31 mayo, 2015

Sarlo: de "La fiesta del monstruo" a "la fiesta del populismo pop globalizado"

Domingo 31 de Mayo de 2015
ANTIPERONISMO


Sarlo: de "La fiesta del monstruo" a "la fiesta del populismo pop globalizado"


La intelectual realizó una descripción peyorativa de los sectores populares que acompañaron la fiesta por el 25 de mayo y el discurso de Cristina Fernández de Kirchner. El cristal de la nostalgia empaña el análisis de quien supo ser una de las mentes más lúcidas de la Argentina.

D. Marchi // Domingo 31 de mayo de 2015 | 13:54
Seguí la orden de un manifestante que, tocándome el brazo, me dijo: “osservá, osservá"

29 mayo, 2015

La angustia del antikirchnerismo por IndiePolitik

http://indiepolitik.blogspot.com.ar/2015/05/la-angustia-del-antikirchnerismo.html
viernes, 29 de mayo de 2015

La angustia del antikirchnerismo



"Qué suerte haber ido a la plaza el 25; qué suerte que entre mis ganas y mis dudas, mi compañero me alentara y hayan ganado las primeras; qué suerte ver tanta gente feliz, niños, jóvenes, mayores, abuelos, riendo, llorando, agradeciendo, celebrando; qué suerte compartir con gente que no conocía, el mate, el lugarcito para sentarme un ratito, la birra con las pibas, diferentes anécdotas; qué lindo ver el cielo de la plaza colmado de estrellas , y abajo la marea mezclada con el humo de las hamburguesas. Lástima que no había choris; no, eso no había...

27 mayo, 2015

Marc Augé "Nuestra vida está reducida a la agenda"

El célebre antropólogo francés, creador del concepto de "no lugar", habla de su nuevo libro, Futuro, que Adriana Hidalgo publicará la semana próxima, y afirma que la única manera de escapar del puro presente empobrecedor en el que vivimos consiste en volver a hacer el esfuerzo de educar y educarse.

Por Luisa Corradini  | LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/1503577-nuestra-vida-esta-reducida-a-la-agenda
Viernes 31 de agosto de 2012

24 mayo, 2015

Taalith (Isabelle Eberhardt)

Isabelle Eberhardt

"Elle se souvenait, comme d'un rêve très beau, de jours plus gais sur des coteaux riants que dorait le soleil, au pied des montagnes puissantes que des gorges profondes déchiraient, ouvraient sur la tiédeur bleue de l'horizon... Il y avait là-bas de grandes forêts de pins et de chênes-lièges, silencieuses et menaçantes, et des taillis touffus d'où montait une haleine chaude dans la transparence des automnes, dans l'ivresse brutale des printemps...

Il y avait des myrtes verts et des lauriers roses étoilés au bord des oueds paisibles, à travers les jardins de figuiers et les oliveraies grises... Les fougères diaphanes jetaient leur brume légère sur les coulées de sang des rochers éventrés, près des cascades de perles, et les torrents roulaient, joyeux au soleil, ou hurlaient dans l'effroi des nuits d'hiver.

Petite bergère libre et rieuse, elle avait joué là, dans le bain continuel de la belle lumière vivifiante, les membres robustes, presque nus, au soleil... Puis elle songeait avec un frisson retrouvé aux épousailles magnifiques, quand on l'avait donnée à Rezki, le beau chasseur qu'elle aimait."


Isabelle Eberhardt (Taalith, Pages d'Islam 1932)

http://eva.baila.over-blog.com/article-taalith-isabelle-eberhardt-122932776.html
http://fr.wikisource.org/wiki/Taalith


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"Recordó, como en un hermoso sueño, días más felices sobre las laderas sonrientes que doraba el sol al pie de imponentes montañas que rompían en gargantas profundas, abriendo a la calidez azul del horizonte... Había grandes bosques de pinos y robles, silenciosos y amenazadores, y el matorral espeso del cual surgía un aliento cálido en la transparencia del otoño, en la embriaguez brutal de la primavera ...

Había arrayanes verdes y laureles rosa estrellados a los lados de ramblas tranquilas, a través de los jardines de higueras y olivos grises ...Diáfanos helechos lanzan su ligera niebla sobre caminos de sangre en rocas de lava cerca de las cascadas de perlas, y arroyos que corren, felices al sol o asustados del frío en las noches de invierno.

Pequeña pastora libre y alegre, ella había jugado ahí bajo el baño continuo de la hermosa luz vivificante, los miembros robustos, casi desnudos, al sol... Entonces con un estremecimiento recordó las magníficas nupcias, cuando se entregó a Rezki, el apuesto cazador que ella amaba ".

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http://crecejoven.com/antropologia--isabelle-eberhardt
Isabelle Eberhardt:

Todo viaje, exterior o interior, es una exploración.



Isabelle Eberhardt nació en Ginebra en 1877 y encontró en su infancia el material más adecuado para la vida exótica que acabaría viviendo.


Culta, espiritual y rebelde por naturaleza, sintió la llamada de Oriente y se convirtió al islam; perteneció a una comunidad sufi y compaginaba sus tendencias místicas con la vida disoluta y voluptuosa de la ciudad de Argel. Finalmente, el escándalo llega a sus cotas más altas cuando decide irse a vivir con un oficial árabe a un poblado de Ain-Sefra, donde encuentra tiempo para escribir entre crisis de malaria y paludismo, y donde acabó muriendo ahogada tras una riada que inundó el poblado, cuando sólo contaba 27 años.


Un coetáneo francés, el mariscal Lyautey, la retrataba de esta manera:

"Ella era lo que más me atrae del mundo: una rebelde. Qué regalo, encontrar a alguien que sea realmente ella misma, que no tenga ningún prejuicio, que no haga ninguna concesión, que no responda a ningún cliché, y que pase a través de la vida tan liberada de todo como el pájaro en el espacio".


Una educación poco común.

Su madre, Madame de Moerder, era una aristócrata rusa que había estado casada con un general, a quien abandonó para instalarse en Suiza con su amante, Alexander Trophimowsky, y sus tres hijos.

Se dice que tanto Isabelle (que tomó el apellido de soltera de su madre) como su hermano mayor, Augustin, eran hijos de Alexander.

Alexander Trophimowsky, por su parte, era un intelectual que había sido sacerdote de la iglesia ortodoxa armenia, pero había abandonado su misión tras convertirse en un ateo anarquista de tintes nihilistas. Junto a su fe, también había dejado atrás a una esposa y sus hijos, para irse a vivir con Natalie Eberhardt, quien siguió siendo conocida como Madame de Moerder.

Este extravagante personaje, apodado Vava, se niega a llevar a sus hijos al colegio, y él mismo se hace cargo de su educación, enseñándoles filosofía, historia, geografía, química y medicina, sin olvidar las lenguas: griego, latín, turco, árabe, alemán, italiano y, muy especialmente, ruso.

De espíritu curioso y artístico, Isabelle encuentra tiempo libre para dibujar, pintar y escribir novelas.

Isabelle heredó de su padre una educación ecléctica y de su madre su pasión por el Islam y el mundo árabe.



Vivir como un hombre para ser más libre.

Ya de niña, Isabelle rechaza las prendas femeninas, que encuentra poco prácticas, y se viste como un chico. Pero no renuncia sólo al corsé de las ropas femeninas, sino a la misma identidad femenina de su tiempo, que le dificulta enormemente desarrollarse como un ser humano. En sus escritos, utiliza seudónimos masculinos, a veces rusos (como Nicolás Podolinski) y a veces árabes (Mahmoud Saasi). Ya desde pequeña Isabelle estudiaba el Corán en su versión original y escribía árabe clásico de una manera fluida.


"Nómada fui cuando de pequeña soñaba contemplando las carreteras; nómada seguiré siendo toda mi vida, enamorada de los cambiantes horizontes, de las lejanías aún inexploradas, porque todo viaje, incluso en las regiones más frecuentadas y más conocidas, es una exploración", escribiría más tarde Isabelle.


Cuando Isabelle tenía 20 años realiza su primera visita al Magreb, donde ya mantenía numerosos amigos epistolares, además de su hermano Augustin, que había sido trasladado al norte de África con la Legión Extranjera. En aquella visita a Argelia la acompaña su madre, instalándose en la ciudad de Bone, inicialmente en el barrio europeo, donde no durarían mucho para pasar pronto a vivir a una sencilla casa de adobe en el mismo corazón de la ciudad árabe. Al mismo tiempo, madre e hija se convierten al Islam.


