Venezuela - Argentina. Respuesta a Openheimer
http://tallerlaotra.blogspot.com.ar/2015/06/el-papa-francisco-y-cristina-un.html
martes, 16 de junio de 2015
por Lidia Ferrari
Hay coincidencias entre Cristina y el Papa. Inesperadas, si pensamos en 3 o 4 años atrás, pero cada vez más sólidas. En ese sentido, ambos sufren el ataque de los que no aceptan que se mueva el tablero del statu quo que quiere ver siempre las cosas en el mismo lugar. Por ejemplo, los grupos conservadores estadounidenses están preocupados por muchas cosas del Papa Francisco, una de ellas es la próxima encíclica dedicada al medio ambiente. Parece que el temor de esta gente es que la encíclica avale cierta tesis del cambio climático que pueda afectar sus negocios.
Dicen que hay una guerra secreta en el Vaticano. La popularidad planetaria del Papa Francisco está fuera de duda, pero al interior de la Iglesia sus ideas y sus métodos suscitan cierta resistencia. Es más, la revista política alemana Cicero del 29 de abril pasado pone al Papa en tapa con el título “La batalla por Roma”, donde se habla de “cómo el Papa Francisco lucha con sus enemigos del Vaticano”. También la BBC titula una nota: “Los conservadores de EE.UU. en guerra contra el Papa marxista”[Ver acá].
Sus métodos siempre se salen del protocolo. Me recuerda a Néstor Kirchner con esa manera espontánea de acercarse al pueblo. Es inevitable hacer la comparación. Que la Iglesia tenga un rol político en la sociedad sólo puede negarse desde los que pregonan un apoliticismo que no existe, pero que tiene una función política. Si se trata o no de una guerra, lo cierto es que el Papa adopta posiciones que van en contra del conservadurismo en el seno de una de las más antiguas y poderosas instituciones del mundo. Por eso son inevitables los enfrentamientos. Quienes se enfrentan a Francisco lo acusan de desacralizar el Papado, quienes lo siguen celebran que lo está cristianizando. El Papa Francisco procedió a redistribuir funciones en el Vaticano. Algunos de los líderes conservadores al interior del Vaticano han sido removidos. Uno de ellos, el estadounidese Burke, resistente a una apertura a los homosexuales, en campaña contra Francisco denuncia que la Iglesia promueve una “agenda gay”[Ver acá].
Después de haber visitado al Papa el domingo, Cristina recibió un premio en reconocimiento a la lucha contra el hambre en la Argentina. Dijo que para terminar con el hambre hacen falta, además de alimentos, trabajo, educación y políticas sociales. Esta distinción que, como Cristina dijo, es una distinción al país, está en absoluta consonancia con la ‘Campaña contra el hambre en el mundo’ en la que el Papa lanzó un slogan: “Una sola familia humana y alimento para todos”.
Para el papa que mil millones de personas todavía sufran de hambre hoy es un escándalo. Los alimentos que hay a disposición en el mundo bastarían para quitar el hambre a todos. Francisco finalizó su mensaje exhortando “a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre, para que esta voz se convierta en un rugido capaz de sacudir al mundo”. Menciona propósitos que asume y difunde, y hasta encuentra maneras de accionar tratando de influir en dirigentes del mundo. Pero no puede emprender acciones concretas que transformen las políticas internas de cada país o región. Hace proclamas, como que “los poderosos quieren guerras porque lucran con ello”, por ejemplo. La coherencia de su voz en su prédica planetaria es que se junta con aquellos que pueden cambiar las cosas en cierta dirección. Así de simple. Así de simple entonces que se reúna en poco tiempo con Raúl Castro, Mujica, Lula y con Cristina. Porque ellos también han sido o son dirigentes que tienen una clara vocación política no sólo de terminar el hambre en sus países; además sus políticas se dirigen a ayudar a los más humildes, a los excluidos. En ese sentido el encuentro entre Cristina y el Papa Francisco estaba cantado.
