24 octubre, 2008

Arrancá el carro que los melones se acomodan solos


La frase del título no es otra cosa que una nueva versión del "laissez fasser" (dejar hacer) típico de los argentinos. Otra vez las situaciones, hasta las más simples, nos desbordan y las dejamos transcurrir sin que nadie con responsabilidad y competencia le ponga un marco.
En esta oportunidad los colectiveros, hartos de sus inconvenientes aplican una solución a su alcance sin demasiada coordinación con otros porque cada línea tiene su método, cada partido o jurisdicción hace lo que le parece y lo que puede pero hace e implementa el sistema de tarjetas magnéticas.
"Lo atamo con alambre" canta Copani y es una pintura. Si las autoridades y funcionarios del area dejaron pasar el tiempo a ver como se acomodan los melones, quizás más adelante cuando la cosa se descalabre aún más se pongan a pensar como arreglar otro entuerto que si se organizara desde el comienzo con personal idóneo sería más sencillo, pero parece que para nosotros hasta lo más sencillo es un drama.
Bueno, los resultados están a la vista.

IXX (2008)




COMPARTO UNA PUBLICACIÓN:

Por la falta de monedas, ya hay colectivos con tarjeta magnética


Son de entre $ 5 y $ 20 y se venden en las cabeceras y paradas estratégicas. Se usan en ranuras especiales que tienen las máquinas. Más empresas estudian incorporar el sistema y hay proyectos oficiales en Ciudad, Provincia y Nación.

En medio de los reclamos por la falta de monedas para viajar, algunas empresas de colectivos ya implementaron sistemas de tarjetas magnéticas.

Las venden los inspectores o en las cabeceras por valores que van de $ 5 a $ 20. Por ahora son casos aislados, pero la Secretaría de Transporte de la Nación y las Legislaturas nacional, porteña y bonaerense trabajan en proyectos para generalizar el sistema.


Las largas colas diarias

Todos los días, alrededor de 17.000 personas hacen cola en las estaciones de Retiro, Once y Constitución para cambiar $ 20 por las monedas que reparte el Banco Central. Según datos de esa entidad, donde más se entregan es en Constitución, donde se presentan hasta 7.000 personas por día en las ventanillas habilitadas. En la Argentina hay 5.004,3 millones de unidades de monedas de distintos valores emitidas, pero no todas circulan. Hay un mercado negro en el que se cobra entre un 3% y un 10% por $ 100 en monedas. Cada día, en Capital y conurbano venden 14 millones de boletos de colectivo. El 8 de octubre, el Gobierno bonaerense prohibió a las empresas de transporte vender monedas. Un día después, ante una denuncia por acopio, la Justicia federal allanó a la empresa transportadora de caudales Maco y secuestró 118 tambores con $ 7 millones de monedas. Como consecuencia, Metrovías y la línea Roca del tren se quedaron sin quien los abasteciera de monedas y hasta tuvieron que dejar viajar a la gente gratis. Ahora la situación se va normalizando.

Correr de atrás

Germán Cervetto - gcervetto@clarin.com
Está claro que viajar en colectivo, en especial en la hora pico, no es una excursión de placer sino una necesidad que en muchos casos se soporta por falta de opciones para ir al trabajo, en especial de los que menos tienen. A los padecimientos por el servicio se le suma el problema de tener que ocuparse de conseguir cambio. Lo llamativo es que ante la necesidad, las propias empresas de colectivos se las ingenian para implementarlo por su cuenta. Las autoridades del área metropolitana (Nación incluida) corren de atrás: hasta ahora han hecho poco y nada para poner en funcionamiento sistemas con tarjetas como los que desde hace años se usan, por ejemplo, en los subtes.


Publicado en Clarín:

http://www.clarin.com/diario/2008/10/22/laciudad/h-01786335.htm

15 octubre, 2008

La Razón y La Voluntad

La razón y la voluntad se pregona en la estación, la gente se choca y se apura, la sortija de papel baila, rota en el aire trazando arabezcos como borradores de las novedades. Los transeúntes más avezados saben a qué atenerse, los otros, circunstanciales se pueden ver sorprendidos tironeando de un periódico que no cede, que se queda en manos del voceante "La Razón a voluntaaaareoooo!" si no asoma la moneda compensatoria.
Algunos cumplen timidamente su trabajo, otros cumplen ampulosamente su destino, de llegar a mañana o al menos de completar hoy, este rato que sigue.
Entre el bien y el mal, el delito y los derechos más elementales, apurando su rutina mientras sea posible.
Razón y voluntad, ni más.

11 octubre, 2008

Setenta toneladas de monedas

Ayer nos sorprendió a todos en Buenos Aires una noticia esperada: descubrieron un depósito con más de cien barriles de monedas.
Parece que una empresa de caudales las acopiaba y andaban por los medios tratando de explicar para qué las tenían pero el vocero no me convenció y sigo sin saber de qué se trata.
Se calculaba que había setecientos kilos por barril, un total de cinco millones de pesos, algunas legítimas, otras falsas, siguen las especulaciones...
La cuestión es que al día siguiente (a decir verdad el mismo día por la noche) se alteró toda actividad relacionada con las monedas, se prolongaron las colas, el subte y el tren liberaron el paso por falta de monedas y otros hechos confusos más.
En resumen lo que parecía una solución, justo a continuación de un anuncio del gobierno de la provincia de Buenos Aires de penalizar la venta de dinero metálico, termina siendo un problema, tal vez por alterar los circuitos habituales de circulación (especulaciones incluidas) o por lo que sea, la solución acaba por ser un problema.

Esto me recuerda un proverbio: "Toda solución tiene su problema..." (IXX).