Desde el primer momento, Isabelle hace de Argelia su hogar y se siente como una más, o más exactamente uno más entre la población árabe. Su madre ha adoptado el nombre de Fatma Manubia, pero Isabelle ya utiliza su apodo masculino de Mahmoud Saadi y frecuenta los ambientes universitarios. Viste chilaba blanca, fuma kif y habla árabe sin que la delate el acento extranjero.

Esta época, que Isabelle recordaría más tarde como una de las más felices de su vida, sin duda la más feliz hasta entonces, ve su fin con la muerte de su madre, enferma de corazón.


La búsqueda de Dios en el placer y el dolor.

Sola por primera vez, Isabelle viaja a Argel. Ya forma parte de su aspecto habitual el ir vestida como un chico; pero no sólo existe ambigüedad en su aspecto, sino en su personalidad y en su propia vida. Isabelle ya siente profundamente dentro de ella la llamada espiritual, acude a orar a las mezquitas como un hombre más y es una ferviente practicante. "Luego venía la extraña "segunda vida" -explica en sus diarios-, la vida de la voluptuosidad, del amor. La embriaguez terrible y violenta de los sentidos, intensa y delirante, contrastando singularmente con mi existencia cotidiana, calmada y reflexiva".

Ya entonces reconoce tener "muchos amigos que me han iniciado en los misterios de la Argel voluptuosa y criminal". Allí frecuenta los bajos fondos de la ciudad y, más tarde, en Túnez, continúa la misma dinámica: frecuenta los burdeles, prostitutas y expresidiarios, por una parte, y por otra se reúne con los intelectuales en los cafés para discutir del Corán y fumar kif, sin olvidar el tiempo para la meditación, los rezos y sus aficiones culturales, pintar y escribir.


Era como si se tratara de la búsqueda de Dios en el placer y el dolor; la búsqueda de Dios en todas las vidas que habitan esta vida. Cuanto mayor la profundidad, más cerca y más estrecha la conexión con la divinidad que reside en una misma.


A caballo hacia la libertad.

De Túnez viaja al Sahara, se compra un caballo y recorre el desierto como un  joven y fervoroso tunecino en pos de una personalísima búsqueda espiritual. A partir de ahora el caballo será su mejor amigo, su eterno compañero de viaje.

"Sólo deseo tener un buen caballo -escribiría por aquella época-, compañero mudo y fiel de una vida soñadora y solitaria, algunos servidores casi tan humildes como mi montura, y vivir en paz, lo más lejos posible de la agitación -en mi humilde opinión, estéril- del mundo civilizado, en el que me siento de más".


Es en esta exploración del desierto, de la soledad y de sí misma, como descubre El Oued, un oasis en medio de un paisaje de dunas y valles que ya la ha conquistado para siempre.

"Desde la cima de esta duna se descubre todo el valle de El Oued, sobre el cual parecen cerrarse las olas somnolientas del gran océano de arena gris. Todas las ciudades de los países de arena, construidas con yeso ligero, tienen un aspecto salvaje, deteriorado y ruinoso".


Tras alguna rápida escapada a Suiza a ver a su hermano, Isabel vuelve al desierto, donde cabalga durante horas sumándose a las tribus nómadas que encuentra a su paso para alguna comida o descanso circunstancial, cuando no se añade a sus largos desplazamientos y comparte sus tiendas. El poco dinero de que dispone procede de sus artículos publicados en la prensa occidental.

Su forma de vida se ha ganado el desprecio de la comunidad occidental, y sin embargo, se ha convertido en una consejera valiosa para la Administración francesa, debido a su profundo conocimiento del mundo árabe. Se cuenta que pudo colaborar como agente de información con el mariscal Lyautey, con quien coincidía en la necesidad de hacer uso de métodos pacíficos, en la entonces imparable colonización del Magreb.

Un amigo europeo la definía así: "Esta mujer bebía más que un legionario; fumaba como un adicto y hacía el amor sólo por el gusto de hacer el amor".

Aceptada como un hombre por los árabes, sólo la delataba como una mujer el incontable número de amantes masculinos que desfilaban por su vida.


Sus supuestas contradicciones religiosas (como el hecho de beber alcohol y profesar una religión que lo prohibe) no fue obstáculo para que la admitieran en una comunidad sufi conocida como los Quadirya, donde el potencial místico y la habilidad para conectar directamente con lo divino justifican largamente cualquier transgresión de las leyes humanas o divinas. Si bien su voluptuoso modo de vida podía incluso ser pasado por alto en este tipo de cofradías cerradas y secretas, el mayor hándicap fue ser aceptada siendo una mujer, y además europea.

Se dice que el gran maestro de esta comunidad formó parte también de la lista de sus compañeros erótico/místicos.


Un hombre muy especial para una mujer única.

Pero su gran amor fue sin duda Slimene, un joven oficial árabe con quien se casó a los 24 años. Esto sólo fue posible porque el propio Slimene Ehnni debía ser un hombre singular y un árabe muy especial, que supo aceptar las aventuras amorosas de Isabelle, sus crisis alcohólicas y sus frecuentes retiros místicos en la soledad del desierto. Y a todo ello se sumó, más tarde, enfermedades como la malaria y el paludismo, que la llevaron a ser ingresada más de una vez en un humilde hospital de una pequeña ciudad en la frontera con el Sáhara.

En medio de la enfermedad y lo que podría suponerse la soledad de una occidental entre gente extraña, en momentos en que detectaba a su lado la sombra de la muerte, Isabelle escribía: "No, ciertamente nunca ningún otro lugar de la tierra me ha embrujado y encantado como las soledades movedizas del gran océano desecado".


Sin embargo, no sería la enfermedad ni el alcohol lo que acabaría con su vida. Su cuerpo fue encontrado enterrado en el barro en su casa de Ain-Sefra, donde murió ahogada víctima de una riada que inundó el pequeño grupo de casas. Corría el año 1904. Isabelle sólo tenía 27 años.

Junto a ella, sus manuscritos fueron hallados dispersos y semiderruidos, atrapados por el lodo.

Fue enterrada según el rito musulmán, cubierta con una sábana blanca y mirando hacia la Meca.

Frases a destacar:

"Todo viaje, incluso en las regiones más frecuentadas y más conocidas, es una exploración".

"Cuando más lejos dejo el pasado más cerca estoy de forjar mi propio carácter".

Bibliografía:

"Infernalia" (Su primera novela corta, que manifiesta la personalidad atormentada y morbosa de la autora cuando aún no contaba 20 años). 
"La nómada: Los diarios de Isabelle Eberhardt". 
"Prisionera de las dunas". 
"En el país de los sables". 
"En la sombra del Islam". 


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ANDRÓGINOS. Isabelle Eberhardt / Mahmud Saadi: El ardiente encanto de la ambigüedad
http://pajarorojo.com.ar/?p=16376

Juan José Salinas23/05/2015Historia, Libros, LiteraturaIsabelle Eberhardt, Libros, Literatura, Magreb

“Era una especie de Lawrence de Arabia femenino, no colonialista y todavía más maricón”, me dijo un lesbiano., “Aquel era un Islam tolerante y hasta lúbrico y festivo, como el de algunos sufíes”, me dijo un colifa seguidor del Califa ad honorem. “Siempre me gustaron las chicas con bozo”, me dijo un erecto erotómano empedernido. “Por fin Forn tiene competencia”, me dijo, exultante, un crítico cachondo. “¿Este es el mismo Boot que escrbía ‘Vidas Ejemplares’ de santurrones/as? ¡Que calladito se lo tenía!” me escribió Vilma, la vampiresa del pop corn (o era porn cop, esa con polis de uniforme) desde el Paralelo barcelonés. Yo, como editor, estoy cada vez más desconcertado: ¿A dónde conducirá la acción deleterea de Boot? Lo que mata no es la humedad, sino la curiosidad: Me pregunto como evitaba los embarazos Isabel… y solo se me ocurre una respuesta… que vuelve circular esta apostilla, devolviéndome a las épocas de “El Libertino”. JS

El detalle oligofrénico

Sueños de arena


Isabelle IV

BootPOR TEODORO BOOT / PÁJARO ROJO

Durante cinco años, entre 1899 y 1904, a Isabelle Eberhardt se le dio por recorrer el Magreb a caballo, vestida de tuareg. El disfraz incluía nombre y apellido: Mahmud Saadi. Más la costumbre de emborracharse, fumar kif y frecuentar los prostíbulos, se dice que no para yacer con mujeres sino para observar a los hombres. Y algo de eso hubo, ya que sus amantes fueron muy numerosos, de todas las razas y creencias: católicos, protestantes, judíos, musulmanes, europeos, árabes, armenios y turcos pasaron por su cama, o su saco de dormir o lo que sea donde se le ocurriera acostarse.