Cristina, en el discurso por el reconocimiento de la FAO hizo un pormenorizado recorrido de las razones y las maneras en las que se pueden enfrentar el hambre y la pobreza en el mundo. Y no lo hizo desde la teoría sino mostrando con ejemplos muy concretos, lo llevado a cabo en 12 años en Argentina. Ahora no se trata de declamaciones ni de deseos, se trata de políticas efectivamente transitadas, efectivamente realizadas y los resultados que de ellas emergen. Contra eso no hay mucho para rebatir. Así como Menem y Cavallo preconizaron una política económica, no podrían hoy día, ante un público de más de 10 personas informadas, defender la base de sus ideas, porque los resultados de sus políticas hablan por sí solas. En ese sentido, a Cristina no hay con qué darle, no sólo porque sea una brillante estadista o una extraordinaria oradora, sino que ella tiene números y resultados para ofrecer, algo así como un 2 + 2 = 4 irrebatible. Entonces, en el discurso ante la FAO se vio llevada a mostrar esos resultados. Aprovechó a decirlo en el centro de Europa, donde están pensando salir del desastre con políticas que ya se transitaron en los ’90 por estos lados y ya sabemos con qué resultado. La historia es irónica, a veces. En este caso hasta goza de una patética ironía. Los que vienen del culo del mundo (Cristina y el Papa Francisco provienen de allí) les vienen a contar a los europeos eso que, no seamos ingenuos, ya saben, sólo que no lo escuchan o miran para otro lado, porque sus planes son otros. Ellos, los que propugnan la austeridad en Europa, no pueden confesar que no están interesados en políticas inclusivas, en políticas más equitativas y redistributivas. Y no lo van a decir, obviamente. Dijo Cristina que no fue sólo por sensibilidad social e inclusión que se llevó adelante una política de reindustrialización del país, sino también por una cuestión de inteligencia económica. Lo que la condujo a decir: “No entiendo a muchos capitalistas”. Parece que está claro que no la van a escuchar a ella y otros líderes sudamericos, no porque sean sudacas, sino porque no comparten sus proyectos.
Cuando Cristina mencionó el problema del pago de la deuda y el caso Argentina, tocó los puntos débiles de tantas economías fuertes del mundo, señalando el punto débil del conflicto de la Unión Europea, con sus países de segunda, como Grecia, España y Portugal, pero también el problema de muchos países ricos y desarrollados con una gran deuda pública. Cristina se plantó con un tema candente para los europeos. Lo que plantea Cristina es la campana que suena en los partidos Podemos de España, o Syriza en Grecia. También el M5S en Italia plantea como estrategia principal para salir de la crisis económica en Italia la implementación del “Redito di Cittadinanza”, que sería un rédito para todos los desocupados, subocupados, pensionados o pobres de 700 Euros al mes, porque, dicen, eso hará reactivar la economía. Cristina también le dijo al FMI que debería cuidar que los países no se endeuden. También denunció que las barreras arancelarias y los subsidios son formas de restringir el acceso a los alimentos, como en los EE.UU. Ellos, los representantes por antonomasia de la libre competencia, la practican cuando quieren y la exigen practicar a los demás, también cuando quieren. Quizá la denuncia más importante que hizo Cristina en la FAO fue el problema de la especulación financiera con los alimentos, lo que por elevación estuvo dirigido a los exportadores de la soja argentina. Allí se manifestó por una regulación frente a la especulación con los alimentos, que significa que la gente pueda o no pueda comer.
Concluyó, después de enumerar lo efectivamente realizado y los resultados obtenidos: “No hemos tenido sólo un plan alimentario, hemos tenido un proyecto de país, un modelo de sociedad más equitativa, justa e igualitaria que es el mejor antídoto contra el hambre y la pobreza”.
Es en un contexto más amplio que el de la política argentina que puede leerse que Francisco haya invitado a la presidenta antes de las elecciones. Debe ser incluido dentro de un proyecto papal que calcula muy bien dónde pone los pies el Papa y a quién le abre las puertas. En este contexto de sus luchas al interior y exterior de una Iglesia poderosa, se enmarca la invitación a Cristina, una luchadora incansable contra ciertas estructuras de poder y una defensora de los desposeídos, y que es, como él, argentina. Algunos dicen que Francisco es peronista. Hasta en eso coincidirían. No podían no encontrarse por quinta vez. El de ellos es un encuentro inexorable.
martes, 16 de junio de 2015
El Papa Francisco y Cristina, un encuentro inexorable
por Lidia Ferrari
Hay coincidencias entre Cristina y el Papa. Inesperadas, si pensamos en 3 o 4 años atrás, pero cada vez más sólidas. En ese sentido, ambos sufren el ataque de los que no aceptan que se mueva el tablero del statu quo que quiere ver siempre las cosas en el mismo lugar. Por ejemplo, los grupos conservadores estadounidenses están preocupados por muchas cosas del Papa Francisco, una de ellas es la próxima encíclica dedicada al medio ambiente. Parece que el temor de esta gente es que la encíclica avale cierta tesis del cambio climático que pueda afectar sus negocios.
