Peter Sloterdijk en La Vanguardia
“Los medios de comunicación modernos contienen una apelación permanente a tu vida emocional. Y eso te vuelve más o menos embotado o indiferente a esta estimulación continua. Y se pierde cada vez más la capacidad de indignación. La gente del campo, cuando llega a la ciudad, se indigna o se asombra por todo. Mientras que el habitante habitual de la ciudad ya no se asombra por nada. Así que es como si fuera un entrenamiento permanente en el estoicismo, porque la ética estoica llevará al alma a la capacidad de no asombrarse más por nada. El lema era nihil admirari ”, sonríe.