Vagabundo. Cabe pensar que para sus amoríos adoptaría la identidad de Nadia, o de Mariam, o simplemente se conformaría con ser Isabelle, pero nada es seguro: esta extraña mujer seducía completamente a esos extraños hombres que caían rendidos ante su apariencia andrógina. Era, ciertamente, casi un auténtico muchacho, esbelto, de elevada estatura, aires y maneras viriles, manos largas y finas, rostro de pómulos altos, cutis claro y una mirada inquietante.

Había nacido en 1877, en Ginebra, hija de las relaciones extramatrimoniales de una aristócrata alemana con un sacerdote de la iglesia ortodoxa armenia, nihilista, libertario y estrecho amigo de Mikhail Bakunin. Isabelle1

Sus primeros años transcurrieron en un mundo cerrado, marginal, diferente al habitual, donde fue incubando una mórbida pasión romántica por su hermano Agustín. El aislamiento, sumado a su desorden afectivo y sentimental, amenazaba con hacerla estallar. El mundo exterior y particularmente el árabe, la atraía apasionadamente. Así, mientras comenzaba a interesarse en el Islam, trabó una intensa relación epistolar con varios intelectuales árabes, en particular con Abou Nadara, director de una revista parisina, para quien ella era Nicolai Padolonski.

Su gran proyecto: una novela autobiográfica que, ya antes de empezar, tenía nombre: Trimardeur (Vagabundo).

Para abrazar al Profeta. El vagabundeo comenzaría pronto, cuando junto a su madre abandonaran el hogar para instalarse en Bone, al noreste de Argelia. Es entonces que empieza a utilizar otros nombres, costumbre que iba mucho más allá de la adopción de “seudónimos literarios”, pues se conjugaba con su gusto por las ropas masculinas. De igual manera, se hizo habitual en Isabelle el uso del masculino para referirse a sí misma, o mismo.

También su relación con el Islam fue notable, y no bien llegadas a Bone, madre e hija abrazaron la fe del Profeta.

De alguna manera, el desierto exacerbó las contradicciones de su vida y, adoptada ya casi definitivamente una personalidad masculina, trató sin mucho éxito,de procurarse ingresos como corresponsal de algún periódico. La pronta muerte de su madre, junto a la noticia del suicidio de su hermano Vladimir, la sumieron en una profunda depresión, impulsándola a un escape hacia delante: Argel.

Isabelle IISerá en Argel donde más se esfuerce por captar el alma de la cultura árabe, confundiéndose, enmascarándose entre las personas y las cosas. Y lo hace como todo en la vida, tan literal e intensamente comoe es factible: travestida, por las noches se hunde en la vida marginal de la Casbah, en sus cafés y sus burdeles, donde ebria de alcohol y de hachís seduce a los hombres con su conversación y su perturbadora ambigüedad.

Parece razonable que haya sido raleada de la colectividad europea, pero es bastante sorprendente que, conocida su identidad de mujer, o al menos, sospechada a partir de la cantidad de amantes que tuvo, fuese aceptada por la comunidad árabe como un hombre hecho y derecho. Un contemporáneo europeo dijo de ella: “tomaba más que un legionario, fumaba más kif que un adicto y hacía el amor por el amor a hacer el amor”.

Respecto a sus amantes, no obstante su compulsión a asumir una personalidad masculina y sus frecuentes visitas a los prostíbulos, no se conoce que, en ningún caso, alguno de ellos haya sido mujer. La intensa amistad que la unió a la estudiante de medicina Vera Popova, la única compañía femenina que Isabelle haya aceptado jamás, parece haber tenido otro cariz y fue, en todo caso, compartida con Archivir, un joven diplomático turco de origen armenio, por quien se sintió intensamente atraída no bien lo conoció durante una breve visita a Ginebra.

Archivir fue su amante y su gran amor, pero no le correspondió en igual intensidad, dicen que atraído por una conjura de los jóvenes turcos contra el poder del sultán o simplemente interesado en los jóvenes turcos en general.

Más tarde, Isabelle se dirige a Marsella para reunirse con su hermano Agustín, que acaba de casarse con quien Isabelle llamará, no sin cierto desprecio, “la obrerita”.

La pasión del desierto. El casamiento de su hermano fue un golpe muy duro. “Estoy solo, escribe en su diario, como siempre he estado en todas partes, como lo estaré siempre en el gran universo, maravilloso y decepcionante”. Una vez en Marsella, acepta el encargo de la marquesa Mendes para investigar la muerte de su marido. ¡Volverá a Túnez! Se exalta: “Revestir lo antes posible la personalidad amada que, en realidad es la ‘verdadera’, y volver allá, al África, para reemprender mi vida…”.

Es entonces que Mahmoud Saadi recorrerá el Magreb montado en su caballo Suf, buscando compenetrarse cada vez más con el desierto, con el mundo árabe, con el Islam, a los que ve, todos, indisolublemente unidos, vueltos la misma cosa.Isabelle III

No le será fácil. Las autoridades francesas recelan de esa suiza de origen ruso y apellido alemán que, vestida como hombre y presa de serios apremios económicos, frecuenta exclusivamente los ambientes “indígenas”. Mientras, decidida a llevar su metamorfosis hasta el final, se incorpora a la secta musulmana Qadiri y se une como “escribano” a una caravana al mando del joven califa de Monastir.

En Béhim, un fanático de la secta de los tidjanyas intenta asesinarla y consigue asestarle dos sablazos. Cuando su agresor es juzgado en Constantine, la presencia, hábitos y creencias de Isabelle escandalizan más que el crimen en sí. El veredicto da cuenta de ello al condenar al culpable a trabajos forzados a perpetuidad –que Isabelle contribuirá a que sean reducidos a diez años– y a la víctima, a la expulsión del territorio francés.

Nunca se aclaró si el intento de asesinato fue inducido por una visión angélica –como declaró el agresor– o tramado por las autoridades coloniales, lo que bien podría suponerse en tanto en el juicio fue tratada más como acusada que como víctima.

Extrañas conductas. Vuelta a Marsella contrae matrimonio con el soldado argelino Ehuni Slimène, de quien dirá: “Slimène es el esposo ideal para mí, que estoy fatigado, cansado y harto de la soledad que me rodea”. La pareja se radica en Tanas, a 200 kilómetros de la capital argelina. Isabelle vuelve a sus hábitos y atavíos masculinos, se mezcla en peleas y borracheras, fuma kif hasta derrumbarse, y mantiene numerosos amoríos.

Isabelle VLa conducta de esa insólita mujer provoca los consiguientes escándalos, pero ella, que gracias a su matrimonio ahora es ciudadana, tiene derecho a deambular por las posesiones francesas.

Enferma de malaria, en Ain Sefra es ingresada al hospital, que abandona muy pronto, para descansar en su humilde casa de la parte baja de la ciudad. Pocos días después, una madrugada del 21 de octubre de 1904, la ciudad fue sorprendida por la súbita crecida de los ríos Sefra y Mulen, que la sepultaron en un alud de barro.

El periódico Akhbar da cuenta de la absurda tragedia que se llevó árboles de cuajo, la mayor parte de las casas de la zona baja, la mayoría de los rebaños y veintiséis personas. Entre ellas, Mahmoud Saadi, o Si Mamhoud Esaadi o Mahmoud ben Abdallah Saadi, o Nadia, Mariam, Nicolai Padolonski… o, si se prefiere, Isabelle Eberhardt.

Morir ahogada en el Sahara no es un mal final para la vida contradictoria, apasionada, de esta escritora que no publicó nada en vida y cuyos escritos dispersos en el desierto y cubiertos de lodo, serán rescatados por los soldados del general Lyautey, quien dijo no saber si amar en ella a la mujer de letras, al caballero intrépido o al nómada endurecido.

Parece ser que tampoco el general era de gustos muy ortodoxos.


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Yo era anti-K (publicado en Pibes y Pibas blog)

"Nos han hecho creer que todo lo que vemos en el noticiero es la realidad absoluta, cuando la realidad es que nos quieren hacer creer lo que ellos quieren que creamos, y nos quieren hacer luchar por lo que ellos quieren que luchemos, así es amigo, sólo somos repetidores de ideas y conceptos ajenos."