Dicen que hay una guerra secreta en el Vaticano. La popularidad planetaria del Papa Francisco está fuera de duda, pero al interior de la Iglesia sus ideas y sus métodos suscitan cierta resistencia. Es más, la revista política alemana Cicero del 29 de abril pasado pone al Papa en tapa con el título “La batalla por Roma”, donde se habla de “cómo el Papa Francisco lucha con sus enemigos del Vaticano”. También la BBC titula una nota: “Los conservadores de EE.UU. en guerra contra el Papa marxista”[Ver acá].
Sus métodos siempre se salen del protocolo. Me recuerda a Néstor Kirchner con esa manera espontánea de acercarse al pueblo. Es inevitable hacer la comparación. Que la Iglesia tenga un rol político en la sociedad sólo puede negarse desde los que pregonan un apoliticismo que no existe, pero que tiene una función política. Si se trata o no de una guerra, lo cierto es que el Papa adopta posiciones que van en contra del conservadurismo en el seno de una de las más antiguas y poderosas instituciones del mundo. Por eso son inevitables los enfrentamientos. Quienes se enfrentan a Francisco lo acusan de desacralizar el Papado, quienes lo siguen celebran que lo está cristianizando. El Papa Francisco procedió a redistribuir funciones en el Vaticano. Algunos de los líderes conservadores al interior del Vaticano han sido removidos. Uno de ellos, el estadounidese Burke, resistente a una apertura a los homosexuales, en campaña contra Francisco denuncia que la Iglesia promueve una “agenda gay”[Ver acá].
Después de haber visitado al Papa el domingo, Cristina recibió un premio en reconocimiento a la lucha contra el hambre en la Argentina. Dijo que para terminar con el hambre hacen falta, además de alimentos, trabajo, educación y políticas sociales. Esta distinción que, como Cristina dijo, es una distinción al país, está en absoluta consonancia con la ‘Campaña contra el hambre en el mundo’ en la que el Papa lanzó un slogan: “Una sola familia humana y alimento para todos”.
Para el papa que mil millones de personas todavía sufran de hambre hoy es un escándalo. Los alimentos que hay a disposición en el mundo bastarían para quitar el hambre a todos. Francisco finalizó su mensaje exhortando “a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre, para que esta voz se convierta en un rugido capaz de sacudir al mundo”. Menciona propósitos que asume y difunde, y hasta encuentra maneras de accionar tratando de influir en dirigentes del mundo. Pero no puede emprender acciones concretas que transformen las políticas internas de cada país o región. Hace proclamas, como que “los poderosos quieren guerras porque lucran con ello”, por ejemplo. La coherencia de su voz en su prédica planetaria es que se junta con aquellos que pueden cambiar las cosas en cierta dirección. Así de simple. Así de simple entonces que se reúna en poco tiempo con Raúl Castro, Mujica, Lula y con Cristina. Porque ellos también han sido o son dirigentes que tienen una clara vocación política no sólo de terminar el hambre en sus países; además sus políticas se dirigen a ayudar a los más humildes, a los excluidos. En ese sentido el encuentro entre Cristina y el Papa Francisco estaba cantado.
