gobierno de Cristina pues no van a dejarla ir en paz y con buena imagen: necesitan que se vaya hecha pedazos, cosa que se le dificulte volver. Habrá que estar muy atentos a cómo opera el poder económico en las próximas horas. Arnaldo Bocco fue muy claro al respecto hoy en El Vermucito y vale la pena que lo escuche.

Seguiremos volcando aquí las reflexiones que nos genera este resultado electoral, y así como este blog es un archivo de los últimos 8 años de frenesí kirchnerista, de hoy en adelante será un espacio de oposición sensata y respetuosa, fundamentalmente de la voluntad popular.

Por primera vez en la historia nacional una fuerza de derecha enraizada en la prosapia de la más rancia oligarquía llega al poder a través del voto popular y contará con un nivel de apoyos internos y externos pocas veces visto. Mientras tanto, la reconstrucción del movimiento nacional y popular será inevitablemente ardua y ahí estaremos porque ese es nuestro lugar y porque fundamentalmente seguimos agradecidos de haber podido ser parte de estos años históricos.

Actualización de madrugada

Finalmente, el resultado terminó siendo muy ajustado, algo que por un lado deja al AFP mejor parado, colocando a Macri ante el desafío de gobernar un país partido en dos y sin mayoría parlamentaria. Seguramente estos datos deberán ser tenidos muy en cuenta porque expresan un bonus más que acotado acotado para Cambiemos. Se gana y se pierde por un voto pero una cosa es el crédito que otorga una diferencia de 10 puntos y muy otra si la luz se reduce a menos de 3 puntos.

Otro dato insoslayable es que alrededor de las 21:30 Daniel Scioli reconoció la derrota ¿Estamos en condiciones de imaginar cuál hubiera sido la reacción de Cambiemos si hubiera triunfado el FPV por esa diferencia tan ajustada? El peronismo ha vuelto a dar una gran lección de razón de ser democrática: Cuando es derrotado, aunque sea por pocos puntos, reconoce la derrota y no deslegitima el proceso electoral. Esto debe ser anotado y revalorizado, con más razón cuando desde la oposición se desplegaron infinidad de maniobras para judicializar las elecciones si los resultados no los favorecían.

Publicado originalmente en el Blog Tirando al medio

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