21 mayo, 2015

Ausencia ausencia... Absenta


El bebedor de absenta, de Viktor Oliva
“Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, y eso es lo más horrible que puede ocurrir", Oscar Wilde, fan declarado de la absenta, describe su experiencia.

http://www.chilango.com/antros-bares/nota/2012/02/14/mitos-y-realidades-de-la-absenta

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"ENTRE LA ABSENTA" poema

El poeta miraba absorto por la ventana del local.
Su mente estaba vacía
Su corazón helado
Su mirada perdida y
Su mano rígida

El lápiz yacía impávido
Sobre le cuaderno en la mesa recostado
Blanco
Hojas vacías de una yerma inspiración sombría

Las horas pasaban
En la calle el frío alejaba a transeúntes
Y llenaba locales y tranvías.
La noche asediaba el día. Ya oscurecía.
Era tarde.
Frío, ruido vació,
de un dia escueto,
de un tiempo maldito
Demasiados calificativos, demasiadas sensaciones para apuntar
En aquel cuaderno amarillo.

Amarillo por el paso del tiempo
Y del tedio que le había mermado el flamante brillo
Que tiene todo cuaderno nuevo y orgulloso
Ahora este estaba tan apagado y raído
No hay notas en él, sólo el llanto del maleficio
Un corazón sin amor
Y un artista sin brillo que ha caído en el olvido
Es demasiado para reflejar en un espacio tan sencillo.

La noche cae, la calle está desierta
El poeta atraviesa con su mirada de niño la copa de absenta
Verde, campos, alegría, la risa, los árboles
Verde el cerebro se vacía en delirios
Los pensamientos del poeta se alejan, viajan sin tregua ni destino
Se elevan hacía Dios y caen en la duda eterna
Descienden a los infiernos y salen ahogados de deudas.

El poeta sueña aquella luz,
aquel llanto de cuando era niño
la alegría de unos sueños que han caído en el olvido
Recuerda la ciudad de la pasión eterna.
No había noche sin día, ni día sin tormenta
Maldita y vieja Inglaterra
La tormenta unía sus cuerpos
Y la lluvia escondía sus penas

¿Quién era él ahora?
Sólo polvo, pura materia.
Un alma sin cuerpo prisionera
Un cuerpo sin alma lleno de la Culpa Primera:

Amor, destrozaste a Inspiración
Sabiduría mataste a Belleza
Las quería a todas y ella me mató
Pues un poeta no puede amar a otra sino a su Musa Poeta.

© Carme Folch, 2011.
http://www.predicado.com/work.php?id=271110



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Absenta: el hada verde

Por Eduardo Berti
Marzo 2006 | 
Tags: Letrillas Artículo de opinión

En el siglo XVIII el médico francés Pierre Ordinaire se exilió en Suiza, donde se dedicó a sanar enfermos y a fabricar pócimas curativas como el “elixir de absinthe”, basado en una hierba conocida como ajenjo o artemisia. 
     Cuenta la leyenda que, a su muerte, Ordinaire legó la receta a su gobernanta y ésta luego a dos señoritas de apellido Henriod, quienes la explotaron comercialmente. En 1797, las Henriod vendieron la receta a un tal Dubied, que montó la primera fábrica de absenta junto con su yerno Henri-Louis Pernod. La novedad fue que el elixir pasó a venderse en las licorerías, a modo de digestivo, con tal éxito que el yerno se emancipó y fundó la destilería Pernod Fils.
     Desde la antigüedad el ajenjo había sido empleado con fines médicos. Un papiro egipcio lo menciona por sus virtudes. Hipócrates lo recomendaba contra la ictericia y Galeno contra la malaria. En griego absinthium quiere decir “carente de dulzor”. En francés, avaler l’absinthe significa soportar algo doloroso con estoicismo. Los campeones en las antiguas Olimpiadas debían beber una bebida con ajenjo para que, al tiempo que paladeaban el éxito, no olvidaran las pasadas amarguras.
     Los pocos historiadores del ajenjo afirman que tanto la guerra franco-prusiana (1870-1871) como la franco-argelina (1844-1847) contribuyeron a la difusión de la bebida. A su regreso, los combatientes siguieron bebiendo absinthe. Los cafés de los bulevares de París empezaron a servirlo y la burguesía, que admiraba a las tropas, decidió probarlo también.
     El apogeo ocurrió entre 1880 y 1914. En 1910 se bebían en Francia 36 millones de litros de absenta anuales. Las cinco de la tarde pasó a ser “la hora de la fée verte” (hada verde). A fines del siglo xix había unos doscientos fabricantes de ajenjo. Muchos afiches art nouveau dan cuenta de la competencia: Sarah Bernhardt hizo publicidad para el Terminus, el presidente Carnot prestó su imagen para otra marca. Y hasta hubo un ingenioso bodeguero que lanzó el ajenjo “Le Même” (El mismo). “Otro ajenjo”, pedía el cliente. “¿El mismo?”, preguntaba el camarero y a menudo acababa sirviendo “Le Même”.
     El rito que implicaba la absenta contribuyó acaso a su popularidad: se servía una medida; se colocaba sobre el vaso una cuchara perforada; se ponía allí un terrón de azucar; se vertía agua helada a través del colador. Claro que había otras costumbres: beberlo puro, mezclarlo con vino, añadir limón o pimienta. Toulouse-Lautrec inventó un ajenjo con coñac llamado “Terremoto”.
     Una plaga redujo en 1875 la producción de los viñedos franceses. Al ver cuánto aumentaba el precio del alcohol de vino, necesario para el licor, los productores de ajenjo optaron por usar alcohol industrial. La calidad se abarató menos que el precio. Las ventas treparon hasta poner en jaque el liderazgo del vino.
     Hacia 1890 “el vaso verde simbolizaba anarquía o rechazo a las normas” (Barnaby Conrad, History in a Bottle). La bebida era estimada por la bohemia “decadente” como afrodisíaco y fuente de inspiración. Entre los bebedores estaban Edgar Poe, Jack London, August Strindberg y Oscar Wilde, para quien un vaso de ajenjo era “poético como una puesta de sol”.
     Charles Cros llegó a beber veinte vasos diarios, mientras desarrollaba el telégrafo y el primer fonógrafo. Paul Verlaine empezó a beber ajenjo en compañía de Arthur Rimbaud. Alfred Jarry sólo lo consumía puro y se paseaba en bicicleta pintado de verde. Vincent van Gogh fue iniciado al parecer por Paul Gauguin; cuando su muerte, en 1890 y atribuida al absinthe, ya se había acuñado la palabra absintheur y se discutía sobre la venta libre.
     Los rumores de prohibición no hicieron sino acrecentar el atractivo de la absenta. De “hada verde” pasó a hablarse de “peligro” o “demonio” verde. En 1859, un tal doctor Motet había concluido que el ajenjo provocaba crisis epilépticas. En 1892 el doctor Ott observó “espamos y temblores”.
     Es creencia que el eclipse del absinthe comenzó en 1901, cuando un rayo cayó en la fábrica Pernod y ésta ardió por cinco días. La anécdota vale por su simbolismo (en ruso, absinthe se dice “chernobyl”) pero la cruzada había arrancado antes, con los primeros films Pathé y con los “dramas antialcohólicos”, en los teatros a partir de 1880. 
     El bebedor de absenta, cuadro de Edouard Manet, data de 1859; la Bebedora de absenta de Picasso, de 1901. Entre ambos se dio la masiva incorporación de las mujeres a las filas del ajenjo. Nada irritaba tanto a los prohibicionistas. 
     La excéntrica conducta de los “artistas absintheurs” no bastó para la prohibición. Unos hechos policiales fueron más determinantes. En Suiza, país natal de la bebida, el granjero Jean Lanfray fue acusado en 1905 de matar a su mujer y su hijo. Trascendió que bebía cinco litros diarios de vino, más dos vasos de absinta. La prensa destacó esto último y habló del “crimen del ajenjo”. Y ya se habían recolectado unas ochenta mil firmas exigiendo la prohibición cuando un bebedor compulsivo de absinthe mató a su esposa, en Ginebra. Esto impulsó otro petitorio: 35 mil firmas más.
     El ajenjo fue oficialmente prohibido en Suiza en 1907. La medida fue imitada en Italia, Estados Unidos, Holanda y Bélgica. En Francia siguió permitido por un tiempo (especula Marie-Claude Delahaye en Histoire de la Fée Verte) debido a fuertes intereses: la bebida aportaba millones en concepto de impuestos.
     En 1900, la Academia de Medicina de Francia condenó las bebidas con esencias vegetales, absenta incluida. “Absintismo y alcoholismo fueron confundidos adrede”, dice Delahaye. Cuando la guerra del 14, los detractores dieron con el argumento faltante: el absinthe debilitaba a las tropas, “erosionando la defensa nacional”; el absinthe era “antipatriótico”.
     La prohibición fue sancionada en 1915, al tiempo que Alemania atacaba Argonne. Los fabricantes de ajenjo guardaron un silencio extraño; pronto trascendió el rumor de una suculenta indemnización.
     En 1917 se publicó una solicitada: “La victoria sobre Alemania debe ir acompañada de la victoria contra el alcohol”. Para 1920, la máxima graduación tolerada en Francia era de 30. En 1922 se autorizaron los aperitivos de hasta 40: anís del oso, berger, tomysette. La tolerancia fue elevada a 45 en 1938, y Ricard lanzó el “pastís marsellés”. De los sucedáneos, ninguno gozó de la fama del Pernod; pero su filiación con el absinthe es, según los expertos, apenas sentimental.
     “La absenta vuelve a conseguirse en Gran Bretaña tras 80 años”, tituló The Guardian en 1998. El Daily Telegraph lo confirmó: “No está prohibido y no tenemos pruebas de que alguna vez lo haya estado”.
     Desde entonces diversos medios anuncian el renacimiento de la bebida. Se la vuelve a fabricar y a beber. También se le rinde tributo: desde 1991 Delahaye edita una revista trimestral dedicada a la fée verte; y en 1984 inauguró el “Museo del absinthe” en Auvers-sur-Oise, donde yacen Vincent y Theo van Gogh. 
     Los defensores del absinthe no ocultan que su hondo anhelo es la legalización. Saben que la empresa es ardua (en los ochenta, unos políticos franceses intentaron un tibio lobby) pero citan a Aleister Crowley en The Green Goddess: “El prohibicionista es alguien sin carácter moral, ya que no concibe a un hombre capaz de resistir las tentaciones”.~