Cristina, en el discurso por el reconocimiento de la FAO hizo un pormenorizado recorrido de las razones y las maneras en las que se pueden enfrentar el hambre y la pobreza en el mundo. Y no lo hizo desde la teoría sino mostrando con ejemplos muy concretos, lo llevado a cabo en 12 años en Argentina. Ahora no se trata de declamaciones ni de deseos, se trata de políticas efectivamente transitadas, efectivamente realizadas y los resultados que de ellas emergen. Contra eso no hay mucho para rebatir. Así como Menem y Cavallo preconizaron una política económica, no podrían hoy día, ante un público de más de 10 personas informadas, defender la base de sus ideas, porque los resultados de sus políticas hablan por sí solas. En ese sentido, a Cristina no hay con qué darle, no sólo porque sea una brillante estadista o una extraordinaria oradora, sino que ella tiene números y resultados para ofrecer, algo así como un 2 + 2 = 4 irrebatible. Entonces, en el discurso ante la FAO se vio llevada a mostrar esos resultados. Aprovechó a decirlo en el centro de Europa, donde están pensando salir del desastre con políticas que ya se transitaron en los ’90 por estos lados y ya sabemos con qué resultado. La historia es irónica, a veces. En este caso hasta goza de una patética ironía. Los que vienen del culo del mundo (Cristina y el Papa Francisco provienen de allí) les vienen a contar a los europeos eso que, no seamos ingenuos, ya saben, sólo que no lo escuchan o miran para otro lado, porque sus planes son otros. Ellos, los que propugnan la austeridad en Europa, no pueden confesar que no están interesados en políticas inclusivas, en políticas más equitativas y redistributivas. Y no lo van a decir, obviamente. Dijo Cristina que no fue sólo por sensibilidad social e inclusión que se llevó adelante una política de reindustrialización del país, sino también por una cuestión de inteligencia económica. Lo que la condujo a decir: “No entiendo a muchos capitalistas”. Parece que está claro que no la van a escuchar a ella y otros líderes sudamericos, no porque sean sudacas, sino porque no comparten sus proyectos.
Cuando Cristina mencionó el problema del pago de la deuda y el caso Argentina, tocó los puntos débiles de tantas economías fuertes del mundo, señalando el punto débil del conflicto de la Unión Europea, con sus países de segunda, como Grecia, España y Portugal, pero también el problema de muchos países ricos y desarrollados con una gran deuda pública. Cristina se plantó con un tema candente para los europeos. Lo que plantea Cristina es la campana que suena en los partidos Podemos de España, o Syriza en Grecia. También el M5S en Italia plantea como estrategia principal para salir de la crisis económica en Italia la implementación del “Redito di Cittadinanza”, que sería un rédito para todos los desocupados, subocupados, pensionados o pobres de 700 Euros al mes, porque, dicen, eso hará reactivar la economía. Cristina también le dijo al FMI que debería cuidar que los países no se endeuden. También denunció que las barreras arancelarias y los subsidios son formas de restringir el acceso a los alimentos, como en los EE.UU. Ellos, los representantes por antonomasia de la libre competencia, la practican cuando quieren y la exigen practicar a los demás, también cuando quieren. Quizá la denuncia más importante que hizo Cristina en la FAO fue el problema de la especulación financiera con los alimentos, lo que por elevación estuvo dirigido a los exportadores de la soja argentina. Allí se manifestó por una regulación frente a la especulación con los alimentos, que significa que la gente pueda o no pueda comer.
Concluyó, después de enumerar lo efectivamente realizado y los resultados obtenidos: “No hemos tenido sólo un plan alimentario, hemos tenido un proyecto de país, un modelo de sociedad más equitativa, justa e igualitaria que es el mejor antídoto contra el hambre y la pobreza”.
Es en un contexto más amplio que el de la política argentina que puede leerse que Francisco haya invitado a la presidenta antes de las elecciones. Debe ser incluido dentro de un proyecto papal que calcula muy bien dónde pone los pies el Papa y a quién le abre las puertas. En este contexto de sus luchas al interior y exterior de una Iglesia poderosa, se enmarca la invitación a Cristina, una luchadora incansable contra ciertas estructuras de poder y una defensora de los desposeídos, y que es, como él, argentina. Algunos dicen que Francisco es peronista. Hasta en eso coincidirían. No podían no encontrarse por quinta vez. El de ellos es un encuentro inexorable.
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http://rambletamble.blogspot.com.ar/2014/09/indicadores-de-pobreza-de-la-uca.html
9/10/2014
indicadores de pobreza de la uca "inconsistentes"
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, consultora opositora, vinculada con la universidad privada UCA, existen hoy un 27,5 por ciento de pobres. Esto es un nivel similar de pobreza que el de 2006, más precisamente la existente en el segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto INDEC de entonces, ascendía a 26,9% por ciento a nivel nacional.
En ese momento concurrían cuatro factores que, analizados en conjunto, desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social.
El 6,4 por ciento de desocupación de hoy contrasta con el 8,7 en 2006, en tanto el subempleo se ubica hoy dos puntos por debajo de los niveles del año 2006.
El trabajo informal, hoy del 34 por ciento, en 2006 llegaba al 44,5%
Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere el equivalente al 25% del total de ingresos de hogares beneficiarios, cuando en 2006 no existía.
