El servicio militar obligatorio, una institución argentina de principios del siglo XX llegó a su fin de manera abrupta a mediados de la década del 90 de la mano de un escándalo por la muerte de un soldado, de un presidente que trataba siempre de caer parado (en este caso siguiendo la corriente anti colimba), de una estado que trataba de bajar gastos y una casta militar de muy mala imagen desde hacía más de una década. No se puede soslayar tampoco que influencias externas hayan pesado en la solución desde movimientos antibelicistas, economistas neoliberales con sus teorías de ajustes varios y por qué no la potencia imperial que nos influencia y que vería con mejores ojos una fuerza viva activa menos numerosa.
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Por el lado de la fuerza digamos que nuestras hipótesis de conflicto solo se sostienen (sostenían) con respecto a los países vecinos y su potencialidad de invasión o agresión y los nuevos vientos de convivencia y libertad económica en la región dejan un tanto desarmadas esas teorías de conflictos poco probables pero digamos también que fuerzas conformadas por una enorme masa humana (los conscriptos obligatorios) no garantizan efectividad ni respuesta adecuada a la hora de las armas. Este concepto de enlistamientos obligatorios nos vienen heredados del siglo XIX y la necesidad de mantener la frontera con "el salvaje" pero también del establecimiento de una estructura de poder militar que funcionaba con fuerza de trabajo masiva y renovable que disponían además para sus prácticas de servidumbre en variadas expresiones: los colimbas eran cocineros, mayordomos, choferes, asistentes, jardineros, peones, niñeros y cualquier otra tarea que precisara la oficialidad acostumbrada a usar como sirvientes a los conscriptos dentro y fuera de los cuarteles. Recordemos por si hiciera falta que los soldados estaban obligados por la ley a obedecer a sus mandos quienes retenían los documentos nacionales y disponían de ellos hasta la baja de los reclutados y que podían amenazar constantemente a que cualquier acción de desobediencia implicaría la demora en recibir la preciada baja del servicio y vuelta a la vida civil.
En tal contexto se superponían el verdadero deber de "servir a la patria" con las tareas subsidiarias naturalizadas e integradas a la vida militar. Así los conscriptos podían tanto mantener un jardín dentro del cuartel como en el barrio militar o en la casa de algún oficial. Era y fue siempre muy difícil establecer el límite ya no solo por la coerción a que se sometía sino también por la propia conveniencia de los soldados porque hay que decir que muchos preferían conducir el auto de la mujer de algún oficial en lugar de estar revolcándose en los cardales de entrenamiento con sus compañeros.
*-*El cuerpo sin vida del soldado Omar Carrasco era hallado (...) el 6 de abril de 1994 en el predio de una unidad del Ejercito ubicada en Zapala, Neuquén, y ese hecho generó una conmoción social tal que fue determinante para que el gobierno de Carlos Menem estableciera meses después el final del Servicio Militar en la Argentina.*-*Omar Carrasco (21) recibió una golpiza al ingresar al Servicio Militar Obligatorio, en una especie de ritual de iniciación cruento que denominaban “baile”, luego de agonizar y por negligencia de los médicos militares, murió. Su violento asesinato fue encubierto y varios militares fueron condenados.Omar Carrasco tenía 21 años cuando falleció en marzo de 1994 mientras prestaba su Servicio Militar Obligatorio en Zapala, Neuquén. Su asesinato fue encubierto por el aparato militar de aquel entonces y tras haber agitado la opinión pública en torno a la “Colimba”, llevó a que el presidente Menem, ese mismo año, le pusiera fin.*-*
Bajo bandera
El concepto de permanecer "bajo bandera" quedaría en desuso al finalizar con el Servicio Militar Obligatorio y años después resulta casi incomprensible una práctica que estaba afianzada en la vida social de todos los argentinos. De allí nos queda la costumbre de preguntar a alguien ¿De qué clase sos? ya que el año de nacimiento o "clase" era de conocimiento común aún para las mujeres que no prestaban servicio militar pero conocían el término por sus familias, por sus barrios. Todos sabíamos que algunas clases de fines de los años cincuenta (las clases 56 y 57) habían sido exceptuadas al cambiar la edad de la conscripción de 21 años a 18 años (en realidad de los 21 a los 19) y eran comunes las consultas por los famosos "sorteos" ya que los "número bajos" se "salvaban" de acuerdo a la necesidad de reclutados de cada año pero cerca de un tercio de los varones no hacían la conscripción por estos sorteos. Todo eso quedaría en desuso y en el olvido especialmente para las nuevas generaciones que desconocen por completo estas prácticas y hasta les resultan primitivas y extrañas ya que no pueden concebir que se intervenga la libertad de un ciudadano por un año por simple disposición del estado nacional. Mejor que así sea por fortuna.
Historias
El Servicio Militar Obligatorio dejó innumerables historias al punto que eran muy común que en reuniones de familias o amigos se armaran ruedas para contar anécdotas de esos tiempos para beneplácito de algunos que se reían a los gritos o para molestia de los que miraban desde afuera pasar una tras otra un desfile de situaciones totalmente incomprensibles.
Algunas de esas historias han sido llevadas al cine, en su mayoría casi como panfletos propagandísticos de las vicisitudes simpáticas de la vida militar especialmente en las décadas del sesenta y setenta con comediantes representando a los "colimbas" y sus desventuras. Otras pocas han llegado a la literatura y como sabemos el capítulo más oscuro lo representan infinidad de relatos sobre la guerra de Malvinas de 1982 donde mucha gente reconoció en los sucesos interinos del campamento argentino no pocas imágenes trágicas que nos vienen desde el Martín Fierro a las anécdotas de mesas familiares.
Repaso
El breve repaso que hago de mis años de conscripción con el pretexto de contextualizar el hecho de haber conocido fortuitamente a RLM y su terrible historial de muerte es continuación de este derrotero fantástico que nos sugiere a veces Argentina, un mundo de realidades que vistas desde otra posición en otros tiempos parecen mundos paralelos. Ojalá pueda traspasar esos saltos espacio-temporales y dar cuenta de la partecita de la historia que pasó por mi lado de mera casualidad y afortunadamente como dirían algunes: "sin pena ni gloria". Mejor así.
IXX, abr22
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