http://www.letraslibres.com/revista/letrillas/absenta-el-hada-verde

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La Absenta y la Literatura

Publicado en agosto 3, 2009

Charles Baudelaire (1821-1867)
Charles Baudelaire (1821 – 1867) es considerado como padre del decadentismo (movimiento que llegará a su cenit con Joris Karl Huysman) y poeta maldito por excelencia a causa de su glorificación del mal, su descarado inmoralismo y su vida de excesos. En 1857 publicará su obra maestra “Las flores del mal”, obra que produce un enorme escándalo entre la sociedad parisina y conducirá a Baudelaire ante los tribunales por un cargo de obscenidad.

A causa de su vida libertina contrae la sífilis, lo que se suma a otras dolencias como una crisis gástrica, y para atenuar el dolor recurre a los narcóticos como el opio, el hachis, el éter y por supuesto el absenta. Pronto se convertirá en uno de los pioneros (junto al inglés Thomas DeQuincey), de la defensa del uso de las drogas como método de creación literaria con su obra “Los paraísos artificiales” , donde el autor cuenta sus experiencias alucinatorias a través del opio y el hachis, mezclando este último ,en ocasiones, con el ajenjo buscando así acrecentar el éxtasis.

Dos personajes plenos exponentes de la vida bohemia serán los parisinos Paul Verlaine (1844 – 1896) y Arthur Rimbaud (1854 – 1891), que además de regalarnos apasionados versos y convertirse en padres del simbolismo moderno, vivirán una turbulenta relación homosexual empapados de absenta y lagrimas.

Arthur Rimbaud nace en una conservadora y aburguesada familia donde recibe una rígida educación católica, mostrando desde muy joven unas enormes capacidades para la literatura; pronto comienza a protagonizar escapadas nocturnas entrando en contacto con otro mundo que su familia le había ocultado: el de los desfavorecidos. Esto, junto a un breve pero intenso contacto con la comuna de Paris, le lleva a comenzar a escribir una poesía política y concienciada. Sin embargo esto se ve truncado tras ser una noche violado por unos soldados ebrios de la comuna, tal como el propio autor relata en su estremecedor poema “El corazón herido”. En ese momento la actitud del joven Rimbaud  se torna caótica y violenta, empieza a beber en abundancia mientras se pasea por los cafés con un aspecto andrajoso y satánico, escandalizando a los burgueses al tiempo que decora los muros de las iglesias con amenazantes pintadas que rezan: “¡muera Dios!”.

Paul Verlaine ebrio en un café
En ese instante se cruza en su vida Paul Verlaine, a quien conoce en una de las tertulias de Mallarmé (las cuales son el germen del simbolismo), y quien queda prendado del atormentado joven que es Rimbaud. Juntos comienzan a vivir una existencia de excesos, recurriendo a menudo al absenta y al hachis, que les conducía a estados visionarios para alcanzar una trascendencia poética, (“registrar lo inefable y para ello es preciso una alquimia verbal que, nacida de una alucinación de los sentidos, se exprese como alucinación de las palabras, al mismo tiempo, esas invenciones verbales tendrán el poder de cambiar la vida”), gracias a los cuales escriben sus poemas más inquietantes y sombríos, mientras escandalizaban a la puritana sociedad parisina con sus comportamientos antisociales .y su vida disoluta.

En Inglaterra, el absenta irá más ligado al refinado mundo del dandismo que a la crápula vida bohemia. Oscar Wilde fue uno de sus grandes consumidores y escribe un célebre párrafo narrando los efectos de este espirituoso:

“Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve las cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, y eso es lo más horrible que puede ocurrir”.

Rubén Darío (1867 – 1916) máximo exponente del modernismo hispánico y pese a su enorme éxito literario y vital, siempre acarreó graves problemas de alcoholismo. En 1910 ante la ascensión de las vanguardias, sufrirá una profunda depresión que le llevará a abandonarse a todo tipo de excentricidades bohemias, entre las que por supuesto se incluía el ajenjo. Afectado por una dolencia mental, acentuada por sus problemas con el alcohol en general y el absenta en particular, se refugia en Mallorca sustituyendo el hedonismo por el misticismo. Dos años más tarde regresa a su Nicaragua natal, donde muere por afecciones relacionadas con su dipsomanía.

Se atribuye a Ernest Hemingway (1899 – 1961) recurrir al absenta para reunir el valor necesario para torear. Además en su novela “Muerte en la tarde”, obra dedicada a la tauromaquia y por ende a su querida e idealizada España, el autor estadounidense describe esta bebida como “una alquimia liquida que cambia las ideas”, revitalizando el mito de la fee verte.

Igualmente el brujo inglés Alister Crowley (1875 – 1947), escribe un ensayo lírico de gran belleza llamado “Absenta, la diosa verde”, manteniéndose así la tradicional relación entre esta bebida y el mundo de la hechicería.

Edgar Allan Poe ¿Alcohólico?

Finalmente, resultaría interesante analizar la controvertida figura de Edgar Allan Poe (1809 – 1849), uno de los indiscutibles maestros del relato corto y del género gótico.

Tradicionalmente ha sido visto como un autor atormentado e inestable, afectado por profundas depresiones, las cuales buscaba combatir mediante el láudano y el absenta. Estos problemas se verán agravados con la prematura muerte de su querida esposa Virginia (hecho que inspiraría su mítico relato de “El cuervo”) y que trastoca a Poe hasta tal punto que acaba en un estado lamentable, vagabundeando por las calles, ebrio y vestido con harapos. Tras una serie de desastrosas relaciones sentimentales, Poe logra concertar matrimonio con un antiguo amor de juventud y rehacer su vida. Sin embargo, unos pocos días antes de la fecha de su boda desaparece, para aparecer tres días más tarde en estado de delirio (posiblemente afectado de delirium tremens) en una taberna de Baltimore, actuando como un demente y atacando a los enfermeros que pretendían ayudarle, para morir esa misma madrugada.

Sin embargo esta versión de su muerte ha sido puesta en duda, señalándose la posibilidad de que padeciera diabetes, o que incluso hubiera sido contagiado de rabia. La polémica va más lejos al señalar algunos autores que Poe era en realidad abstemio y toda la leyenda creada en torno a su figura, bien pudo ser una farsa intencionadamente creada por el propio Baudelaire , (gran admirador y traductor de la obra de Poe al francés) ,como una estratagema publicitaria……. La polémica esta servida.

David Landot
https://yonkisilustrados.wordpress.com/2009/08/03/55/




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miércoles, 27 de febrero de 2008

EL ARTE DE LA ABSENTA o el arte de la ausencia

Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve las cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, y eso es lo más horrible que te puede ocurrir.
Oscar Wilde



SYLNIS FAË
Depresivo, talentoso, melancólico, apasionado.