Existen hoy 3,2 millones de nuevos jubilados el equivalente al 48,5% del total de la base previsional y en el año 2006 se lanzaba la moratoria se habían incorporado apenas 400.000.
Apoyada por las cifras de la universidad privada UCA, tendríamos los mismos niveles de pobreza que en el segundo semestre de 2006, cuando se observaba un 30% más de desempleo abierto y trabajo informal que en la actualidad y aún no existía la Asignación Universal por Hijo y 2,8 millones menos de ciudadanos cubiertos por el sistema previsional.
Un disparate por donde se lo mire que, sin embargo, se propala con furia por el sistema de medios opositores en busca de cubrir con ello el gran bache que supone no disponer de una oposición político partidaria que tenga chances de unificarse para ser competitiva de cara a las elecciones del año próximo. Lástima grande, conmueve (poco) tanto ruido de medios.
Con respecto a la consistencia metodológica del informe, leemos:
El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz denunció que es "un caso de manipulación metodológica con el que se intenta mostrar una situación social ajena a la realidad". Capitanich también rechazó esa estadística.
"Años donde la pobreza aumenta pese a que los hogares mejoran su ingreso y la distribución no cambia, dispersión entre los ingresos de los hogares contradictorios con otros indicadores de desigualdad publicados, dan cuenta que nos encontramos ante un caso de manipulación metodológica con el intento de mostrar una situación social ajena a la realidad", alertaron Estefanía Manau y María Sfeir, integrantes del CESO.
Manau y Sfeir dieron cuenta que "en las publicaciones realizadas por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, resultaron cuestionables varios aspectos, entre ellos, el sesgo muestral que aplica a través de la Encuesta de la Deuda Social Argentina para obtener los ingresos".
Al respecto subrayaron que en la muestra del Observatorio "los hogares con los ingresos medios-altos y altos, fueron captados deficientemente", ya que destacaron que "todos aquellos ingresos que superaban los $20.000 eran subestimados al considerarse no representativos ante el tamaño de la muestra".
Así remarcaron que como consecuencia de ese sesgo metodológico se generó "un mayor porcentaje de pobres en relación a la muestra, de 27,5% que estima la UCA, mientras que a igual canasta básica total, surge un 18,3% de población pobre".
Además, las expertas pusieron de relieve que "ese sesgo muestral implica también una sobrestimación de la igualdad, arrojando un coeficiente de gini de aproximadamente 0,273", que se traduciría en "un valor escandinavo, contra el 0,413 obtenido a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)".
Señalaron que "con el intento de salvar las incongruencias que sufren sus estimaciones", la UCA volvió a publicar un trabajo sobre pobreza "presentando índices de distribución del ingreso cercanos a los del INDEC, y lejanos de los escandinavos informados anteriormente por su director".
Sin embargo, indicaron que "lejos de lograr su cometido, desde el documento 'Un régimen consolidado de
bienestar con desigualdades persistentes', surgieron nuevos datos que contribuyen a confirmar el manejo discrecional de la información que surge de las Encuestas del Observatorio de la UCA".
Al respecto consideraron que "es paradójico que a pesar de que informan una mejora importante del ingreso, en términos reales o de poder de compra, con un aumento del 17%, y una distribución del ingreso que casi no cambia, con un coeficiente de gini que aumenta un leve 0,02%, la disminución del índice de pobreza sea poco significativa, de solo 2 puntos porcentuales".
En ese sentido pusieron de relieve que "los valores se ponen más en duda al relacionar el período 2012 y
2013: el ingreso real aumenta levemente en 1,3% y la distribución del ingreso mejora, con el índice de Gini que cae 0,6%, mientras que la pobreza ¿¡aumenta!?".
"Como vemos, la información brindada por el Observatorio de la UCA, en lugar de aclarar las polémicas mediciones de ingresos que utiliza, parecen oscurecer aún más sus estadísticas sociales", aseguraron Manau y Sfeir.
Evaluaron que "la inviabilidad de la obtención por parte del Observatorio de un coeficiente de Gini cercano al de la EPH, queda también en evidencia al observar sus datos de dispersión en la distribución del ingreso".
"Teniendo en cuenta que una mayor igualdad en la distribución del ingreso suele ir acompañada de una menor distancia entre el ingreso promedio de todos los hogares (media) y el ingreso del hogar que se encuentra justo ubicado entre el 50% que más gana y el 50% que menos ingresos tiene (mediana), los indicadores que surgen de las Encuestas de la UCA parecen confirmar las críticas realizadas por el CESO de una subestimación de la desigualdad y una sobrestimación de la pobreza", remarcaron las expertas.
