18 octubre, 2015

Partidos líquidos por El Magma blog

La cuestión de la modernidad líquida llevada al análisis del presente de los partidos políticos de Argentina. Una cuestión de búsqueda de una identidad cultural y artística que no resulta tan simpática si hablamos de política, algo que nos debiera resultar previsible o al menos imaginable pero no es así, y esto tal vez se deba a una estrategia de supervivencia de lo político ante los persistentes y prolongados embates en su contra desde hace ya varias décadas.
IXX-oct2015

domingo, 18 de octubre de 2015

Las ultimas noticias del conurbano muestran que tanto Massa como Macri sufren a la hora de los bifes, es decir de los votos, el efecto de haber creado partidos líquidos nucleados exclusivamente en torno a sus personas sin ninguna ideología reconocible. Hay que reconocer que bastante lejos han llegado los partidos marca "Lo Que Pinte En El Momento" para estar sustentados en la nada misma.
Durante muchas décadas vincularse a un partido político (ser peronista, radical, socialista o conservador) significaba pertenecer y ser de una forma que se defendía hasta la muerte.
Los lugares se asignaban por tradición familiar o por pertenencia de clase pero se integraban al ser de un modo indisoluble. Ese habito murió en diciembre de 2001 pero acaso haya empezado a agonizar en mayo de 1989. Fue una larga agonía.
En la viscosidad del magma los partidos se crean y se diluyen con mejores y peores momentos, los dirigentes se transfuguean de partido en partido, de alianzas en alianzas, no es necesario hacer nombres, hay casos emblemáticos.
En ese sentido no es extraño que el candidato a Intendente del Partido A pida el voto a su persona con "su" candidato a Presidente A o con el del rival del partido B. El candidato a Intendente del Partido B apelará a la misma estrategia logrando una simpática neutralización donde todos terminan mas o menos con los mismos votos aunque con las boletas todas cortadas.
"Contener" ha pasado a ser una palabra fundamental en la estrategia política. Ya no se trata de "crecer" sino de preservar lo que hay. Allá afuera el universo es hostil y cada intercambio con el exterior nos arriesga a perder un pedazo así que lo mejor es atrincherarse y soportar. El que mas aguanta gana.
Lo prueban las redes sociales, cuando un político quiere salir de la zona de confort (y la distancia prudencial) y horizontalizar su discurso lejos de convencer y sumar solo logra meterse en una refriega en terreno desconocido y despiadado de la que siempre sale con un magullon. Con la excepción de Anibal Fernandez que vuela como mariposa y pica como avispa en ese terreno y es el único al que le queda cómodo por algún misterio que algún día la ciencia política esclarecerá. De todas maneras no es mas que la excepción que viene a confirmar la regla.
Algo habra de suceder. Con el peronismo hiperxtendido (forzado a contener ya prácticamente cualquier cosa, sea por falta de competencia, conveniencia táctica u opción estratégica o las tres cosas) el radicalismo muerto, los conservadores desaparecidos, el troskismo atomizado, los partidos "nominalistas" (porque se agrupan detrás de un nombre-marca mas que incluso de una "personalidad"), el progresismo caricaturesco (¡Ya ni Partido Comunista hay!) ingresamos a un espacio amorfo cuyo territorio sera ocupado por casualidades (un bombero que salva un gato o un barrendero que devuelve un millón de pesos encontrados en la calle) mas que por alguna, lábil, pálida, idea.

http://elmagma.blogspot.com.ar/2015/10/partidos-liquidos.html

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