Joven pintor que vive la bohemia de Montmartre, en una lamentable situación de pobreza. Sobrevive día tras día con un par de bollos de pan y algún que otro caldo de pollo, sin olvidar la absenta, que le permite arrinconar todos sus males. Alojado en una casa en construcción en la calle “Brèche aux loups” en medio de lienzos y más lienzos inacabados, frecuenta las fiestas y los cafetines de la colina donde se encuentran todos los artistas efervescentes de ideas, así como las diferentes corrientes que agitan ese monte: académicos, realistas, neorrománticos y un nuevo movimiento orientalista al que se siente muy apegado.
Es durante el transcurso de una animada discusión con varios colegas donde encontrará a la que sería a partir de entonces su ninfa: Elisa. Se miran, se convierte en su modelo, en su amante, en su musa, por ella renunciará a la “fée verte”, su compañera hasta el momento: la absenta.
Adaptado de L'art d'être dragon de Ulric Maes.


El Hada verde es la traducción al castellano de La Fée Verte, el apodo cariñoso con el que se bautizó la absenta en el s. XIX. Este sobrenombre continuó utilizándose junto a su nombre oficial un siglo después. Pero la absenta también recibió otros apelativos; numerosos artistas aceptaron la inspiración de “Musa Verde”. Aleister Crowley, el británico ocultista, fue adorador de “La Diosa Verde”. No obstante, ningún otro apodo fue tan conocido como el original, y muchos bebedores de absenta se refieron a este licor verde simplemente como “La Fée” (el hada).

Sin embargo; el Hada Verde no es un nombre azaroso para la absenta: es el concepto metafórico de la iluminación y exploración, de la inspiración poética, de una mente más libre, de nuevas ideas, de un cambio de orden social. Para el bebedor ignorante, la absenta siempre será un símbolo de alcohol casi en estado puro, quizás con un nivel de tuyonas un tanto elevado. Para los bohemios originales del París de 1890, el hada fue recibida como un símbolo de transformación. Era la guía en una ruta de innovación artística, el símbolo de la sed -por la vida- desde Arthur Rimbaud, el primer “poeta punk” (el hada fue su fuente de inspiración) hasta su compañero Paul Verlaine (en su búsqueda por la fuga de la realidad convencional de su época hacia el santuario de lo surrealista).

Toulouse-Lautrec y Lucién Metivet bebiendo absenta.
La transformación siempre ha sido la esencia fundamental de El Hada Verde, ya que proporciona mundos paralelos. Durante el ritual mágico de “la louche”, la bebida primero se transforma desde su preparado concentrado, rico en alcohol y de un profundo verde esmeralda, hacia una preciosa opalescencia, en una mezcla nebulosa verdi-blanca. Esto, es, por supuesto, sólo el símbolo de las subsecuentes transformaciones que tendrán lugar dentro de la mente del bebedor. Del mismo modo que el agua fría libera el poder del aceite de ajenjo y otros ingredientes del concentrado verde, así las nuevas ideas, conceptos y nociones se liberan en la mente del bebedor, sea poeta, pintor, escultor, científico o simple mortal.

Pero ¿cuál es el elemento extravagante que induce a la absenta a convocar a La Musa?
Sólo el lector, o mejor dicho, el bebedor, podría averiguarlo por sí mismo. No hay duda, sin embargo; que durante los dos últimos siglos la absenta ha repercutido en el arte, la poesía y el mundo de las ideas, sorprendentemente originales, rebeldes y cuestionadoras de sus extremos. Era la época de Rimbaud y Verlaine, perseguidos por retar las convenciones del momento cada vez que se enfrentaban a ellas. Sus “travesuras” provocaron indignación por la Europa de entonces, pero su poesía ingeniosa –una reflexión de su búsqueda por la verdad del sentido de la vida- permanece con nosotros hasta el día de hoy.

Y EL ARTE ERA VERDE verde VeRdE

Inspiradora y liberadora, el Hada Verde fue un símbolo poderoso del avant-garde (la vanguardia) que reinó en los cafés parisinos hace ya casi dos siglos. En este sentido, el Hada fue lo que luego se convirtió en la subcultura hippie durante los años sesenta. Bajo su compañía –o bajo su influencia- los escritores y artistas de la Belle Époque se convirtieron en lúcidos comentadores o en un nuevo mundo emergente. A golpe de pincel o de pluma, experimentaron, se rebelaron, provocaron y exitosamente trastornaron las reprimidas convenciones del momento.


¡Menuda puta!- soltó por su boca George Moore, crítico de arte británico, cuando, en 1892, detuvo por vez primera sus ojos ante el cuadro de Edgar Degas titulado La absenta. La “puta” del cuadro no es el Hada Verde, sino una actriz francesa retratada bebiendo absenta en un café parisino. Se llamaba Ellen Andrée, amiga del pintor, que se muestra en el cuadro en un instante reflexivo en el caféLa Nouvelle-Athenes.

Tal vez no sea sorprendente el hecho de que esta obra de arte proveniente de un gusto demasiado exacerbado hacia lo nouvelleimpresionara a un victoriano que acababa de cruzar el canal. Sin embargo; lo que sí es sorprendente es la intensa francofobia con la que el cuadro irrumpe en el mundo del arte londinense. En primer lugar, la obra fue abucheada en la sala de subastas Christie's. Más tarde, provocó la cólera hacia cualquier elemento de procedencia francesa: la cultura francesa (o la carencia de ella, como alguien diría alguna vez), el veneno francés (la absenta) e incluso “el mal francés” (la sífilis).

El problema de la absenta, fue, por supuesto, que era demasiado moderna para esa época. La absenta se utilizó como una especie de chivo espiatorio del momento, pero no fue la absenta por sí misma la provocadora de la histeria colectiva, sino la idea de una mujer bebiéndola. El cuadro retaba lo que era el orden natural establecido. Retaba el entendimiento convencional del lugar que ocupaba la mujer en la sociedad. Desafiaba las nociones tradicionales de decencia, moralidad y propiedad: el disfrute de una bebida en un café público no era aparentemente un lugar apropiado para una señora "decente". Y tuvieron que transcurrir muchos años para que el retrato de Degas se convirtiera en una verdadera obra de arte.

La cólera que desató La absenta de Degas en Inglaterra fue tan sólo la expresión de un miedo preexistente de la decadencia que también llegaría en breve a las orillas de las Islas Británicas. Dos años antes, Marie Corelli, autora de Ajenjo; el drama de París, escribió:
La morbosidad de la mente francesa moderna es famosa y universalmente admitida… su abierto ateísmo, su crueldad, su alucinación y la flagrante inmoralidad de todas las escuelas francesas de pensamiento es completamente incuestionable.


Picasso "Ángel Fernández de Soto" (más conocido como "El bebedor de absenta"). Matiz de color: aquí el arte era más que verde: azuuuuuuuuuuuuul.

Corelli también advirtió:
"Se debe recordar, puesto que recientemente cada vez más cafés y restaurantes franceses están inundando la ciudad de Londres, que la absenta se obtiene siempre a bajo precio – los hábitos franceses, la moda francesa, los libros franceses, los cuadros franceses, son particularmente favorecidos por los ingleses, y ¿quién puede predecir que esa droga francesa que consumen los franceses no se convierta en una moda en Gran Bretaña?".


Picasso

Mientras que en París, el Hada Verde ha sido una invitada bienvenida del café Nouvelle-Athenes, el lugar en el que Degas representa “La absenta”, Sarah Bernard bebió allí, como lo hicieron Van Gogh, Lautrec, Gauguin, Manet, Monet y otros famosos y no tan famosos bohemios. Bajo los efectos de uno o varios vasos de absenta, pintaron y escribieron, discutieron y compartieron ideas o simplemente cantaron y leyeron poesía.
Como una criatura metafórica encerrada en una botella de absenta, el hada verde continuó ganando reputación como musa de artistas en todo el continente.



Fuera de la botella: El hada verde ayuda a trabajar, liberando la mente del poeta. La pose de alucinación del poeta y la brumosa aparición verde simbolizan los efectos de la absenta. Albert Maignan, "La Musa Verde", 1895.

Su fin abrupto llegó en la segunda década del s. XX cuando los belgas, después los suizos y finalmente los franceses prohibieron la absenta. En esa época, el hada verde había impulsado a una generación de artistas hacia la producción de innumerables trabajos dedicados, o inspirados, bajo los 
curiosos efectos de una criatura con alas verdes.