Señalaron que "de acuerdo al cuadro, la diferencia entre media y mediana en la Encuesta de la UCA, del cuarto trimestre de 2013 es más acotada, en 6,51 porcentuales, respecto a la informada por la EPH", con lo cual estimaron que "es válido afirmar que los integrantes de la muestra relevada por el Observatorio percibieron un ingreso más similar entre sí, comparado con la muestra de la EPH".
Con todo concluyeron que "esos indicadores de dispersión de ingresos no son compatibles con los índices de Gini que novedosamente informó el Observatorio tras las críticas del CESO".
El informe del Centro de Estudios que conduce el economista Andrés Asiain, remarcó que en la última década "la pobreza pasó de valores superiores al 45% a ubicarse por debajo del 15% de la población, mientras que la indigencia se redujo del casi del 19% de comienzos de 2003 a cifras por debajo del 5% en los últimos tres años".
Asimismo, subrayó que "el coeficiente de desigualdad de Gini se redujo de 0,494 a 0,413 entre 2004 y 2013, lo que significó una mejora distributiva del 16%, mientras que el índice de bienestar de Sen muestra una mejora del 70% en igual período".
El informe del CESO sostuvo que "la creación de empleo y mejora salarial en una primera etapa, y la ampliación de la cobertura y mejora de haberes de la seguridad social en un segundo momento, se muestran como las claves que permitieron mejorar los indicadores de ingreso de la población entre 2003 y 2014".
El trabajo, que no toma las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), igualmente concluyó que "durante el período 2003-2014, los indicadores de distribución del ingreso muestran una mejora sensible".
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http://www.telam.com.ar/notas/201404/61221-hablas-de-mi-y-no-sabes-quien-soy-nuevas-correrias-del-observatorio-social-de-la-uca-oso.html
29.04.2014
Artemio López
ÍNDICE PRIVADO DE POBREZA
Hablas de mi y no sabes quién soy - Nuevas correrías del Observatorio Social de la UCA (OSO)
Los índices privados de pobreza, con el elaborado por la Universidad Católica (UCA) a la cabeza, son utilizados por el discurso opositor como verdad estadística que, sin embargo, distan bastante de la realidad y carecen de un mínimo aceptable de seriedad técnica.
Leo García - Tesoro
Ya señalamos oportunamente cuando se afirmaba que la pobreza superaba el 35% que la utilización del discurso opositor bajo el formato estadístico es otro fetichismo de estos días sin oposición político-partidaria sólida. Una de las más prolíficas en visibilidad en medios opositores advierte sobre la evolución de la pobreza reciente y puebla habitualmente diarios y revistas que adversan al gobierno nacional.
Es “la Iglesia” la que hoy divulga cifras de pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario que supone a la institución católica “comprometida con los que menos tienen” y el impulso adicional que, según suponen, se sucede tras la asunción del papa Francisco. Marketing celestial, pero arbitrario y contradictorio, veamos su extravagante periplo.
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En noviembre de 2011, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA le hacía decir al diario opositor La Nación: “Un cóctel preocupante de pobreza, inseguridad, riesgo alimentario, empleo precario y déficit de viviendas envuelve a gran parte de los 12,8 millones de personas que viven en el área metropolitana de Buenos Aires, formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños”.
Así lo reflejaba un informe de Cáritas, brazo social de la Iglesia, y el Observatorio de la Deuda Social, que señalaba que el 34,9% de la población, unos 4,4 millones de personas en esa área metropolitana, vive bajo la línea de pobreza.
Señalábamos en 2011 al respecto: "Se conoció recientemente en la tapa de un importante matutino nacional un estudio sobre pobreza realizado en el área metropolitana de Buenos Aires, formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños, donde residen 12,8 millones de personas. Fue presentado por Cáritas, el brazo social de la Iglesia, y realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina. El estudio afirma que actualmente, en esa región metropolitana, el 34,9 por ciento de la población residente es pobre por ingresos.
"El brazo social de la Iglesia se equivoca. Erraba en 2009 cuando insistía en que la pobreza era del 30,9%, y seguía equivocándose en 2011 cuando suponía que haía trepado cinco puntos adicionales tras descenso en el desempleo y fuerte crecimiento del lapso 2009-2011."
"Es 'la Iglesia' la que divulga cifras de pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario que supone a la institución católica 'comprometida con los que menos tienen' y el impulso adicional que, según suponen, se sucede tras la asunción del papa Francisco.”
Seis meses después, el mismo Observatorio Católico privado le hacía publicar al mismo matutino opositor: “Contra lo que dice el INDEC y pese al crecimiento a ‘tasas chinas’ de los últimos años, casi el 22% de la población vive aún bajo la línea de pobreza, con un ‘núcleo duro’ de indigencia del 5,4%”.
Sostuvimos entonces que, al contrario del informe anterior del Observatorio Católico privado que mostraba un nivel de pobreza delirante del 34,9%, no existía ningún ejemplo planetario de reducción tan drástica de la pobreza en tan corto lapso como el que señalan ahora los informes de la UCA que la ubicaban en el 22%: ¡Una baja en la pobreza del 34,9% al 22% de la población en un semestre!
Trece puntos de pobreza menos en seis meses. Según el Observatorio privado en aquel semestre abandonaron la pobreza 5,2 millones de personas. A razón de 860 mil pobres menos por mes, 28.600 por día, 1.192 por hora, casi veinte por minuto. Medalla de Oro Olímpico en baja de la pobreza. Si fuera cierto, pero !ay! Tampoco lo fue.
Nos enteramos luego que según la misma entidad vinculada a la UCA, que la pobreza volvió a trepar de manera apabullante.
Se leía entonces en el opositor matutino Clarín, que le asignaba su tapa catastrófica al informe: Según un relevamiento de la Universidad Católica, a finales de 2012 la pobreza alcanzaba a unos 11 millones de personas, el 26,9% de la población.
Esto suponía que en seis meses nuevamente la pobreza había crecido, esta vez cinco puntos, cifra módica respecto a los barquinazos que nos tiene acostumbrado el Observatorio de la UCA. Se trataba de dos millones de personas adicionales respecto al último valor informado por el mismo Observatorio privado a mediados del año 2012, donde decían que había caído 13 puntos respecto a la medición del mismo Observatorio Católico de un semestre anterior.
Ahora mismo se señala una nueva suba en la pobreza y se fija la indigencia en 5,5% en el mismo momento en que el mismo Juan Carr y un grupo de expertos afirman que uno de cada 22 argentinos es indigente, esto es el 4,5% de la población un 25% por debajo de los valores de la UCA.
Hay inconsistencias tan notables en el nivel de incidencia de la pobreza e indigencia que informa el estudio que hasta pareciera increíble que se las propale sin medir las consecuencias políticas que supone que una institución de connotación religiosa distorsione datos sobre cuestiones tan sensibles a la comunidad como los niveles de pobreza. Veamos las pifias más de cerca.
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, consultora opositora, vinculada con la universidad privada UCA, existen hoy un 27,5 por ciento de pobres. Esto es un nivel similar de pobreza que el de 2006, más precisamente la existente en el segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto INDEC de entonces, ascendía a 26,9% por ciento a nivel nacional.
En ese momento concurrían cuatro factores que, analizados en conjunto, desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social.
El 6,4 por ciento de desocupación de hoy contrasta con el 8,7 en 2006, en tanto el subempleo se ubica hoy dos puntos por debajo de los niveles del año 2006.
El trabajo informal, hoy del 34 por ciento, en 2006 llegaba al 44,5%
Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere el equivalente al 25% del total de ingresos de hogares beneficiarios, cuando en 2006 no existía.
Existen hoy 2,7 millones de nuevos jubilados el equivalente al 45,5% del total de la base previsional y en el año 2006 se lanzaba la moratoria se habían incorporado apenas 400.000.
Apoyada por las cifras de la universidad privada UCA, tendríamos los mismos niveles de pobreza que en el segundo semestre de 2006, cuando se observaba un 30% más de desempleo abierto y trabajo informal que en la actualidad y aún no existía la Asignación Universal por Hijo y 2,2 millones menos de ciudadanos cubiertos por el sistema previsional.
Un disparate por donde se lo mire que, sin embargo, se propala con furia por el sistema de medios opositores en busca de cubrir con ello el gran bache que supone no disponer de una oposición político partidaria que tenga chances de unificarse para ser competitiva de cara a las elecciones del año próximo. Lástima grande, conmueve (poco) tanto ruido de medios.
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