Manuscrito original de Aleister Crowley del poema "La leyenda de la absenta" (titulado aquí como "L'absinthe") publicado en The International (Nueva York, octubre 1917) bajo el seudónimo Jeanne La Goulue (famosa bailarina del Moulin Rouge retratada por Toulouse Lautrec). Este mismo poema fue citado por Crowley en su ensayo posterior "Absenta. La Diosa Verde".



Las líneas que abren el poema "La absenta", por la misma mano del autor muestra su típica y fálica A mayúscula en la palabra Apollon.

Publicado por Anabel en 22:26
Etiquetas: ARTE
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Héroe de héroes Por Juliana Amandolesi


Sobre la noche del 22 de Noviembre de 1861, mientras las tropas federales dormían, los hombres del ejército unitario, realizaron un ataque sorpresivo degollando a más 300 hombres.

Emboscada. Aquí estaba asentado el campamento de unos 350 soldados, con tiendas espaciosas, alumbradas por una o por muchas velas, que se apagaban al llegar el pasivo sueño que produce la victoria.


Desde el arroyo, vigilaban el campamento unos cuantos hombres ajenos a la tropa que descansaba; agazapados entre las piedras, como moluscos dañinos.


No hacía falta hablarse, sólo habría que seguir el plan. Sabían bien aquello de que la venganza se come fría como una tabla de fiambres; pero esa pasada victoria que, obligadamente por orden suprema habían cedido al enemigo, les generaba una fuerte ebullición en la sangre contenida en cada vena, todo su cuerpo se estaba incendiando. El agua del Pavón que les pasaba entre las piernas y en la cual aguardaban el momento indicado, no les apagaba la brasa que les latía en los facones.

Cuchillo en mano, salieron del agua y abrieron, para empezar, un par de cuellos; el vapor de la sangre enemiga los despabilaba, les hacía abrir grandes los ojos y tirar un poco la cabeza hacia atrás: nunca la sangre había sido para ellos tan espesa como esa noche. Ni tan hermosa.

Se iban acercando al fuego, muy silenciosamente, y a su paso los degollaban, transformándolos de soldados a corderos.

El rechinar de las botas llenas de agua y barro era muy molesto, Banto se quitó la arcilla de la suela frotándola con la espalda de un tronco, Ramiro le susurró que "no era oportuno limpiarse esos pequeños detalles de dama en situaciones como ésa", que estaban al pie de una victoria prometida. El primero se ciñó de hombros (y por dentro le sacó la lengua; por fuera no, porque ya era un hombre).

Era el primer día para Banto en batalla, joven y gordo, un poco torpe. Todavía no se animaba a desenvainar el cuchillo, se detenía detrás de cada árbol a besarse el rosario y a tantear con la derecha el estuche del facón petrificado. Lo tanteaba, sentía la helada empuñadura y punto. Ahí lo dejaba, virgen de sangre. La oscuridad era la cómplice absoluta de su cobardía y juventud.

Ramiro, su superior, ya estaba bien más adelante que él, avanzaba velozmente hacia el centro del campamento sin despertar ni una mosca, ágil y mudo como un gato. Con una notoria experiencia y frialdad, cortaba los cuellos limpiamente, dueño de una seguridad incalculable, como si hiciera todos los días una faenada de hombres en el patio de su casa mientras disfrutara, muy relajado, de un mate calentito.

Banto, desde atrás del árbol, imitaba los movimientos de su compañero con un cuchillo imaginario. Le imitaba también los gestos: el entrecejo fruncido, la mirada severa pero reposada, el movimiento acompasado de los hombros que subían y bajaban al ritmo del pulso, a medida que caían los cuerpos decapitados; toda esa danza imitaba, hasta que creyó sentirse lo suficientemente preparado para intentar, aunque sea modestamente, hincar por primera vez aquel filo.

Contó hasta diez presionando por última vez el dorso contra la corteza y salió de su oscuro escondite con una aparición muda pero triunfal, irrumpiendo en el campo de batalla; mostró los dientes, con las piernas entreabiertas y cara de desquiciado se tentó de gritar "A la carga". Sus compañeros miraron hacia atrás para observarlo. Ramiro, con un dejo de decepción arrojó el cuchillo a un costado y meneó la cabeza. Banto notó que ya no quedaban hombres que matar, todo el trabajo lo habían hecho los valientes. Había más de 300 cuerpos, sin cabeza, echados al azar en el suelo; algunos aún apretaban con un reflejo nervioso las cantimploras de whisky que estaban bebiendo.

Los victimarios habían perdido apenas dos hombres. La tropa atacada, casi todos. Sólo restaba por batallar un último campamento, el cual asaltarían al cabo de una semana.

Regresaban a caballo ajeno; felices y victoriosos. Banto, con la cabeza gacha, último en la tropa, sabía que tendría que pagar duramente su error al clarear el día.

Por decreto, recibiría la pena de muerte a causa de su cobardía en batalla, para servir de ejemplo a sus compañeros. Ramiro, que tenía años en el ejército y unas cuantas amistades repartidas en cargos altos, consiguió (poniendo en juego su honor y su puesto) que el castigo quedara temporalmente absuelto; acaso entendía ese primer sentimiento de temor verdadero frente a la batalla, acaso alguien había hecho con él esa excepción muchos años atrás, cuando todavía era un hombre prematuro y tímido.

"Como condición inamovible, soldado Ramiro" sentenció el general "el soldado Banto debe asesinar al menos cincuenta hombres en batalla, para limpiar el honor que ha manchado con la caspa de la cobardía en el ejército. De lo contrario, el castigo primeramente impuesto seguirá su curso y usted, lamentablemente, perderá su puesto." El soldado agradeció esa bondad y fue a comunicárselo inmediatamente a Banto, quien lloraba detrás de un árbol.

"La batalla es en una semana", dijo Ramiro, "no la desaproveches".

No había tiempo de convertirse en otro tipo, en siete días. No se podía. Banto era el mismo de siempre: el que lloraba detrás del árbol, el que se prendía al rosario y pasaba con timidez la mano sobre la empuñadura del cuchillo. ╔l, asustado y cobarde, debía convertirse en héroe de héroes. Matar, como mínimo, a cincuenta hombres.

La noche marcada, sordamente se acercaron al campamento que pretendían atacar, se escondieron detrás de unos arbustos, rodearon la zona; de nuevo lograrían con éxito la emboscada, lo sintieron desde antes, como un éxtasis viral que les hervía en las vértebras. Banto, sin embargo, sintió el mismo temor que en la batalla anterior, y negó para sí mismo la cabeza. Escondido en el matorral, se arrancó el rosario y lo apoyó en el suelo. Sacó su cuchillo de antemano, para que no lo paralice después ese frio.

Al susurrar la orden, los soldados comenzaron a salir de su escondite, él salió con ellos. Mató a uno. Mató a dos. Los contaba. Notó que debería ser más rápido para llegar al número. Imaginó corderos para evitar moralidades.

El campamento enemigo había sido reducido a nada, quedaban sólo unos pocos hombres con vida, los cuales cayeron ante la espada del ya no asustadizo Banto.

"Fueron 49, soldado" dijo el general sumergido en la sombra, sobre su caballo. Observó con desesperación si quedaba, aunque sea, un tipo vivo, alguien dueño de una migaja de vida que cederle. Ya no quedaba nadie allí.

En ese instante, casi como una aparición, un hombre con uniforme enemigo se detiene justo frente a él. Banto reconoció en un titubeo esa mirada azulina, severa pero reposada, que lo observaba impaciente. "íAlzá el cuchillo, vamos!" dijo en voz baja el hombre. El soldado obedeció, cerró los ojos y cortó, limpiamente. La sangre desfiguró el conocido rostro, lo hizo otro.

Desde la sombra, las pisadas del caballo se alejaban; redimiéndolo.

16 mayo, 2015

Violencia. Por Mabaires Blog.

Hace pocos días, una adolescente de 14 años desapareció de su casa y empezó a ser buscada intensamente por su familia y la policía. Apareció muerta, en la casa de su novio de 16 años, 24 horas más tarde.
Este primer párrafo, escrito con las palabras con las que se manejaron los medios de comunicación, esconde tanta violencia hasta en su terminología, que me gustaría analizarlo para que podamos entender cómo, desde el discurso, aún cuando se está rechazando, se avala la violencia.

15 mayo, 2015

El cinismo

viernes, 15 de mayo de 2015

DEL CINISMO COMO UNA DE LAS (MALAS) ARTES Por Mario Goloboff *


Imagen Página12 


http://elpensadorpopular.blogspot.com.ar/2015/05/del-cinismo-como-una-de-las-malas-artes.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+ElPensadorPopular+(el+pensador+popular)

En la Antigüedad, hacia el siglo V antes de la Era Cristiana, la escuela de los Cínicos gozaba de prestigio proclamando el abandono de los bienes terrenales para volver a la naturaleza, la renuncia a toda propiedad, el rechazo de las convenciones; eran gentes que expresaban opiniones chocantes para con las ideas recibidas o las buenas costumbres enseñadas, vivían entre la suciedad y en las más bajas condiciones, el abandono de todo cuidado exterior, una estética cercana a la de la fealdad, todo ello por lo general con una intención provocativa y en aras de una ética capaz de privarse de las comodidades y ni qué decir de las riquezas, para pensar con libertad. Porque a pesar de comer en el ágora, tener relaciones sexuales públicas, portar batón y bastón, adorar al pez masturbador como modelo de inteligencia natural y venerar la secta del perro, aseguraban de Platón que no podía servirles de guía puesto que se había pasado la vida reflexionando sin inquietar jamás a nadie, y que el discurso de un filósofo debía, en cambio, ser penetrado de una dulzura acre que pudiera morder las heridas humanas: “El perro augura una manera incisiva de practicar la sabiduría”, sostenían.

11 mayo, 2015

En busca de un nuevo héroe por ApuntesDiscontinuos

LUNES, 11 DE MAYO DE 2015

En busca de un nuevo héroe

http://apuntesdiscontinuos.blogspot.com.ar/2015/05/en-busca-de-un-nuevo-heroe.html?showComment=1431343814349#c7656932386472890710

La semana pasada estuvo teñida por la hipocresía en defensa de la ancianidad por parte de aquellos que se apropiaron de los fondos de los jubilados para realizar suculentos negocios con las AFJP. Ellos, que celebraron la reducción de jubilaciones y pensiones en un 13 por ciento, ahora pretenden convertir en joven dinámico a un nonagenario que insiste en permanecer en un cargo de vital importancia. Ellos, que fueron cómplices y beneficiarios de la dictadura, ahora denuncian torturas. Ellos, que trataron de desacreditar a Cristina en cada una de sus células, salen en defensa de Carlos Fayt ante los cuestionamientos oficiales sobre su salud. Sólo falta que traten de reeditar el éxito de la marcha de los paraguas con una manifestación ciudadana a favor del casi centenario Supremo. Como antesala de esto, se difundió un mensaje de tres minutos grabado por el ministro como si fuera un patético certificado de supervivencia; como si su capacidad de hablar fuese suficiente para demostrar su aptitud para el lugar que ocupa, cuando, en realidad, parece convertirlo en un fenómeno de feria.
Una nueva operación que trata de ocultar el fracaso de Lodenisman, que ya está cercano. En menos de una semana, los peritos médicos y criminalistas dictaminarán la muerte del fiscal como suicidio, aunque cabe esperar algunos pataleos del equipo de Sandra Arroyo Salgado. Un final predecible que se estirará unos meses más gracias a los vericuetos judiciales, que siempre están dispuestos a generar títulos periodísticos. Y se agrega un detalle: de acuerdo a sus colaboradores de la fiscalía, la presentación de la denuncia de Nisman contra La Presidenta estaba planeada para octubre, en pleno proceso electoral. Los cambios en la Secretaría de Inteligencia a mediados de diciembre aceleraron el sainete, lo que dio tiempo al oficialismo para desarticularlo. La muerte del fiscal, que en principio resultó funcional a la oposición, ahora sólo muestra con crudeza el final de un personaje corrupto y oscuro.

10 mayo, 2015

Primates en TV: 2015. Por Martin Hadis

http://indecquetrabaja.blogspot.com.ar/2015/05/del-insolito-e-inteligentisimo-dr_9.html

sábado, 9 de mayo de 2015

DEL INSOLITO E INTELIGENTÍSIMO DR. MARTÍN HADIS

Primates en TV: 2015 se perfila como el mejor año para observar homínidos en la pantalla chica
La familia de los homínidos (Hominidae) abarca tanto a los seres humanos como a sus parientes más cercanos: los orangutanes, los gorilas y los chimpancés.


02 mayo, 2015

La Furia del Converso: Qué tiene el caso Nisman?

1- Primer Plato: Lo que está a la venta.


¿Cómo poder entender luego de mucho tiempo el sentido del caso Nisman? Mientras que la mayoría ha optado seguir la ley de hierro de la Opinión Pública, ¿Cómo intervengo? ¿Qué me conviene? Algunos se mantienen con el aura de ingenuidad. Esta aura es muy buena para mantener cierta conciencia rebajada y bastante digna de un rebaño. Preguntas más generales, ¿Qué clase de Estado es necesario? ¿Cómo puede ser que la democracia argentina en el fondo haya hecho tanta política con los servicios de inteligencia? ¿Cuán importante es para los argentinos vivir en una sociedad donde el individuo pueda ser libre del castigo, extorsión y muerte por parte del Estado?

01 mayo, 2015

Algo para recordar...

domingo, 5 de abril de 2015

LA FALACIA DE LA PESADA HERENCIA

Por Horacio Torres para http://periodistadeperon.blogspot.com.ar/2015/04/la-pesada-herencia.html


Asistimos en este último tiempo a un denodado esfuerzo opositor por instalar la idea de que el gobierno que asuma el próximo 10 de diciembre recibirá una "pesada herencia". Tanto desde las usinas mediáticas y corporativas como entre los satélites partidarios que les prestan servicio desde la política, observamos rebuscadas piruetas aritméticas que buscan con empeño demostrar la sequedad del agua.

Pero los números, cuando no se los manipula, son claros.

Las reservas internacionales del Banco Central, al llegar Néstor Kirchner a la presidencia en 2003, superaban apenas los US$ 10.000 millones. Hoy están por encima de los US$ 30.000 millones y en ascenso.

El PBI argentino en 2002 era de US$ 97.400 millones. En 2014 alcanzó los US$ 539.053 millones (y para el que quiera tomar el dólar ilegal, aunque la casi totalidad de las transacciones se realizan al precio oficial, siguen siendo más de US$ 350.000 millones).

La deuda externa en 2003 era de US$ 163.000 millones, mientras que en la actualidad totaliza US$ 147.457 millones. Esto incluye la deuda privada. Si nos remitimos específicamente la deuda externa pública (es decir, lo que el Estado argentino debe a acreedores externos), esa cifra baja a US$ 80.000 millones.

Uno de los trucos más utilizados para tratar de refutar lo irrefutable es confundir intencionalmente deuda externa con deuda pública total. Este último indicador incluye las deudas entre diferentes reparticiones estatales. Para trasladarlo a la economía hogareña podríamos decir que, ahora que tu marido/esposa consiguió trabajo, parte del dinero de la casa sale de su bolsillo. El mismo dinero que antes debías pedir prestado afuera porque con un solo sueldo no alcanzabas a cubrir los gastos mensuales. Entonces, te endeudabas.

Hecha esta aclaración, vayamos a lo que se considera habitualmente en cualquier ámbito como "herencia": cuánto nos legan en dinero y/o bienes y cuánta deuda dejan.

Para tener un punto de referencia, comparemos la herencia que recibió Kirchner con la que recibirá el próximo gobierno: revisemos la relación entre lo que teníamos y lo que debíamos al comenzar el gobierno de Néstor contra lo que tenemos y lo que debemos en la actualidad.

Si comparamos reservas conra deuda, antes de los gobiernos kirchneristas había que multiplicar por 16 las reservas para llegar al monto total de la deuda. Hoy alcanza, y sobra, con multiplicarlas por 5.

Si la relación la hacemos entre deuda externa y PBI, hace 12 años la deuda representaba el 167% del PBI argentino. Hoy representa apenas el 27% (aproximadamente el 40% si se toma el dólar ilegal).

Como último punto, una reflexión acerca de las razones que llevan a los sectores mencionados al comienzo a desvirtuar los valores reales de la herencia. Más allá de atacar al Gobierno por lo que sea, este tema conlleva una motivación adicional: convenciendo a la sociedad del presunto peso de la herencia lograrán hacer más viable el ajuste y el endeudamiento que se proponen llevar adelante.

ADDENDA.

El sitio usdebtclock,org que mide el estado de la deuda en varios países indica a la fecha lo siguiente:



Coincidente con los datos ofrecidos enla nota.
Es bueno tener presente que la realidad que nos cuentan es la que quieren que recordemos.
Sensaciones que le dicen.